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-Saliste de Gusu, sin mi.

-ZiZhen...

-¡No! Ahora dirígete a mi por escrito.

ZiZhen no admitiría que estaba celoso y enojado con SiZhui por robarse la atención de su querido beta.

JingYi por otra parte reconoce que tratar con ZiZhen casi siempre era como tratar con niños, muy inmaduros, muy torpes y muy tontos. Pero Yi sabe que solo era un comportamiento infantil cuando no estaba muy enfadado pero si decepcionado por no haberlo invitado también, no sabe cómo se entero el alfa, simplemente se el escapo el detalle de las galletas y el hecho de tener la boca muy suelta al charlar con el Ouyang, se resintió con él y SiZhui.

El de ojos esmeralda se rindió al insistir arreglar esta discusión verbalmente, entonces agarró papel de la biblioteca y estuvo escribiendo en una carta sus disculpas y las razones por las cuales debería perdonarlo, eran ofertar muy tentadoras que el mismo Ouyang no podría negarse a aceptar.

En ese proceso de reconciliación, estaría muy ocupado ya que ese fin de semana debía sacarse el yeso, ¡Al fin!. 

Esa no era la única buena noticia, el teatro de la ciudad Yi presentaría una obra que admiró por mucho tiempo desde que era niño, "La concubina borracha"[1]. Las obras, las historias, el baile, la música y sobre todo la opera fue algo a lo que estuvo muy apegado desde niño, amaba todo lo que fuese en ese sentido parte del teatro. 

El aroma de madera lustrada y las cortinas con una única luz sobre el escenario, desde que tiene memoria siempre ha participado en las obras de su institución. 

Por eso desde que tiene memoria y mayoría de edad, practicaba la "Danza de espadas"[2] con una antigua bailarina que interpretaba el papel de una concubina en una novela muy reconocida por el país. 

Admiraba a su JieJie, Wan Yu, ella era una actriz importante en la famosa "Opera de Pekín" desde cada festival de otoño. Su llegada a la ciudad Yi era una excelente escusa para visitarla y ver cómo los actores, músicos y bailarines se preparan para la gran opera. 

Jiang Cheng sabia a la perfección aquello, por ende compró dos entradas con anticipación al teatro. Luego de sacar el yeso de su brazo por la mañana, viajarían hasta la ciudad Yi para llegar al teatro. 

Pero JingYi no esperaba ir solo o que todos sus planes con su papá sean cancelados por culpa de un jefe apestoso.

-Hubo un problema con la empresa y el viejo quiere que vaya hasta Yunmeng para una reunión de emergencia.

El omega rechisto con mucha molestia y sus pesados pasos resonaban en el piso de la cocina, seguido por otros mas livianos.

También hubo un pequeño, diminuto, casi anotable detalle que esperaba ser de su imaginación.

-¿Te demoraras todo el día?.

La voz de Lan Xichen sonaba preocupada y su aroma también lo delataba, sándalo y ámbar sumergidos en agua. Su padre caminaba de lado a lado en la casa y tenia su celular en apoyado en su hombro y oreja, intentando interceptar una llamada mientras se abotonaba la manga de la camisa. El alfa lo seguía detrás como un cachorro perdido y JingYi veía la escena trastornado pero divertido.

-Sí, espero llegar antes de la cena. Dejé comida preparada en el microondas, comen si yo no llego a tiempo.

-Claro, que te vaya bien Wanyin.- Fue como si el sol estuviese sonriendo, el omega también le devolvió el gesto y JingYi pensó que se acabaría el mundo en ese momento, era como si el sol y la luna estuviesen a punto de colisionar entre si.

El beta de YunmengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora