capitulo 63

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¡Ngh, mi cabeza duele tanto! Es como si estuvieran dándole con un martillo, demasiado ruidoso como punzante.

Ese par de ojos azules parpadean con desorientación, no podía abrirlos bien porque hasta la poca luz que invade la habitación, es muy incómoda.

Entre despierto y dormido él mira hacia un lado de la cama. Fue entonces cuando esos ojos azules se abrieron como platos al ver el deslumbrante ser, dormido de lo más cómodo junto a él.

—¿Eh?...¡Ay!—Retrocedí tanto para atrás que terminé por caerme de la cama.

Ver el rostro dormido de mi jefe, en mi cama. Fue lo suficiente sorprendente para despertarme de mi somnolencia.

¿Por qué mi cuerpo duele como el demonio? Más mi cintura, mierda!! ¿Que sucedió a noche?

—¿Yael?—Se sienta en la cama, frota sus ojos.

Al sentarse en la cama la frazada que cubría su cuerpo, cayó hasta su esbelta cintura.

El rostro de Yael se convirtió en magma ardiente al ver la visibles marcas de dientes y chupones en la pálida piel de jefe.

—¡J-Jefe!—No sabía que más decir, todo es tan confuso.

Mi cabeza es una pared blanca, no puedo ver nada más que solo ese color. ¿Cuánto alcohol tomé anoche? Fue demasiado para terminar de esta manera.

—¿Estas bien?—Se levantó para ayudar a Yael.

Su cuerpo lleva solo un bóxer rojo, Yael no podía seguir viendo el cuerpo de su jefe de una manera descarada. Bajo su rostro solo para llevarse una sorpresa más fuerte.

Él estaba desnudo con muchas marcas en sus muslos, pecho. Sus pezones son dos cerezas apunto de reventar por lo e hinchados. Pero lo que más lo asusto y lo dejo en shock fue lo que salía entre sus piernas, era un líquido viscoso.

Yael en medio de ese shock, había deducido lo que había sucedido. Su alma salió de su cuerpo.

—¿Yael?—Con cuidado lo arropa por completo, lo acuesta en la cama.

¿No recuerda nada? Si es así, ¿en que me convierte eso? ¿En un perpetrador? Debí echarlo cuando aún era consciente de lo que hacía....pero ver esa expresión me hizo olvidar lo que estaba bien y lo que no.

—¿N-Nosotros...lo hicimos?—"¡Y fui el debajo!" Es algo que no puedo decir en voz alta.

Sigo cometido error una y otra vez. No me canso de hacerle las cosas difíciles a otras personas. Lo peor es que no recuerdo nada, pero puedo asegurar que fui yo, quien hizo el primer movimiento.

¿Por qué lo sé? Porqué cuando estoy ebrio me vuelvo de diferente manera, Klaus me lo dijo una vez.

"Yael, nunca bebas demás fuera de casa. Empiezas confundir a las personas conmigo y quieres besarlas."

Desde ese momento no bebía más de tres cervezas o un vaso de vino.... ¡Mencionaria el nombre de Klaus!

Yael vio con temor a su jefe, lo menos que quería era decir el nombre de otra persona en medio del sexo, sin importar que no hubieran sentimientos de por medio. Eso sería desagradable y una bajeza para la persona con la que lo haces.

¿Por qué demonios me lo tomo tan a la ligera? ¡¡Fui yo quien recibo, yo!! Toda mi vida he sido el activo, ¡Como pude ser el de abajo y con mi jefe! ¡Mi jefe!

¿Ahora que voy hacer? Esto no se compara en nada con gritarle como esa vez en el pasillo, esto es mucho más grave.

—Así que, no recuerdas nada—Hablo un poco decepcionado.—Es entendible, nos tomamos unas doce cervezas más dos botellas de vino del 79.

No quiero decirles adiós [Finalizada] [AlfaxBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora