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JingYi maldecía a su yo pasado por completar todas las misiones de su videojuego hasta las 3 de la madrugada y olvidar que al día siguiente tenia clases, prácticamente el inicio de la segunda semana. Lo que le molestaba más era perder en un uno contra uno constantemente, se la tenia jurado a "Noobmaster 69".

Corría, saltaba, rodaba, esquivaba y corría más rápido mientras trataba de ingerir correctamente su tostada con mermelada. Realmente era demasiado tarde por la mañana para no ver a los niños de jardín, estos ya estaban en sus aulas, recibiendo la clase de día, teniendo en cuenta que ellos ingresan una hora después del ingreso de los estudiantes en la secundaria Yunmeng. Se sintió peor, los pequeños eran mas puntuales y responsables que él mismo. 

Su uniforme estaba desarreglado, la corbata morada estaba a un costado, su camisa lila estaba manchada de suciedad pero agradece dejarse la chaqueta oscura con bordado morado y llevarla en brazos, si no estaría igual de manchada como su camisa. Su intento de moño bajo hecho un desastre junto a demás mechones oscuros que sobresalían y la cinta morada estaba muy torcida generaban una vista descuidada. Tenia la cara con resto de mermelada y él ni enterado, estaba concentrado en agarrar fuertemente su mochila que iba delante de él, junto a la "campana de claridad" que llevaba usualmente en su cintura. Formalidades de su escuela secundaria.

Los hombres de la calle, que usualmente lo conocen por los distintos trabajos que llevaba desde sus 13, lo alentaban a que corriera más rápido, dándoles porras.

¡Corre más rápido Jingyi! ¡Falta poco! ¡Tu puedes! ¡Llegas tarde!

Claro, era una forma de burlarse sobre el descuido que caracterizaba al menor, aquella comunidad y vecinos cercanos lo conocían desde que el menor llego al barrio junto a su padre y los recibieron con amabilidad, la mayoría eran ancianos. Estaban acostumbrados a ver a Yi correr, ya sea para su trabajo, escuela o porque se olvido comprar algo para la cena.

Era un espectáculo completo. Hasta vio como la señora Zhou agitaba una banderita de papel teñida de lila, lamentablemente su trabajo como asistente en una fotocopeadora era en la misma dirección que su instituto. Un poco avergonzado, estaba plenamente alentado por las personas que conocía desde que tenia memoria.

Todo bien hasta que se enfrento a las rejas de la entrada principal cerradas, entonces vio el muro más cercano y se lanzo a este, donde el director Jiang Chi lo esperaba del otro lado. La sangre y su alma muy posiblemente se fueron al cielo por el susto.

Estaba muy apurado, en un día tan importante como este para él. Su padre Jiang Cheng lo convenció de postular a una beca en el instituto privado Lan. Y justo ese día le daban los ansiados resultados, teniendo en claro que Gusu Lan no era un instituto cualquiera, este poseía su merecido prestigio por su formación académica. Solo personas con mucho dinero tenían la fortuna de ingresar y estar un escalón más elevado que los estudiantes de institutos públicos. 

No habría postulado a la beca por una buena razón, y esta era porque su padre curso sus estudios en ese instituto. Trago muy duro que sintió dolor en su cuellos.

-Director Jiang, buenos días. 



.  .  .




-Director Jiang Chi.- Se inclinaba en un ángulo de 60° perfecto. Por fuera podría mostrarse tranquilo, pero por dentro deseaba que la tierra se lo tragara y no dejara rastros. Para el mayor, esto no pasaba desapercibido.- Hoy se ve bien.

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