Capítulo 46.

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Donde una puerta se cierra, otra se abre.

—Miguel de Cervantes.

—Miguel de Cervantes

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Dos días después.

Estaba terminando de bañar a Hayley en la habitación del hospital, hoy nos iríamos a casa por fin, mi madre se está encargando con todos para acondicionar una habitación para ella. He notado a Hayley más cabizbaja de lo normal, no ha querido comer nada de lo que trato de darle, puede deberse a lo que le está sucediendo, se que para ella no es sencillo pero se que pronto vamos a superar ésto.

—Ya quedaste lista —le sonreí—, estas hermosa mi amor..

La tomé en mis brazos y salimos del baño, la recoste sobre la cama también acomodé su cuerpo con las almohadas, dejé un beso sobre sus labios y busqué el puré de papas para que comiera.

—Bien mi amor —me senté a su lado— comerás solo un poco —parpadeo dos veces—, no señora Fischer, debes comer, tu cuerpo debe estar fuerte para las terapias.. Por favor mi amor, sólo un poco.

Parpadeó una vez y asentí orgulloso, empecé a darle su comida y empezó a comer con ganas, se que tiene hambre y que odia que le de la comida en la boca, pero no hay de otra, además de que a mi no me molesta hacerlo, estoy seguro de que ella haría lo mismo conmigo.

En dos días empiezan sus terapias, contrataré a alguien que la ayude con sus terapias para que vaya obteniendo la movilidad en su cuerpo de a poco, se que podrá haberlo ya que el doctor nos dijo que si se podría volver a moverse como antes, solo que requiere mucha terapia y tiempo.

—Hola hola —Joana entró a la habitación— ¿Cómo está la princesa?

—Hola Joana, está comiendo y bastante..

—Eso suena genial.. Si quieres yo termino por ti, allá afuera te espera Abel, quiere hablar contigo.

Asentí, deje un beso en la frente de Hayley, le di la taza a Joana y salí de la habitación, Abel me estaba esperando de pie junto con mi madre.

—¿Como está?

—Bien madre, ya hoy si quiso comer —suspire.

—Vamos de a poco mi amor —acarició mi brazo.

—Lo sé mi madre ¿todo está listo para irnos?

—Si, estaba pensando en contratar a un fisioterapeuta para Hayley, tiene que quedarse en casa y así nos ayuda con ella, se llama Anthony Fletcher, es un gran fisioterapeuta, el mejor del país.

—No —negué—, no quiero a nadie cerca de Hayley y mucho menos un hombre.

—Leon por Dios, estamos hablando de la salud de Hayley.. No tienes porque ponerte celoso en estos momentos.

La Prometida del Rey. [+18] -Finalizada-✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora