ᴛᴇ ꜱɪɢᴏ ᴀᴍᴀɴᴅᴏ/ᴘᴀʀᴛᴇ2/ʜʏᴜɴꜱᴀᴇɴɢ/ʏᴀᴏɪ/ꜱꜱ501

Final

Hyun Joong

Puse las sábanas en la lavadora de mala gana. Estos últimos tres días Young Saeng no se ha puesto en contacto conmigo, incluso ignora mis llamadas y mensajes. Así que le hable a mi madre la cual me dijo que Young Saeng había perdido su celular en una salida a la playa que tuvo con sus hermanos.

Le dije que me lo pasara, pero me dijo que había salido con papá a comprar no sé qué cosa para su habitación. Estoy enfadado con él hasta ahora. Después de eso, ya no le hable. Tampoco me devolvió la llamada.

Así que hoy lunes mi humor esta mucho peor que ayer y antier.

Escuché que hablaron y asomé la cabeza para ver quien era.

—El jardinero nos dejó entrar. —Dijo Jung min entrando con Hyung Jun a la cocina y tomar comida chatarra que Young Saeng tiene ahí.

—Sí Young Saeng se da cuenta de que le falta un paquete de galletas me va a matar a mí.

—Young Saeng no te va a matar. Si acaso solo te va a castigar. Y si te castiga, te gustara más su forma de castigarte. —Dijo Hyung Jun comiendo.

Solo me reí y me senté en una de las sillas. —Tenían días sin venir. ¿Han estado de enamorados?

Negaron. —Conseguimos trabajo. Estamos trabajando y hoy entramos de noche a trabajar en una empresa. Así que vinimos a verte ya que Young Saeng a un no llega. —Dijo Jung Min, tomando la mano de Hyung Jun.

—Se supone que llega el jueves. Pero no he tenido contacto con él. Desde hace días.

— ¿Y qué pasa por esa cabeza tuya? —pregunto Jun.

—No sé. Debe de tener cosas más importante quehacer, que hablarme.

Los dos se rieron en mi cara.

—No es el fin del mundo si no te habla unos días. Tranquilo amigo. —Dijo Jung min.

Más tarde estuvimos en la sala de juegos. Termine de lavar y después ellos se fueron ya que tienen que trabajar. Yo me metí a dar un baño, después me puse solamente un short y bajé a la cocina a preparar algo de comer. Cuando terminé de comer, lave los platos que ensucie y entonces escuche ruido de la sala de estar de la entrada de la casa. Se supone que ya me quedé solo. Las señoras que ayudan con la limpieza de la casa se fueron hace horas. Y el jardinero se fue un poco antes de que llegaran Jung Min y Hyung Jun.

Luego la puerta de la cocina se abrió, me sorprendí ver a Young Saeng entrar. — ¡Hyun Joong! —Me gritó feliz y corriendo hacia a mí. Sonreí al verlo y al sentir sus brazos rodear mi cuello. Luego me beso introduciendo su lengua en mi boca. Terminamos separándonos por falta aire.

Pego su frente en la mía. —Te extrañe mucho. —Dijo feliz. Lo acerqué más a mi cuerpo con mis manos cuando dijo eso. Le sonreí.

—Estoy enojado contigo. —Dije serio. Él se rio. —Lo siento, no perdí mi celular. Lo tengo conmigo, pero quería darte una sorpresa de que llegaba antes. Y moría por decírtelo y si lo hacía ya no sería sorpresa, por eso evite estar en contacto contigo. Aunque de verdad moría por decírtelo. Y moría por llegar aquí y estar contigo.

Lo miré serio y sonreí al final. —Perdóname ¿sí? —me pregunto.

Asentí feliz. —Te perdono. Pero no vuelvas a hacer eso. Young Saeng, estoy pensando en algo. Pero no sé si quieras.

Me miró curioso. —A ver cuéntamelo.

—Hay que casarnos en las vegas.

Young Saeng se sorprendió, pero asintió feliz. —Me gusta eso. Acepto que nos casemos ahí.

Sonreí. —En secreto. Que nadie se entere. Y luego nos vamos a New York de luna de miel.

Él sonrió. —Me gusta, hagamos eso. Entonces.

Sonreímos. —Pero te propongo otra cosa. —Me dijo con una cara la cual dice que no me va a gustar lo que me va a decir.

—Algo me dice lo que vas a decir no me va a gustar.

Se separo y tomo un paquete de galletas. Las abrió y luego me miró. —Falta una semana para irnos. Así que, ¿Por qué no esperamos a tener sexo hasta que estemos casados?

Esa no es para nada una buena idea. Yo quiero hacerle el amor hoy. —No lo hemos hecho en un mes. ¿Y quieres esperar una semana más para hacerlo?

—Sera nuestra primera vez haciéndolo casados. Seria increíble. ¿No crees?

—Eso no lo dudo. No me gusta la idea. Pero está bien, vamos a hacerlo a tu gusto.

Nos abrazamos fuerte y beso mis labios.

—No volveré a dejarte ir un mes tú solo. De ahora en adelante iras conmigo. —Dije feliz.

—Me gusta, y tampoco me gustó estar separado de ti todo este tiempo.

Young Saeng se fue a dar un baño, luego se acostó conmigo en la cama, justo entre mis piernas y nos pusimos a hablar de todo lo que hizo con sus hermanos y su padre y nuestros padres. Solamente me dedique a escucharlo hasta que termino. Después nos quedamos dormidos.