ᴛᴇ ꜱɪɢᴏ ᴀᴍᴀɴᴅᴏ/ᴘᴀʀᴛᴇ2/ʜʏᴜɴꜱᴀᴇɴɢ/ʏᴀᴏɪ/ꜱꜱ501

25

4 meses después...

El padre de Young Saeng y mi madre se quedaron a esperar. Yo seguí con mis cosas y me mudé al departamento de Young Saeng. Mi madre se queda en el mío y el padre de Young Saeng en otro lado. Todos los días me pongo a leerle a Young Saeng, otros días le pongo música con los auriculares.

Después me voy a casa a tratar de seguir con mis estudios y deberes. Todo lo hago sin ganas. Abrí un cajón de los muebles de Young Saeng y saqué una pequeña caja que antes le iba a dar, le pediría que se casara conmigo, pero nunca encontré alguna idea genial para hacerlo. Lo observé por mucho tiempo y después volví a colocar en dónde estaba.

Comí algo sin ganas. Y fui directamente al estacionamiento. Ahí se encuentra la motocicleta de Young Saeng. Hecha pedazos. Sentí una presencia atrás de mí. Es Yorman. —Voy a arreglarla y venderla.

—Me parece bien, odie esa motocicleta en cuanto se obsesiono con ella. Las dos veces que la uso me preocupaba porque se subía y se iba. Sabía que era peligrosa.

—Sí. Lo son.

—Iré al hospital. Nos vemos más tarde.

—Claro, también iré más tarde. —Dije triste yéndome.

Entre a la habitación de Young Saeng. Sigue igual que siempre. No hay ningún cambio en 4 meses. Me senté en el mismo lugar de todos los días. Cómo siempre mis lagrimas comenzaron a salir. Tomé su mano y lo miré.

—Oye mi cachetón. Hoy cumplimos un año de novios. Te quería dar una sorpresa, pero no encontré una idea única para dártela y, por otro lado, estás aquí, en este estado. Ya tienes cuatro meses sin despertar. Por favor despierta, este sería el mejor regalo que puedas darme. Volver a ver tus ojos preciosos y decir mi nombre. Por favor, mi amor. Tienes que despertar y pasar nuestra vida juntos. No puedes dejarme solo. No podría vivir mi vida sin ti.

Me acosté en su pecho llorando.

Más tarde me quede en la sala de espera mirando televisión. A los lejos miré que venía David. Él me miró y se acercó. —Hola Hyun Joong.

—Hola David.

— ¿Sigue igual?

Asentí triste. —Igual que siempre. Empiezo a creer que estará así para siempre.

Se sentó y coloco su mano en mi hombro. —Ten fe de que va a despertar.

—Estoy perdiendo esa fe David. ¿Qué karma estoy pagando que no puedo estar con quien realmente amo? ¿Por qué siempre algo nos separa? Es como si la vida no nos quisiera juntos.

—Ay amigo. Lo siento mucho de verdad. Pero solo puedo decirte que no pierdas la fe. Él va a despertar cuando menos lo pienses.

Nos quedamos callados. Luego se levantó. —Voy a entrar a verlo.

—Está bien.

En la noche regrese al departamento. Mi madre se quedó con Young Saeng. Yo me senté en la cama mirando las fotos de nosotros que tiene pegadas en el espejo. La tomé de una por una y recordé todos esos momentos que pasamos juntos. Young Saeng es mi felicidad completa. Siempre fue él. Ahora que nadie se mete entre nosotros o nos trata de separar, la vida lo hace.

Finalmente me quede dormido.

Otro día estuve de vuelta en el hospital. En la habitación de Young Saeng.

En la tarde que salí escuche a un chico preguntar por Young Saeng.

Así que me acerqué a ver quién es. — ¿Tú quién eres? —le pregunte. El chico se giró y me miró de pies a cabeza.

—Soy Steven.

Lo miré de pies a cabeza. El famoso Steven. Es guapo. —Eres Hyun Joong ¿verdad?

Asentí. —Sí. ¿Vienes a ver a Saeng?

—Sí. Me gustaría saber cómo esta.

—No ha pasado nada bueno. Sigue sin despertar. Pero si quieres entrar, no te voy a detener.

Le dije el numero de la habitación y entro. Yo me quede sentando en la sala. Minutos después el salió y se sentó a mi lado. —Yo amo a Young Saeng. Desde que lo conocí. Sabía de ti, que te ama, porque siempre fui, algo así como su medicina.

No comprendí lo que dijo. — ¿Su medicina?

Él asintió. —Sí. Su medicina. Significa que solamente me buscaba cuando me necesitaba. Cuando estaba mal por ti y quería olvidarte. Fui alguien a quien uso y yo me dejaba porque a pesar de que le decía que no, siempre algo me convencía y terminábamos teniendo sexo. Siempre fue tan necio, se salía con la suya. Aunque no me arrepiento de haberme acostado con él. Pero también me dejo claro siempre que solo era eso. Sexo. Cuando tú apareciste de nuevo y me mando a la mierda por ti, supe que nunca me iba a amar.

—Hasta hace poco todavía lo buscabas.

—Sí. Quería saber si de verdad él había cambiado por ti. Y me di cuenta de que sí es así. Él cambió porque te ama. No sabía si venir antes, tal vez tú me correrías si me aparecía, pero me sorprende que no lo hiciste.

—No tengo ganas de discutir con nadie. Solo quiero que él despierte. Lo quiero de vuelta en mi vida. Muchos de sus amigos y chicos con los que tuvo antes vinieron a verlo. Y no corrí a ninguno con los que estuvo antes. Sé que me ama. Sé que yo soy solamente. Así que, que venga quienes quieran.