ᴛᴇ ꜱɪɢᴏ ᴀᴍᴀɴᴅᴏ/ᴘᴀʀᴛᴇ2/ʜʏᴜɴꜱᴀᴇɴɢ/ʏᴀᴏɪ/ꜱꜱ501

28

—Me siento completo ahora. —Dice haciendo círculos sobre mi pecho con sus dedos. Yo sonrió.

— ¿No te sentías completo antes?

Sonreí y negó. —No, después de que desperté, pasé dos meses más en ese estúpido hospital, aburrido y tirado en una cama. No podía ni besarte porque siempre había alguien ahí. ¿Sabes cómo me sentía?

—Sí, te entiendo. A causa de eso, pase días masturbándome pensando en ti.

Young Saeng me miró. — ¿Pensabas en mí?

Sonreí. —Sí. Me imaginaba a ti desnudo, así cómo estás ahora.

Young Saeng me dio una mirada llena de amor. Una mirada que siempre ha tenido para mí. — ¿Y te gusta cuando lo hago?

—Me encanta. Eres un experto.

Me abraza y termina besándome. —Eres el amor de mi vida. Nunca quiero separarme de ti Hyun Joong.

Acaricie su oreja. —Tú eres, el amor de mi vida, primer amor. Primero en todo, mi primer novio. Y quiero que pasemos a algo más formal.

Young Saeng se separó un poco y me miró curioso. — ¿Formal? Nuestro noviazgo. ¿No es ya formal?

Sonreí. Lo bese rápido y se acomodó sentándose. Yo saque la caja negra que tenía guardada en unos de los cajones de la cama, pero antes de enseñárselo la deje a un lado de la cama en el piso. Y me senté.

—Amor. ¿Recuerdas que antes de tu accidente te dije que tenía una idea que estaba buscando y que se acababa el tiempo?

—Ah si, ahora lo recuerdo. Había olvidado eso. Yo quería saber que tanto buscabas, pero nunca me dijiste nada. ¿Ahora me dirás?

Sonreí.

—Yo quería encontrar una idea original, única, genial para pedírtelo. Pero no la encontré. Luego, paso lo de tu accidente y estuve preocupado porque despertaras, así que dejé de buscar. Sólo me interesaba que tu estuvieras bien, mi amor. Entendí que la manera en que lo pida no importa, lo importante es el amor que nos tenemos. ¿No crees?

Asintió mirándome. — ¿Y qué querías pedirme?

Tomé la pequeña caja del piso y se la mostré. —¿Qué hay ahí?

La abrí y se sorprendió. — ¿Quieres casarte conmigo y amarnos hasta la muerte?

Young Saeng sonrió y asintió rápidamente. —Sí, sí quiero casarme contigo, mi amor. —Me dijo feliz. Tomé su mano y coloqué el anillo en su dedo.

Luego nos besamos lentamente. —Te amo tanto. Hyun Joong.

Nos abrazamos.

*****

En la mañana escuche que alguien tocaba la puerta. Bostece y levantándome busque algún short flojo para salir a abrir la puerta. Cuando lo hice, miré a estos dos muy felices. Entraron al departamento y miraron la ropa tirada.

—Vaya. Parece que estuvieron recuperando el tiempo perdido a noche. —Dijo Jung min.

Sonreí al recordarlo. —Sí. Aun no acabamos. Nos están molestando. —Dije bromeando.

—A ver tortolito, tendrán que esperar, porque no se sí recuerdas. Pero tenemos una reunión de bienvenida para Young Saeng en la casa que compro su padre y si no llegamos a tiempo se te va a armar con tu suegro. —Dijo Jung min.

—Y para ese humor que se carga al igual que tu padre. Va a arder trolla.

Me reí.

—El padre de Young Saeng es muy relajado. Y mi padre tiene que entender que necesitamos tener tiempo para nosotros. No les toca más que esperar. Voy a levantar a Young Saeng y a darnos un baño.

Hyung Jun tomo el control remoto de la televisión y la encendió. —Bueno, aquí te esperamos. Veremos alguna película.

