La Casa del Árbol

~13~

Domingo. 7:00 AM.

Desperté y fui al baño, hice mis necesidades, me lavé la cara y luego bajé a la cocina, ahí estaban mis padres.

—Buenos días padres —dije entrando.

—Burnos días hija —dijo mi madre.

—Buenos días cariño —habló mi padre.

Me serví el desayuno y me senté a comer.

—¿Y hoy verás a el hijo de los vecinos? —preguntó mi padre alzando una ceja.

—No, no lo sé, quizá... —iba a seguir hablando pero me interrumpió.

—¿Cómo que "quizá"? —dijo.

—Quizá si, porque somos vecinos, en cualquier momento nos podemos ver, en el patio o en la entrada —expliqué.

—Ah —soltó más tranquilo.

—¿Y hoy saldrás hija? —habló mi madre metiéndose un bocado de comida a la boca.

—No lo sé, quizá más tarde Noah me invite a salir o yo lo invite, no tengo nada planeado —le dije.

—¿No quieres venir con nosotros?, los Gallagher nos invitaron a almorzar a su casa —dijo ella.

—¿Los Gallagher nos invitaron? —dijo mi padre sorprendido.

—Si, Lauren la madre de Aidan nos invitó —dijo ella.

—Ok —asentí y seguí comiendo.

—Pero si no quieres ir no te vamos a obligar —dijo mi padre intentando hacer que me quede en mi casa para que no vea a Aidan, pero no va a funcionar.

—No, si Lauren nos invitó a comer, hay que ir los tres, así que si iré —dije yo y mi padre hizo una mueca.

—Ya Matt, Aidan y _____ solo son amigos, ¿verdad? —mi madre me volteó a ver y yo asentí con la cabeza afirmando— ¿vez?, —lo vió a él— y si los chicos quieren ser algo más no hay problema.

—¡MADRE! —grité yo, no tan fuerte.

—¡EMMA! —gritó mi padre igual que yo.

—¿Qué?, Él es un chico guapo, tú eres una chica hermosa, son amigos y puede que su amistad no se quede como la de Noah y tú, sino que vaya más allá que eso, y terminen enamorados —explicó ella con simpleza.

—Pero yo no quiero enamorarme de Aidan —dije yo.

—¿Vez?, La niña está de mi lado —le dijo mi padre a mi madre.

—Lo siento pero eso no lo decides tú, lo hace tú corazón —dijo ella señalando mi "corazón".

—¿Y si lo obligo a no enamorarse? —dije con esperanza.

—Solo estarás engañandote porque al final te darás cuenta que estás profundamente enamorada de él —dijo mi madre, me quedé viendo fijamente un punto, pensando si eso algún día podría pasar, —igual que mi padre—.

Después de desayunar, y que mi madre me explicara como podría terminar enamorada de Aidan, subí a mi habitación, me bañé, me cepillé los dientes y me cambié.

Hoy mi madre hizo la limpieza de la casa, excepto mi cuarto ya que eso lo hago yo, en todo ese tiempo no dejé de pensar que algún día podría terminar enamorada de Aidan.

Pero recordé que ayer dejé cosas tiradas en mi casa del árbol así que fui a ella para recogerlas y ordenar la casa, y en lo que iba para allá seguía pensando.

Si nos volvemos amigos y convivimos mucho, como dijo mi madre, puede que nos llevemos bastante bien y que nuestra amistad no quede como la de Noah y mía, sino que vaya más allá, y terminemos enamorados.

Sinceramente ayer con Aidan, me la pasé bien, no había sonreído tantas veces en un día como lo hice con él, y ahora que lo digo me da miedo seguir haciéndolo, y que Aidan me agrade tanto, que me encariñe con él, y que luego del cariño vaya el amor, y no como amigos, sino como pareja.

Todo el tiempo intenté que un chico me gustara para tener novio, y ahora que tengo un chico guapo viviendo a un lado de mi casa y que además le gusto, me da miedo terminar enamorada de él, terminar enamorada de Aidan Gallagher.

—Hola —escuché que dijeron a mi lado izquierdo, voltee y era Aidan.

Ahora como lo voy a ver sin pensar que un día podría terminar enamorada de él.

—Hola —le respondí nerviosa— ¿qué haces aquí? —le pregunté aún nerviosa.

—Pues, te vi salir por mi ventana y corrí para acá para saludarte... para aclarar, de vi salir por la puerta de tu casa desde la ventana de mi habitación —con esa explicación que claramente no necesitaba hizo que mis nervios se esfumaran.

—Eres un tonto Gallagher, ¿y qué? ¿Ahora me acosas? —dije burlandome.

—No, claro que no, solo que estaba viendo por mi ventana y luego te vi salir y quise hablarte, eso es todo, por supuesto que no te acoso, me gustas pero no haría eso, eso es de enfermos y yo no estoy enfermo, solo te quería hablar y como te vi salir aproveché la oportunidad —explicó algo nervioso y me hizo sonreír, ¿otra vez?.

¿Nos acabamos de encontrar hace unos segundos y ya me está haciendo sonreír?, creo que así no podré evitar que mi corazón llegué a sentir algo por él.

—Lo sé, Gallagher, ¿y ahora que?, ¿Aprovechas las oportunidades? —dije burlandome de él.

—Si se tratan de ti, voy a tratar de aprovecharlas todas a lo máximo —me dijo él, ¿por qué hace eso?

—Ok, ya basta de hacer eso —le ordené.

—¿Qué cosa? —preguntó confundido.

—De andar diciéndome cumplidos y esas cosas para hacer que me gustes —dije.

—Solo estoy siendo sincero —aclaró él.

—Entonces deja de ser sincero —le pedí.

—¿Qué?, ¿A caso tienes miedo de que yo te llegue a gustar? —preguntó, con tono de burla.

—¿Sabes qué?, Mejor seguiré con lo que iba a hacer, Adiós Gallagher —comenzé a subir la escalera de mi casa del árbol.

—Adiós, linda —se despidió.

—Ponte algo lindo para mí —le pedí bromeando refiriéndome a la comida.

—Solo si tú lo haces —propuso.

—Claro que lo haré —le dije y entré a la casa, recogí todo y limpié mi casita, llevé la canastita con las cosas dentro de ella a la casa, lavé los trastes, los sequé y los guardé.