blue blood | enhypen

019

— heeseung's pov:

Entendía que Moon Minah estuviese enojada o molesta por cómo me comporté, pero el verla ignorarme me alteraba un poco. Estaba acostado sobre la cama mirando el techo y pensando en cómo iba a lograr que Minah al menos me dirigiera un bufido.

Me molestaba que, no parecía querer alejarse cuando Jay o Jake se le acercaban, pero cuando se trata de mí, siempre me evita o rápidamente deshace la atmósfera entre ambos, parece que huye de mí. Y cuando al fin parecía que todo iba mejor entre ambos, lo arruino dejándome llevar por mis impulsos.

Bajé las escaleras decidido a hablarle y a pedirle perdón más formalmente, sin embargo, antes de terminar de bajar la vi junto a Sunghoon, este último parecía algo decaído mientras la envolvía con sus brazos, pensé que ella lo apartaría de inmediato, pero en cambio, acarició su mejilla.

— Genial, Heeseung, ahora hasta es amable con Sunghoon antes de que siquiera te vuelva a ver a ti. — susurré completamente derrotado.

No lograba entender qué tenía yo tan desagradable que la hacía siempre huir de mí.

Alejé todos estos pensamientos de mi cabeza al momento de ver cómo Sunghoon comenzaba a sollozar mientras observaba con fijación los orbes de la más baja. Esto me llenó de intriga y dolor, en muy pocas y contadas ocasiones vi llorar a Sunghoon, y el recuerdo de él gritando mientras abrazaba el ya inerte cuerpo de su amada llegaron a mi mente. Fue desgarrador verlo llorar de esa forma, y este sentimiento de impotencia volvía con el recuerdo.

Decidido bajé la última grada restante y mi cuerpo se heló en cuanto lo escuché decir ese nombre.

Cerise.

Fue ella su gran amor. Fue ella a quien vio morir.

¿Por qué llamaba a Moon Minah de esa forma?

— ¿Qué está pasando? — ambos me miraron con coordinación alejándose unos centímetros al mismo tiempo. Sunghoon tenía sus ojos enrojecidos y sus facciones denotaban una tristeza profunda. — ¿Park Sunghoon? ¿Estás bien?

Me acerqué a paso rápido hacia él, me preocupaba verlo así, teniendo en cuanto cuan frío y apartado se había vuelto con respecto a sus sentimientos.

— Yo... — me miró a mí y seguidamente miró a Moon Minah, en ese preciso momento pareció darse cuenta de lo que había sucedido. — Lamento lo que acaba de pasar, Moon Minah, no volverá a suceder. Discúlpame. — su voz no tenía emoción.

— Sunghoon. — coloqué mi mano sobre su hombro. — Si me necesitas, dímelo, confía en mí. — él sonrió amargamente y suspiró, para así asentir con su cabeza y alejarse de ambos.

Le seguí el paso con mi mirada hasta que la puerta principal se cerró tras su espalda. Dirigí ahora mis ojos a Moon Minah, en busca de alguna respuesta.

Ella me miró un milisegundo con total desprecio y seguidamente se giró hacia el lavamanos.

— ¿Qué estaban haciendo? — cuestioné colocándome a su lado. Ella me miró de reojo y bufó, alejándose de mí. — Moon Min—

El sonido de la tetera estampándose contra la cocina me interrumpió. Lo había hecho adrede. Ella definitivamente estaba dispuesta a ignorar mi existencia y de paso, dañar los electrodomésticos.

Pero no iba a darle el gusto, no me iba a alejar, iba a tener que lidiar con mi detestable existencia a su lado, ya que aparentemente su existencia me tranquilizaba. Iba a ser egoísta, por primera vez.

Si Moon Minah iba hacia el refrigerador, yo también lo hacía, si se quedaba quieta, también lo haría. Pero ella continuaba ignorándome, así que rendido me senté en el desayunador a comer una galleta.