ᴛᴇ ꜱɪɢᴏ ᴀᴍᴀɴᴅᴏ/ᴘᴀʀᴛᴇ2/ʜʏᴜɴꜱᴀᴇɴɢ/ʏᴀᴏɪ/ꜱꜱ501

06

La noche paso muy bien, él que no me dejaba ni un momento es James, es un tipo agradable, puedo ser amigo de él. Lo que me extrañó fue que en ningún momento preguntaron mi nombre, pero ellos están muy seguros de que me conocen de algún lado. Tampoco pararon de hablar del mentado Caches, hablan muy bien de él, puedo notar y ver que lo quieren cómo sí fuera su hermano, pero James se ha expresado diferente, dice que es su mejor amigo y haría lo que fuera por él. Eso me recordó al yo de hace unos meses atrás. Cuando daba todo por Saeng y hacia lo que sea porque él fuera feliz, incluso pensaba más en él, que en mí mismo.

James me saco de mis pensamientos. — ¿Qué piensas?

—De eso que dijiste de este chico, que harías lo que fuera porque este bien, de que estas dispuesto a que te utilice para que se saque al tipo de la cabeza. Yo pensé así una vez, llegué a tener una relación, lo amé demasiado, luche por el para que nadie se metiera entre nosotros, mi padre no aceptaba que estábamos juntos, pero aun así seguimos, hasta que se terminó la relación, por culpa de sus mentiras.

— ¿Por tú padre se acabó? —pregunto serio y negué.

—Mi padre no estaba de acuerdo con esa relación, pero nunca trato de separarnos, nos aceptó porque no le quedaba de otra. Me salí de mi casa para que estuviéramos mejor los dos, creí que todo iba bien, pero un día me dijo que deberíamos de terminar y después me enteré de que se veía con su ex, que me engaño. Se término y ahora estoy luchando para olvidarme de él.

— ¿Y lo sigues amando?

—Quisiera que no, pero sí y no es fácil. —Me bebí la sexta cerveza que tengo en la mano.

— ¿Sabes qué es curioso? Que escuche una historia parecida a esa. Caches se arrepiente de haber engañado al chico que ama, tu historia es muy parecida a la que me conto, incluso es...

Entonces escuché la voz de Young Saeng, bien pude imaginármelo porque estoy algo ebrio. Pero me giré y lo miré, parado a uno 5 metros de mí.

— Hyun Joong. ¿Qué haces aquí? —me pregunto sorprendido. Yo también me sorprendí al verlo, entonces James se puso delante de nosotros y nos miró a los dos.

—Tú eres ¿Hyun Joong? —pregunto sorprendido. Luego miro a Young Saeng.

—Caches, ¿Es ese Hyun Joong del que nos hablaste?

Young Saeng me miró serio y asintió. —Así que tú eres Caches. —Dije también serio.

—Así le decimos porque cuando llego estaba más cachetón.

No pude evitar reírme, Young Saeng al contrario no le gusto eso, pero James y yo nos reímos.

—Sí, sí, muy chistoso. ¿Hyun Joong? ¿Qué haces aquí? —me volvió a preguntar, pero no de buena manera.

—Yo lo invite —Dijo James. — ¿Por qué no dijiste nunca tú nombre? —me pregunto y sonreí.

—Porque nadie me pregunto.

James se quedó serio y luego soltó la risa. —Tienes razón. Nunca lo hicimos. Pero que lastima, yo quería que me dieras eso que tienes debajo de la bragueta de tu pantalón. Ahora tengo que retroceder.

Young Saeng se quedó callado. Al parecer no le agrado el comentario que hizo James. Entonces apareció un chico, beso a Young Saeng en los labios, Saeng lo aparto con cuidado. — ¿Podrías irte? No es momento ahora.

—Sí, sabes dónde buscarme.

Young Saeng no le respondió, pero el chico se fue. Luego James, nos miró a los dos muy incómodo. —Bueno, yo creo que ya la regué demasiado antes de enterarme quien eras y creo que tienen que hablar. Con su permiso. Caches, no me mates después.

