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Habían muchas cosas que estaban prohibidas en el receso de las nubes, y eso era el bullicio y el ruido sin sentido. Pero JingYi salto deliberadamente esta regla y llevo consigo una radio de pilas que sintonizaba diferentes frecuencias. A pesar que él sabia que algunos de sus compañeros tenían el oído terriblemente agudo, sintonizo la transmisión de su preferencia a un ruido considerable.

Si alguien tenia alguna queja que tocara su puerta.

Su habitación y lugar seguro autoproclamado como suyo, una fortaleza indomable con olor a galletas de manzana. Limpio el polvo que se acumuló por su tiempo ausente y volvió a colgar su campana de viento, ahora el invierno no acechaba por lo que dejó su abrigo bien guardado en el ropero. Barrio el polvo del piso y también de los muebles con un trapo mientras la música se producía de la radio y escuchaba al comentador. Le enternecía volver a su fortaleza.

Si retomaba todo lo que pasó antes, nunca pensó llegar a ese punto. Ahora tenia un brazo roto que se estaba curando, un discípulo revoltoso y caprichoso a consecuencia de su misericordia. Recapitulando todo lo que paso, conocía a su animal interior, una medusa muy bonita, tenia dos amigos, ZiZhen y SiZhui, y un problema que resolver con Jin Ling.

Se preguntaba si en futuro podrían ser amigos, pero descarto la idea al imaginarse el rostro del omega que lo miraba con desprecio, como una cucaracha o un gusano que se arrastraba en el suelo.

Ahora tenia la completa custodia de Jin Ling

Los primero días con su discípulo revoltoso fueron un desastre por completo, muchas veces JingYi tuvo que tragarse sus reclamos e insultos con el objetivo de acercarse a Jin Ling y que este se redimiera, de alguna forma.

El omega no solo lo ignoraba el tiempo que debían compartir juntos, tenia que soportar sus reclamos sobre "La luz del sol no entra con suficiente intensidad para alumbrar" "Es demasiada luz solar" "La luz es perfecta que aburre" "Lleva mis cuadernos" "Mi material académico vale mucho más que tu vida" "Campesino" "Enano" "Feo".

-¿Tienes algún calificativo más original?.- El beta de prendas celestes chocó con brusquedad los libros sobre la mesa.

-...Cagalindes.

¡Eso es el colmo!

Se convirtió en el secretario o sirviente personal de aquel omega.


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ZiZhen como de costumbre y cada día por la noche luego de las arduas horas de clases sin descanso, se colaba a la habitación del beta para compartir un té blanco y galletas de mantequilla con manzanas y frutas picadas, en vista de una deprimente cena o día.

Se volvieron cercanos, dos adolescentes íntimos que se reunían para la hora del té y hablaban de la vida como también compartían chismes del exterior. Solo que esta vez JingYi estaba más agotado entre el papel que preparaba para custodiar el revoltoso Jin.

El beta de YunmengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora