blue blood | enhypen

025

— Narrador Omnisciente:

La noche los abrazaba con nostalgia, el frío del otoño los envolvía y la tenue vela del centro les iluminaba.

Los siete estaban sentados en un círculo, con apenas la luz de una vela. Heeseung sacó un papel de su chaqueta y lo desdobló, para después colocarlo con decisión sobre el suelo.

— ¿Desde cuándo dibujas? — Jungwon tomó el dibujo en sus manos observándolo con admiración.

— ¿Por qué la dibujaste a ella? — ahora Sunoo tomaba el papel para levantar su vista en dirección a Heeseung.

— No fui yo quien dibujó. — hizo una pausa. — Fue Moon Minah.

Todos hicieron la misma mueca al mismo tiempo. Sus ceños fruncidos y sus bocas entreabiertas adornaban sus rostros.

— ¿Qué? ¿Por qué ella la dibujaría? — Riki acercó la vela hacia sí para ver el dibujo con claridad.

— ¿Cómo conoce Minah a la Madre Luna? — Jake formuló la pregunta que todos se cuestionaban. — Ella nunca ha sido de involucrarse personalmente en esto.

— Dijo que se le ha estado apareciendo en sueños y en todos los lugares, junto con una chica idéntica a ella. — Heeseung pasó con frustración sus manos por su rostro. — Lo que no entiendo es por qué y para qué se le aparece, y tampoco sé quién puede ser la chica.

— ¿Qué más dijo? — Sunghoon buscó la mirada del mayor.

— Que la atormentan con sus palabras, eso es todo. — respiró profundamente. — No hablamos mucho.

— ¿No hablaron mucho? — Jay frunció su ceño y se levantó, sacudiendo su pantalón del polvoriento piso.

— No.

— ¿Entonces por qué duraron tanto allá arriba? — Jake imitaba la acción del anterior y se colocaba de pie.

Ahora Heeseung se levantó: — Me le confesé a Moon Minah, y nos besamos. — arrebató el dibujo de las manos de Jake. — Y por lo que sé, no hablas mientras besas a alguien.

— ¿Te le confesaste? ¿Te besaste con ella? ¿Otra vez? — Sunghoon al igual que el resto se encontraba de pie.

— Sí. — sus ojos eran una laguna oscura. — Mientras nos besábamos, su cuaderno cayó al suelo. — comenzó a doblar el papel entre sus manos.

Jay y Jake solo guardaban un silencio sepulcral, ese del que eres dueño cuando tu corazón duele y la traición se hace presente.

— De hecho, se me olvidaba decirles. — en los labios de Heeseung se dibujaba una sonrisa muy disimulada, le gustaba sentir que llevaba ventaja por sobre los demás. — En su cuaderno estábamos nosotros...nos dibujó.

— ¿En serio? — Riki sonrió mirando al pelinegro. — ¿Yo también estaba?

— Todos. Lo extraño es que para la fecha que nos dibujó, aún no nos conocíamos. — se cruzó de brazos.

— Sí, es extraño. — Jake frunció su ceño. — Pero me parece detestable que sabiendo la situación te vuelvas a besar con ella.

— Nosotros no podemos darnos el lujo de confesarnos, Heeseung. Eres un total idiota que solo pensó en sus propios sentimientos. — Jay dio un paso al frente.

— ¿Tienes una idea de cuán herida estará si se da cuenta de la verdad? — Sunghoon miró con desdén a su amigo.

— Ella no tiene porqué saberla. — evitó la mirada del menor.