La Casa del Árbol

~19~

Al día siguiente amanecí en mi cama, no sé ni siquiera que pasó ayer, sólo recuerdo haberme estado riendo por algo que dijo Aidan mientras veíamos Barbie, y luego de eso todo es negro.

Pero luego lo averiguaré, salí de la cama sin ver la hora y fui a mi baño, hice mis necesidades y luego me metí a bañar.

Al salir caminé directo a mi armario y busqué el uniforme del colegio, terminé de alistarme y bajé a desayunar.

Cuando llegué a la cocina todo estaba en silencio, había una nota de mi madre en la mesa diciéndome que hoy se fueron más temprano.

Arrugué el papelito y lo tiré a la basura, y me dispuse a cocinarme unos panqueques para desayunar.

Cuando acabé me serví tres en un plato con un vaso de leche, y me dispuse a desayunar mientras pensaba en tonterías.

Cuando terminé de desayunar, lavé mis trastes y los dejé secándose, subí a mi habitación a lavarme los dientes y por mi mochila, cuando agarré mi teléfono para meterlo a la mochila vi la hora y eran las seis y media, ¿A qué hora me había levantado?

Metí mi teléfono a la mochila y revisé si llevaba las llaves de la casa y si estaban, bajé al primer piso, dejé mi mochila en la sala y le di de comer a Summer, la acaricié un momento y luego fui por mi mochila y salí de la casa y cerré la puerta con llave.

Aprovechando que era temprano me iría despacio, saqué mis audifonos y me puse a escuchar música mientras que caminaba.

De rrepente vi que una persona comenzó a caminar conmigo, voltee a ver de reojo y era un chico, venía vestido con un pantalón negro y una sudadera negra, traía la capucha puesta, y traía una mochila, me quité el audífono del oído derecho por si las moscas.

Estaba quitándomelo mientras veía al chico de reojo, iba tan concentrada en él que di un brinco cuando se quitó la capucha y se acercó a mí diciendo "Boo".

Le iba a pegar pero justo en ese instante me di cuenta que era el tonto de Aidan.

—¿Qué te pasa estúpido? —dije quejándome y comencé a caminar dejándolo atrás.

—Relajate —habló, y me siguió.

—¿Cómo quieres que me relaje cuando alguien se acerca a mí misteriosamente? —dije aún exaltada.

—Tranquila solo soy yo —dijo pasivo.

—¿Y si no hubieras sido tú? —le pregunté un poco molesta.

—Pues te hubieras defendió, casi me pegas —recordó.

—Y agradece que me di cuenta que eras tú.

—Gracias al cielo que se dio cuenta que era yo —habló juntando sus manos mientras veía al cielo.

—Tonto —dije y sonreí.

—Me encanta cuando sonríes así —me volteó a ver enbobado, rodé los ojos y le dije:

—¿No crees que es muy temprano para andar diciendo cumplidos?

—Entre más temprano mejor —aún me veía con esa sonrisa.

—Eres un tonto.

—Y tú, ¿No crees que es muy temprano para andar insultando?

—Entre más temprano mejor, y tú te lo ganaste.

—Tú también te ganaste que te dijera eso.

—Mejor callate y dime, qué pasó ayer, ¿cómo es que amanecí en mi cama? —lo vi enarcando una ceja.

—Bueno, lo que pasa es que esta bella durmiente se quedó dormida en la mía, entonces su padre, el rey, tuvo que cargarla y llevarla hasta su castillo para que pudiera descansar en su suave y cómoda cama —dijo dulcemente como si se tratase de un cuento.

—Oh, wow, pero que maravillosa historia —dije sarcástica— y ¿Cómo reaccionó "el rey" mi padre, cuando me encontró durmiendo en tu cama? —dije curiosa.

—Pues creí que se enojaría, pero al verte durmiendo dulcemente, sólo medio sonrió, te cargó y te sacó de mi habitación, y antes de salir solo dijo "gracias" —habló extrañado con el ceño fruncido.

—¿En serio? —pregunté confundida.

—Si —respondió encojiendose de hombros.

Luego de eso seguimos caminando hacia el colegio mientras seguíamos platicando de cualquier cosa.

Al llegar al colegio aún seguíamos juntos, entramos y nos dirigimos a la primer clase de hoy, llegamos y antes de entrar Aidan dijo:

—Las damas primero —y me dejó el paso libre.

—Ya, entra tú —le dije, y rei un poco.

—¡Ash! —exclamó, rodó los ojos y entró, y detrás de él entré yo.

Cuando Aidan abrió la puerta para entrar todos voltearon a ver, pero les dio igual y se quedaron donde estaban, unos palticando y fuera de sus lugares, pero en cuanto me vieron entrar a mí todos corrieron y se sentaron ocupando todos los lugares, dejando el único vacío a un lado de Aidan.

Reí por lo que hacían y caminé a ese asiento.

—Sabía que eran tus cómplices —dejé mi mochila en el suelo, me senté y lo voltee a ver.

—Yo no se los pedí —levantó las manos a la altura de sus hombros, quitándose el peso de encima, y voltee a ver a Noah, quien nos miraba sorprendido y extrañado al igual que los demás.

—Estás bien —me tomó la cara con sus dos manos apachandola— ¿no te sientes mal? ¿Quieres que te lleve con la enfermera? —prosiguió diciendo mientras retorcía mi cara.

—Basta Noah, Aidan y yo hicimos las paces, al fin y al cabo que me callera solo fue un accidente por andar distraída —le hablé seria y quité sus manos de mi cara.

—Ok, entonces ¿ya son amigos? —dijo emocionado.

—No tan rapido, ¿Ok? Sólo llevamos dos día de hablarnos.

—Ok, entonces ¿ya se llevan bien? —volvió a decir y asentí, levemente, Noah sonrió.

—¿Entonces ya no tenemos que ocupar todos los lugares para que te puedas sentar aquí? —volvió a preguntar.

—No —respondí seria, ya me comenzaba a fastidiar.

—¿Entonces Aidan ya puede sentarse al receso con nosotros?

—Si —respondí otra vez seria y Noah sonrió y volteó a ver a los demás chico que estaban en el salón.

—Escuchen chicos!! ya no hay necesidad de que ocupen todos los lugares, la hermosa _____ se va a sentar siempre aquí —señaló mi lugar, y me volteó a ver, sonreí, no puedo estar enojada con este idiota con todas las estupideces que dice o hace.

—¡Uff! —pasó su mano por su frente como si estuviera limpiándose el sudor— ¡que bueno! Porque era agotador tener que encargarme de ocupar todos los asientos para que te sentaras aquí, o encargarme de que los chicos vinieran temprano. Reí.

—Eres un tonto —dije con una sonrisa.

—Yo también te quiero —hizo un corazón con las manos y me lanzó un beso con la boca, y volví a sonreír.