Harry Potter and The Poison Pen [Traducción]

Capítulo 9

¿Necios o esclavos?

Dolores Umbridge rápidamente estableció su base de poder dentro de la escuela. Todos estaban aterrorizados por ella, incluso los profesores parecían temer por sus trabajos. Parecían no darse cuenta de lo que estaba pasando, pero Harry lo dudaba. Vamos, por que Harry sabía, los retratos y fantasmas eran increíblemente chismosos. Todo lo que uno tenía que hacer era escuchar.

Harry sabía, con su continua insistencia del regreso de Voldemort y la estridente negación del mismo por parte del Ministerio, que solo sería cuestión de tiempo antes de que ella intentara expulsarlo.

Lo había tenido detenido durante más de una semana y el período acababa de comenzar. Le dolía mucho la mano. La pluma que ella le hizo usar para escribir sus líneas no usaba tinta. De hecho, abrió mágicamente las líneas en el dorso de su mano mientras escribía en el pergamino, haciendo que las palabras aparecieran en su propia sangre. La escritura ahora estaba tan profundamente grabada en el dorso de su mano que Harry salía cada detención con un trapo ensangrentado bien envuelto, tratando de detener el flujo de sangre hasta que pudiera llegar a su dormitorio y vendarla adecuadamente.

Harry sabía que no era el único que había tenido detención con ella y estaba furioso al pensar en los otros estudiantes posiblemente más jóvenes, también siendo torturados. Parecía estar apuntando a cualquier persona que no fuera sangre pura. Bueno, él se encargaría de eso. Necesitaba hacer una investigación muy discreta antes de poder tomar medidas.

'¿Me pregunto qué pensaría el mundo mágico?' reflexionó dolorosamente. '¿Un maestro designado por el Ministerio que usa un instrumentos de tortura en estudiantes dulces e inocentes? Quizá Oliver tenga que cuestionarlo.' Su sonrisa estaba oculta por las sombras en el pasillo mientras se dirigía al dormitorio de Gryffindor.

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Tres semanas después, estaba en la parte de atrás de la biblioteca, junto a él estaba su capa de invisibilidad y el mapa de los Merodeadores. Harry estaba escondido. Desde el primer día del nuevo trimestre hace casi un mes, siempre había alguien con él. Rara vez tenía tiempo para sí mismo y la única forma en que podía hacerlo era escabullirse.

Solo era muy tarde en la noche o cuando podía escabullirse que podía trabajar en algunos papeles que Lord Peter le había enviado, además de revisar su extracto bancario con los Goblins. Como lo estaba haciendo esta noche. Realmente deseaba no tener que escabullirse, pero ¿Qué más podía hacer? Sus 'cuidadores', generalmente Ron y Hermione, se adherían a él como pelusa sobre lana negra. Lo estaba volviendo loco, y si pensaban que su presencia pegajosa lo llevaría a perdonarlos, ¡no era muy probable! En todo caso, los estaba separando aún más. Aún así, había una ventaja... ¡tenía una coartada preparada cuando la gente buscaba a Oliver Twist! ¡Uno suministrado por su propio director!

Harry sabía que su correo estaba siendo revisado. Afortunadamente, había arreglado esa entrega de correo con Dobby como mensajero de primera pasada. De lo contrario, Harry habría estado jodido.

Todavía estaba molesto de que Dumbledore lo mantuviera ignorante de las Costumbres Mágicas. Sin embargo, el joven mago no era tonto, incluso si se vio obligado a jugar a uno. Lord Peter estaba llenando bastante bien este vacío en la educación de Harry. El Sombrero Seleccionador sabía lo que estaba haciendo cuando dijo que a Harry le iría bien en la Casa de las Serpientes.

Era medianoche cuando Harry terminó su papeleo. Solo tenía una cosa más que hacer. Frotándose suavemente su mano recién cicatrizada, Harry escribió una queja a Lord Peter y otra a los Goblins. Era ilegal usar un artefacto oscuro, como una pluma de sangre, en cualquier persona menor de 17 años e incluso entonces sólo se usaba para firmar documentos muy importantes. La señora Dolores Umbridge era funcionaria del Ministerio y, como tal, debería conocer la ley mejor que la mayoría. Harry también proporcionó la fecha, la hora y la documentación del incidente para continuar con su queja.