Harry Potter and The Poison Pen [Traducción]

Capítulo 26

Notificación debida.

Albus se sentó solo en su oficina en Hogwarts, mirando su taza de té. ¿Dónde se había equivocado tanto? Frente a él había una copia de los archivos de Harry y un resumen de la reunión que había tenido lugar temprano ese día.

Todo estaba allí frente a él. Cada pedacito de información que de alguna manera se había perdido. Se suponía que debía respetar las leyes que había ayudado a crear en el Mundo Mágico, pero ahora era víctima de esas mismas leyes.

Nunca soñó que al obligar a Harry a participar en el torneo básicamente estaba diciendo: "Sí, Harry, eres lo suficientemente mayor para saber para saber lo que está pasando, lo suficientemente mayor para tomar tus propias decisiones. Al competir, tú, mi niño, eres un adulto".

Luego, la táctica de Cornelius para tratar de desacreditar a Harry en ese juicio, probándolo frente al Wizengamot completo como adulto. ¡Qué estaba pensando Cornelius!

Albus había sospechado que Harry estaba tramando algo, simplemente no podía entender qué. El niño nunca recibió ningún correo ya que esa lechuza suya era demasiado notable. ¿Cómo lo hizo el chico?

Las protecciones realmente necesitaban ser afinadas, pero dado que Harry ahora se negaba a volver con sus familiares, no podía despejar la escuela. Su única opción era obligar a Harry a permanecer en Hogwarts.

No era seguro para el chico fuera de la escuela y Sirius Black no era lo suficientemente responsable como para mantener a raya a un chico de 15 años. Merlín, Sirius nunca había crecido él mismo, con su paso por Azkaban. ¿Cómo podría ser el tutor adecuado para un adolescente cuando él mismo necesitaba un tutor?

No, Harry ahora estaba perdido para él. Nunca recuperaría la confianza que el muchacho una vez tuvo en él. Incluido en el archivo había un informe de curanderos mentales. Severus tenía mucho por lo que responder. ¿Cómo pudo haber pasado por alto esto? ¿Cómo se sometió Harry a un sanador? Nunca dejó la escuela, que Albus supiera.

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Más tarde ese día, Minerva y Poppy estaban sentadas en la enfermería compartiendo su habitual té de la tarde. Hasta ahora, la conversación se había centrado en los acontecimientos que condujeron a la emancipación de Harry.

"¿Amapola?" Minerva preguntó mientras su vieja amiga refrescaba sus tazas. "¿Has notado algo inusual en Albus últimamente?"

"¿Si te refieres a otra cosa además de su intromisión normal?"

"No, no", respondió Minerva. "Me refería a su obsesión bastante aterradora con Harry Potter". Ella suspiró. "Sé que siempre ha tenido un interés inusualmente fuerte en la vida del joven Harry. Me temo que el estrés de estar en constante vigilancia durante tantos años es... bueno...". Removió su té lentamente, perdida en sus pensamientos por un momento.

Poppy observó a su amiga mientras tomaba otro sorbo de su propia taza.

"¿Me estás preguntando si Albus está perdiendo su habilidad de tomar decisiones racionales, Min?"

Hubo una pausa mientras Minerva ordenaba sus pensamientos. "Sí, Poppy, lo estoy. Últimamente se ha vuelto más y más firme en que tiene el control total sobre la vida del Sr. Potter". Minerva vaciló y luego continuó. "Ha ido tan lejos como para decirme que las protecciones no se reajustarán porque el Sr. Potter DEBE quedarse en Hogwarts si no va a estar con sus familiares. Usó el argumento de que quedarse con Sirius era demasiado peligroso. Esto incluso después de que Harry ganó su emancipación. Albus está en este momento encerrado en su oficina buscando una manera de recuperar el control del niño".