James se fue y Saeng se acercó a mi muy serio, pero no incomodo. — ¿De qué habla?

— Más bien, ¿En quién te convertiste? Porque hablaban de un Caches muy diferente al que yo conocí, ahora te describen cómo alguien que se mete con él primero que se le pone enfrente. Que va por ahí acostándose con otros, que tienes muchos chicos detrás de ti. Todos ellos te quieren mucho, tus amigos, incluso creo que James está enamorado de ti. Me describieron a un Young Saeng totalmente diferente. ¿Qué te paso Saeng?

Young Saeng bajo su cabeza. —Nada, que tienes razón, no puedo seguir enamorado de ti toda la vida y que en cuanto me rechaces me vaya a llorar cómo un niño.

Me quedé callado mirándolo. Luego suspiré. Me duele que diga estas cosas, pero tiene razón. Aunque también me da bronca que quiera remplazarme tan rápido y con tanto estúpido. — ¿Sabes que, Hyun Joong? Fuiste muy duro conmigo, sí, tienes razón te oculté muchas cosas, pero no me acosté con él, eso no lo hice. Solo fue un beso o dos, ya ni siquiera recuerdo. Y sí no te dije que me veía con él o que salíamos juntos, fue porque tenía miedo de que te enojaras. Lo hice todo mal, lo sé perfectamente, te engañé, perdóname nuevamente, pero ya no pienso rogarte a que vuelvas conmigo, tampoco pienso llorarte, ir a buscarte o tener sexo contigo, no voy a ser de esos que tienen sexo con su ex, desde que me dijiste todo eso, ya comprendí que no vas a perdonarme, así que, tú haz lo que quieras y yo también lo estoy haciendo. Y sí, me acuesto con cualquiera porque quiero y porque puedo. Ahora salgo de fiesta, dejo que me besen, me toquen, que me hagan lo que quieran, todo esto para olvidarme de ti.

Sus palabras me dolieron y a la vez me enojaron. No pienso reclamarle nada. — ¿Así que, vas a olvidarte de mí? — hice que su espalda chocara contra la pared. Puse mis manos en ella encerrando a Young Saeng entre mi pecho y mis brazos. Saeng solo me miro serio. —No me hagas reír, Saeng, tanto tú cómo yo, sabemos que, aunque no estemos juntos no nos vamos a poder olvidar. Eso es imposible.

Sus lágrimas salieron. —Tal vez tienes razón, pero te voy a superar. Puedo encontrar a alguien más. Alguien que me ame y trate bien.

— ¿Alguien a quien engañes también? —eso lo solté enojado y sus lágrimas salieron, me dio una mirada de arrepentimiento y tristeza.

—No lo volveré a hacer Hyun Joong. —Dijo llorando. —Perdóname. —Inesperadamente me abrazo, bajé mis brazos y no queriendo hacerlo, le respondí el abrazo. Extrañe tanto sus abrazos, oler su cabello, su perfume, sentir su calor. Young Saeng siguió llorando mucho tiempo hasta que se calmó.

Verlo así, me duele mucho. Tanto que podría decirle que nos demos una oportunidad. No sé cuánto más voy a poder estar separado de él. Se que él me ama y de verdad está arrepentido, pero lo que hace también me hace pensar otras cosas. —Perdóname por decirte eso. —Dije más calmado. Saeng me miro con los ojos llorosos y negó.

—No, está bien, tengo que dejar de acosarte y merezco lo que me dijiste.

No le respondí. —Pero, yo sé en el fondo de mi corazón que todavía me amas. Y está bien, entiendo que no puedes perdonarme por lo que hice. Y tengo que seguir mi vida, aunque no estés conmigo. Supongo que tú también lo estás haciendo.

¿Es todo? ¿Se dará por vencido así de la nada? ¿No va a luchar por nosotros? Eso me rompió el corazón y mis lágrimas salieron. Lo abracé muy fuerte no quiero soltarlo.