La Prometida del Rey. [+18] -Finalizada-✔️

1.

Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.

—William Shakespeare.

Narrador Omnisciente:

En aquella habitación habían dos personas amándose profundamente, lo que no sabía una de ellas, era que la otra no amaba de la misma forma.

Hayley se vistió bajo la atenta mirada de Raul quien esperaba pacientemente que se fuera para poder ir corriendo a los brazos de otra chica. Mientras que Hayley se estaba muriendo por dentro al sentir que estaba traicionando a Ryan, su amor de toda la vida.

Raul era un tipo inteligente, sabía usar sus encantos con las chicas, sabía sus cualidades, al igual que sabía que las chicas caerían rendidas a sus pies por ser el chico bueno y angelical que Hayley creía que era.

—Será duro dejarte ir babe —sonrió fingiendo estar triste—, ahí llevas mi número, sabes que siempre estaré para ti, no lo olvides.

—Gracias Raul —ella le besó los labios—, no olvides que te amo.

—Jamás lo olvidaré.

Hayley tomó las cosas que le dió Raul con tanto amor y delicadeza, pero para el eran cosas que no significaban nada, tenía que aprovechar la partida de Hayley para darle todas aquellas fotos y así poder adentrar a otra chica a su cama.

A él jamás le importó Hayley, ella solo fue un reto para el que pudo cumplir muy fácilmente, sabía lo vulnerable que era Hayley y que ella necesitaba amor, por eso la enamoró para solo satisfacer sus necesidades y agregar otra chica más a "la colección"

Raul tomó su chaqueta y bajó hasta la panadería de su padre quien lo miraba con desaprobación.

—Hayley se acaba de ir llorando ¿Terminaste con ella?

—Era lo mejor papá —le resto importancia—, ella se va esta noche a Alemania y no pienso estar en una maldita relación a distancia, ya se va y es agua pasada.

—No entiendo porque eres así, si esa chica te ama Raul, me decepcionas.

—Me da igual viejo.

Salió de la panadería y encendió un cigarrillo, al fin podría estar en paz ya que le daba lastima terminar con Hayley por verla ser una chica débil e ingenua.

Caminó hacia unas cuadras para verse con su nueva conquista, una pelirroja despampanante, con atributos voluptuosos y belleza única, algo que según el, Hayley no tenía.

Besó a aquella chica sin miedo o pudor.

—Hola babe —sonrió— que linda estás hoy.

—Me arreglé solo para ti guapo —sonrió de manera coqueta.

—Vamos a bailar.

Raul no salía con Hayley porque sabía que ella jamás aceptaría, solo estaba con ella por pena y porque la chica sabía cómo complacer a un hombre.