Los dos se acomodaron y yo los mire nada más. Los dejé ahí y entre a la habitación de Young Saeng.

Me acerqué a su lado. Toqué su nariz y abrió los ojos. —Déjame dormir. ¿Quieres?

Me reí. Besé su nariz y volvió a abrir los ojos. —Levántate, ¿recuerdas que tenemos una reunión en la casa de tu padre?

Young Saeng se estiro, se levantó aun desnudo y se montó en mi regazo. —Podemos llegar más tarde y hacer desayunar un poco en el baño antes de irnos.

Sonreí. —Me gusta esa idea. Pero hay un problema.

Young Saeng me miro un poco enojado. Luego toco su erección y lo movió. Yo sonreí. —Esto es un problema muy grande. Voy a tener que hacerme un trabajo manual.

Lo tomé de su trasero y me levanté con él llevándomelo hasta el baño y encerrarnos. Young Saeng se bajó de mí, me quito el short, luego me dio la espalda para dejar correr el agua. Luego nos metimos ahí, dejando el agua recorrer nuestros cuerpos, abrazados, besándonos lentamente.

Hicimos el amor nuevamente en el baño. Hice gemir y gritar de placer a Young Saeng. Estuvimos hay metidos por unos largos minutos haciéndolo unas tres veces. Hasta que Young Saeng me dejo completamente vacío. Cuando salimos de bañarnos, yo sentía que no podía más. Me acosté en la cama envuelto en la toalla. Young Saeng me miró desde el armario sonriendo.

— ¿Quieres otro round, cariño?

Negué riéndome. —No, por favor para. Tenemos que irnos a casa de tu padre, nuestros padres nos esperan y ya es tarde.

No respondió, pero de la nada sentí que me callo algo de ropa en mi cara. Me levanté y lo miré vistiéndose.

—Apresúrate. —Miré la ropa y es la de él. Me levanté muy a la fuerza para vestirme.

Cuando salimos de la habitación Young Saeng se sorprendió al ver a esos dos aquí. Había olvidado que ellos dos se encontraban aquí. Hyung Jun se rio. — Vaya, pensé que yo era muy gritón a la hora del sexo, pero yo me quedo corto a comparación a los gritos de Young Saeng. Yo creo que hasta los vecinos del tercer piso escucharon.

—Hyun Joong ha de tenerlo muy grande si lo hace gritar de esa manera. —Dijo Jung min riéndose.

—Más que tú sí. —Yo me sorprendí de eso.

— ¿Y tú qué sabes de eso? —pregunte molesto. Young Saeng se rio.

—Tranquilo Hyun Joong, no es lo que piensas, una vez, que fui a buscarte a tu departamento. Estos dos tenían sexo en el piso y sin querer se lo vi. El tuyo es delicioso y calzas bien. Además, no lo hace tan bien cómo tú.

Se acerco y me beso lentamente. Jung min nos tiró una almohada. —No empiecen de calientes de nuevo. Ya escuchamos mucho de ustedes, mejor vámonos. Una hora metidos ahí, ¿no se cansan?

—Ya deben de estar muy rojos de allá abajo. De tanto que lo hacen. —Dijo Jun riéndose.

— ¿Envidia de que estamos más activo que ustedes? —pregunto Young Saeng riéndose.

—Nosotros también lo somos. —Dijo Jung min. —Pero no tanto como ustedes. Parecen conejos o que toman Viagra. ¿En serio no se cansan?

—Bueno Hyun Joong sí. Pero yo no, así que solamente me le monto y ya. —Dijo Young Saeng tomando las llaves de su auto.

—Eso es abuso, abusas de mi pobre amigo. Yo creo que ya no le sale nada.

—A ver. Estuve un año en coma, así que tiene de sobra. Por eso yo aprovecho y él nunca se ha quejado.

—Al contrario, a mí me fascina. —Dije feliz.

Hyung Jun y Jung min pusieron los ojos en blanco. —Mejor ya vámonos. —Dije riéndome.

—Mira cómo tienes a nuestro amigo. —Dijo Jung min burlándose. —Tonto por tanto sexo.

Todos nos reímos.