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Los cuatro adolescentes llegan a la casa de Jonathan y comienzan a llevar a cabo su plan, colocan devuelta cada foco de las luces de colores, luego la trampa en el medio del pasillo, Nancy recarga el arma, Thomas le pone clavos al bate de beisbol, Isabel arma las flechas y las carga en el bolso y por último hacen todo un camino hasta la trampa con nafta para luego quemarlo.
-Recuerden... -dice Jonathan.
- Directo al cuarto de Will -comienza repasando el plan Isabel.
- No pisamos la trampa -le sigue ahora Thomas.
- Esperamos que se mueva el yoyo -sigue Nancy.
- Entonces... -Jonathan saca el encendedor y lo prende en señal de que quemaran al monstruo.
Todos asienten con miedo por lo que harán.
- ¿Están listos? -pregunta Thomas.
- Listos -le responde Nancy.
Cada uno saca un cuchillo y lo lleva a su mano izquierda.
-A la cuenta de tres... Uno, dos... No es necesario si no quieren hacerlo -dice al ver las caras de temor de lo demás.
- Jonathan sigue -le contesta concentrada Isabel.
- Solo digo que no tienen que...
- Tres -dice Nancy y los cuatro se cortan la palma de la mano.
Comienzan a dejar caer la sangre por todo el suelo y luego rápidamente comienzan a vendarse la mano.
- ¿Oyeron eso? -comenta Nancy y todos se quedan observando el lugar.
- Es el viento, nada más - le responde Jonathan, todos se quedan en silencio -Mi madre dijo que cuando el monstruo aparece, las luces parpadean.
Isabel termina de vendar a Thomas y se quedan los dos observándose a los ojos, pero ella al darse cuenta saca su mirada de él.
- ¿Qué te sucede? -le pregunta su mejor amigo - Después de la pelea has estado rara.
Ella se queda unos segundos en silencio aun sin dirigirle la mirada.
- ¿Te parezco atractiva? -le pregunta sin más ahora si mirándolo.
- ¿Atractiva? -dice confundido - Hum, si claro...
- ¿Pero atractiva, en el sentido que podría ser tu novia? -le dice tratando de que el chico entienda.
El se la queda mirando unos segundos confundido - ¿Puedo ser sincero?
-Si, por favor -le responde con miedo a lo que el chico pueda decir.
- Me pareces una chica hermosa, pero no seria tu novio, para nada -le dice algo tímido y con temor a la reacción de esta. Isabel sonríe y larga un suspiro, a lo que el copia - ¿Por qué sonreímos? -dice aún sin entender a que va todo esto.
