Harry Potter and The Poison Pen [Traducción]

Capítulo 4

Control de daños.

El Caldero Chorreante estaba teniendo un día lento. Xeno Lovegood acababa de entregar las veinticinco copias del Quisquilloso de esta semana. Tom recogió su copia gratuita y la miró. Lovegood era un tipo decente en opinión del viejo cantinero, aunque un poco loco por así decirlo.

Ojeando, sus ojos captaron la extraña carta al editor, luego se agrandaron. ¿Qué, en el nombre de Merlín?

"Espera, Mel. Tengo que ir al Ministerio", dijo Tom mientras se quitaba el delantal.

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Xeno Lovegood estaba muy complacido con la edición de esta semana del Quisquilloso. Por supuesto, su tasa de suscripción había aumentado a 200 copias más que la semana pasada. Eso solo significó más trabajo para él, pero valió la pena. Tenía que agradecer a Oliver por sus desafiantes cartas. ¿Tal vez ofreciendo una suscripción de uno o dos años, o tal vez incluso su propia columna? Mmm. Tendría que pensarlo.

Xeno también se preguntó si debería contratar a otro asistente para que lo ayudara, ya que Luna estuvo fuera la mayor parte del año escolar.

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Harry Potter estaba sentado bajo la sombra de un árbol en el huerto detrás de la Madriguera. Afortunadamente, la mayoría de los Weasley estaban ocupados y, por una vez, Harry tenía la privacidad que tanto necesitaba. En su regazo y apilados a su lado había varios archivos que había recibido de Gringotts y su abogado.

¡Eso sí que fue una parada en el trasero! Él, Harry James Potter, tenía un criado familiar que era un Señor, ¡de ambos Reinos! ¡Y ahora que lo descubre, él, Harry 'Quien es un dolor en el culo' Potter, también era un compañero en ambos mundos!

'¡Infierno sangriento! Mi vida se volvió más complicada', pensó Harry mientras golpeaba la nuca contra el tronco del árbol. ¡Cerró los ojos por un momento mientras su mente tomaba en cuenta el hecho de que tenía un asiento tanto en el Wizengamot como en la Cámara de los Lores! '¡Malditos cojones de Merlín!'

Volviendo a los archivos mientras recordaba el asunto en cuestión, Harry leyó los informes bursátiles de varias empresas de las que era propietario. De acuerdo con lo que estaba leyendo, parecía que los Potter estaban en el diez por ciento de las familias más ricas del Mundo Mágico, ¡y en el veinticinco por ciento de la Gran Bretaña muggle! ¿A qué estaba jugando Dumbledore? ¿Enviarlo a casa de los Dursley hace tanto años? ¿Vivir como un elfo doméstico y vestirse como un pobre? ¿Por qué lo mantenía tan ignorante de su herencia y sus títulos? ¿Por qué no estaba siendo entrenado en el manejo de sus responsabilidades como jefe de una casa antigua y noble?

Saltando hacia arriba, silbó mientras miraba el archivo en su mano. ¡No podía creerlo! Era dueño de acciones mayoritarias en el Diario El Profeta, la mitad era dueño del Quisquilloso y ¡oh Merlín, una cuarta parte de los negocios en el Callejón Diagon! Maldita sea, incluso era dueño de la tierra que ocupaban Hogwarts y Hogsmeade como heredero de la línea Gryffindor. Puede que solo posea una cuarta parte de Hogwarts, pero aun así. Pasó a la página siguiente.

¿Qué es esto? ¿Un diezmo anual? ¿Qué demonios? ¿Qué tipo de bóveda especial? Según lo que estaba leyendo, solo podían acceder a él tres personas, él mismo como heredero Potter, y bajo criterios específicos, el director actual y el Director de Gringotts. A partir de esta fecha, Albus Dumbledore había accedido a él tres veces en los últimos cinco años, en su mandato como director, drenando alrededor de una cuarta parte de los fondos disponibles de la bóveda.

'¿Se pregunta para qué? Lástima, no enumera el motivo del retiro', pensó Harry, tomando nota en el diario que tenía en la mano para preguntar a Gringotts qué criterios debían cumplirse para hacer un retiro.