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-Creerás que estamos locos - dice Isabel largando una pequeña risa mientras se acerca a la puerta de su casa.
Stefan ríe y niega con la cabeza.
-Puedes decirme la verdad, sé que esto suena descabellado - insiste.
- Tal vez un poco - se sincera el castaño - nunca creí que estaría detrás de unos rusos.
- Yo nunca espere muchas cosas, pero aquí estamos - dice en voz baja - Sabes cómo es Dustin le gusta descubrir cosas y entrometerse en donde "no lo llaman" - termina acentuando las últimas palabras.
- Por lo menos tiene quienes lo ayuden - le regala una media sonrisa a la chica.
- Si eso es cierto - baja la mirada al pensar en Steve quien siempre está detrás de su hermano y no lo deja solo en sus locas ideas.
- ¿Estas bien? - pregunta el chico al ver que esta se quedó en silencio pensando - Digo por lo que tú me contaste tu y Steve estaban enamorados y no quise tocar el tema ayer, pero quería saber cómo te sientes al volver a verlo luego de todo este tiempo - dice tímidamente- si es que tú quieres contarme, no es necesario si no quieres, lo entiendo... - comienza a hablar más rápido, pero Isabel lo interrumpe.
- Estoy bien - le dedica una sonrisa - Si fue raro al principio, pero creo que los dos ya maduramos y podemos convivir como amigos - en el fondo sabe que eso es mentira, pero quiere creer que puede con esto, sabe que Steve no se ira tan fácil de su vida por eso necesita enfrentar la realidad y seguir adelante - Gracias por preguntar - termina la chica, mientras pone su mano encima del hombro del chico en señal de agradecimiento - Y realmente, gracias por ayudarnos con todo esto.
- No hay de que, siempre que pueda ayudare, en especial a Dustin y a ti - contesta con sinceridad, mientras la observa a los ojos.
Isabel asiente, ya que sabe que el chico no miente, siempre fue muy bueno con todos y nunca se quejó de nada, ayuda sin pedir nada a cambio.
-Bueno, iré a descansar un poco de todo este día tan agitado - corta el silencio que había entre los dos - Buenas noches Bel - este se acerca a la chica y le da un beso en la mejilla.
La castaña forma una pequeña sonrisa al sentir los labios del chico en su mejilla. Stefan se aleja de la chica con una sonrisa vergonzosa por lo que hizo.
A lo lejos se encuentra un auto estacionado en la vereda del frente, se trata de Steve quien vio todo lo sucedido, y por su cara no parece estar muy contento.
De pronto el ruido del timbre la saca de sus pensamientos, haciendo que lleve toda su atención a la puerta, se queda quieta por unos segundos esperando a ver si la visita es para alguien de su familia, pero al parecer nadie se hace presente, el timbre vuelve a sonar, así que dando un largo suspiro de cansancio Isabel se acerca y abre la puerta, pero su cara de molestia cambia cuando se encuentra con Steve parado frente a ella.
