ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 8

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Dustin está manejando uno de los carritos de carga en el cual, están Robin, Erica y detrás Isabel y Steve.

- ¡Por dios más lento! - se queja el castaño, ya que parece que están en un zamba en vez de un auto.

- Si, ¿Qué es esto, las 500 millas de Indianapolis? - bromea Isabel.

- Son 300 millas - le responde Steve.

- No, tonto, ¡Son 500!

- ¡Son 300! - le marca tres con sus dedos el chico.

- Mejor digamos que un millón - termina diciendo la chica a lo que los dos ríen.

- ¿Qué les sucede? - pregunta Erica.

- No lo sé, pero es divertido - responde con una sonrisa Robin al ver a sus dos amigos de esa forma.

- Dustin, ¡Cuidado! - le grita Erica viendo que el chico esta por chocar.

- ¡Mierda!

El chico choca el carro de carga contra unos barriles, haciendo que Steve e Isabel se golpeen un poco.

- ¿Están bien allá atrás? - trata de corroborar el niño, a lo que solo recibe como respuesta quejas de dolor - Están bien.

Los tres bajan y abren la puerta de atrás para bajarlos.

- Vamos. Tenemos que irnos ahora - los dos chicos apenas se mueven - ¡Rápido, vamos!

- ¡Vámonos! - grita Robin.

- Aquí vamos - dice Dustin colocando la tarjeta en el scanner logrando llamar el ascensor.

Todos se suben a este y se dirigen a la salida, pero mientras Steve e Isabel se divierten un poco armando un castillo de cajas.

- ¡Es más grande que mi casa! - comenta entre risas Isabel.

- ¿Dices que podremos vivir en él? - pregunta Steve.

- Lo veo algo inestable, pero nos puede servir por unos días - responde la castaña para luego conectar miradas y reírse.

Los otros tres chicos solo se los quedan observando totalmente confundidos.

- Parecen borrachos - habla Erica.

- ¿Por qué estarían borrachos? - la observa Dustin.

- ¡Mira Isabel hasta puedo saltar dentro! - grita el chico para luego derribar toda la casa construida, haciendo que los dos caigan al suelo, estos miran a su alrededor y luego conectan miradas para reírse a carcajadas.

Dustin y Robin se acercan a ellos para tratar de tomarles la temperatura.

- Está ardiendo - le avisa el niño.

𝕽𝖔𝖒𝖆𝖓𝖈𝖊 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝕾𝖙𝖗𝖆𝖓𝖌𝖊 | 𝘚𝘵𝘦𝘷𝘦 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora