Harry Potter and The Poison Pen [Traducción]

Capítulo 19

¿Sangre pura versus nacida de muggles?

Harry entró a la biblioteca para terminar su ensayo de Encantamientos. Lo que vio le hizo detenerse y mirar. Hermione Granger estaba casi enterrada debajo de una mesa llena de libros, pergaminos y panfletos. Harry estaba acostumbrado a verla rodeada de libros, pero hasta este punto era muy inusual. Sin embargo, sabía que una Hermione en una misión era algo aterrador, por lo que se acercó con cautela. Quedaban dos preguntas, ¿Qué cruzada estaba persiguiendo esta vez y cuánto tiempo había estado aquí?

"¿Hermione? ¿Hermione?" susurró Harry, mirando a su alrededor en busca de la formidable Sra. Pince.

"¿Eh qué?" Hermione parpadeó hacia él, mientras dejaba su pluma. "Oh, Harry."

"¡Bueno! Para alguien que me ha estado acosando durante semanas por ser su amigo, pareces molesta de verme", dijo Harry, tratando de mantener la amargura fuera de su voz. Se sentó en una silla junto a ella, evitando con cuidado la pila de libros que tenía delante.

"Oh, Harry, no es eso", dijo Hermione con un suspiro. Miró a su alrededor y luego susurró. "Estoy tratando de demostrar que Oliver Twist está equivocado sobre las elecciones de carrera en el Mundo Mágico. Quiero decir, la profesora McGonagall dijo que podía ser lo que quisiera, incluido en futuro Ministro de Magia".

"¿Y ahora?" preguntó Harry.

Hermione parecía que estaba apunto de estallar en lágrimas. "¡Twist tenía razón! En la historia del ministerio, ningún nacido de muggles ha ascendido al puesto de Ministro. De hecho, solo un mestizo lo hizo y eso se debe a que él mismo nació en una antigua y noble casa de sangre pura y tenía el respaldo total de esa Casa. ¿Por qué Harry? ¿Por qué la profesora McGonagall me mintió?"

"¿Le has preguntado?"

Hermione suspiró, se frotó los ojos y sacudió la cabeza. "He tenido miedo de hacerlo".

"¿Eres Gryffindor o no, Hermione?" Harry la desafió. "No hay nada de malo en hacer preguntas, no es ilegal".

También había sido un duro golpe para Harry, cuando los Inefables respondieron a sus preguntas sobre carreras en el Mundo Mágico. Según ellos, la única manera en que un nacido de muggles podía llegar a alguna parte era casarse con una familia acomodada de sangre pura, como lo había hecho su madre.

Y según los goblins, los hombres Potter habían sido una ley en sí mismos. Habían tenido la influencia política y la riqueza para hacer lo que quisieran. Desafortunadamente, ahora que Harry era el último de su linaje y todavía menor de edad con casi ningún entrenamiento en el área política, la influencia de Potter se estaba desvaneciendo. Los goblins culparon a Dumbledore más que a nadie por eso.

Harry estaba bastante seguro de que el viejo entrometido tenía sus propias razones para dejarlo tan ignorante de su herencia, pero no podía entender cuáles eran. Los goblins y Lord Peter mencionaron algo sobre una profecía que estaba siendo observada muy de cerca, no solo por Inefables, sino también por Dumbledore. Si Harry quería ver esa profecía, tendría que esperar hasta las vacaciones de Navidad cuando estuviera lejos del control de Hogwarts y Dumbledore.

"Lo siento, Hermione", dijo Harry, volviendo sus pensamientos al presente.

"¿Por qué? No es tu culpa," resopló Hermione, frotándose los ojos. "Le enviaré una lechuza a mis padres con estas estadísticas, probablemente me sacarán de Hogwarts. ¡Y además, voy a aconsejar a todos los demás hijos de muggles en esta escuela que hagan lo mismo!"

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Los Jefes del Panel de Colocación Laboral, Gestión de Carreras y Ministerio tenían su propia reunión después de que Fudge lanzara el ultimátum.