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Los planes de JingYi tampoco suponían exceder de los ordinarios, solo caminar entre las calles para esclarecer sus pensamientos y luego regresar al instituto para no causar problemas. 

-¡Oye espera!

En ningún momento planeo perseguir toda la tarde a un felino de dudosa procedencia que apareció en su camino luego de pelear con un pello callejero y con una revisión urgente por una herida en su pierna. Lamentablemente el minino poco podría confiar de un humano cuyo tamaño era cien veces más que él.

Cuando paso por una esquina, perdió por completo la figura del gato y estaba empezando a desesperase, cuando intento buscar de entre la multitud hasta los callejones cercanos vio a lo lejos una persona que sostenía al inquieto y arisco felino con temor. El minino de pelaje blanco y negro intentaba de todo por alcanzar el brazo del muchacho que lo sujetaba. 

JingYi, mientras recuperaba su aliento y regularizaba su agitado corazón, también recupero sus ánimos y se acerco al contrario para tomar al felino de blanco y negro, ambos intercambiaron miradas, una de temor y otra de agradecimiento.

-Gracias.-El beta sujeto y envolvió en su polera al felino, verificando que la herida no sea presionada por la tela. Al asegurarlo tomo la iniciativa de mirar al contrario directamente.-¿Como puedo compensar tu amabilidad?.

El contrario, aparentemente aturdido, no le dio importancia pedir una recompensa por su buena obra, de hecho se quedo atontado por la indulgencia del beta.

-No hay problema, vi que estabas luchando por atraparlo. Además estaba herido.-El de ojos azules y cabello castaño sonrió con los ojos cerrados, cuando intentó visualizar correctamente al muchacho que hizo tanto alboroto en la cuadra anterior, como un rayo que partía su cabeza, enmudeció estoicamente.- Tu eres Jiang JingYi.

Era un afirmación que trataba camuflarse por pregunta. JingYi no pensó su comportamiento, de hecho eran las poca veces que alguien desconocido lo llamaba por su apellido y nombre.

-¿Quién pregunta?.-El castaño aparentemente tenia un conflicto interno por querer responder su pregunta, no obstante su cara azulada de molestia y decepción lo obligaron afirmarlo.-Soy Jiang JingYi.

Su reacción fue un dilema, contuvo y chillido bastante agudo en respuesta de la emoción, lo cual dejó extrañado al beta azabache.

-No estoy seguro si me recuerdas bien, soy Qiang Tao. Estudiaba contigo en la primaria de Yunmeng...- No hubo respuesta, de hecho una brisa silenciosa los atravesó por completo. JingYi estaba completamente perdido con el intento de acercamiento, sentía que lo había visto antes, su cara era demasiado familiar, pero no lo recuerda. En vista de ello, Qiang Tao no se rindió e intento dar otra pista más.- Yo era el beta del aula 112.

Entonces un "click" hizo eco en la cabeza del menor. 

-¿El chico durazno?.

-...claro, "el chico durazno".- Tao se sintió avergonzado por el seudónimo que el contrario empleo para recordarlo, por lo menos permanecía en su memoria con un nombre tan ridículo, era mejor que ser olvidado. El de ojos azules esbozo una sonrisa nerviosa.-Me apena que me recuerdes de esa forma.

¿Cómo olvidarlo? JingYi recuerda el día que ese chico fue hasta la puerta de su casa y le regaló una canasta entera de duraznos y flores de fresia, era tan pequeño que no vio muy bien su rostro oculto entre las flores y el canasto. Cuando acepto su obsequio solo pudo ver un niño de cabello castaño huir desesperadamente y alejarse de su casa, pero no le dio importancia.

El beta de YunmengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora