❀De tal palo...☆

3

Sunoo regresaba a su departamento para alistarse para la fiesta que le había organizado a su hija iba a entrar al elevador después de dejar su auto, pero el dueño del edificio lo detuvo.

—Qué bueno que lo veo señor Kwon, ¿tiene un minuto?

—Claro que sí, ¿sucede algo?

—Nada grave solo que si le pudiera decir a su hija que de favor quite su auto del lugar donde lo aparco —Señalo el auto—, es que mañana llega el nuevo inquilino y nos pidió un lugar de estacionamiento.

—Oh claro, yo se lo digo cuando regrese, gracias por informarmelo, ¿algo más?

—Eso sería todo, buen día.

—Igualmente. —Le sonrió hasta que el dueño se fue —. Así que un auto, ay dios por favor que no sea lo que estoy pensando.

Una vez en su departamento entro a la habitación de su hija para esperarla, no iba a revisar nada de su habitación por respeto y por suerte no tuvo que hacerlo por mucho tiempo ya que a los pocos minutos llegaron.

—Anda vayan a arreglarse para salir.

—Si papá. —Jieun entro tarareando a su habitación y se asustó ver a su papá sentado en la cama con los brazos cruzados.

—Papi me asustaste. —Sunoo se levantó.

—Lo note —Extendió la mano —, dame las llaves del auto.

—Las llaves están colgadas donde me dijiste.

—No me refiero a las llaves del auto de tu padre, tú sabes de lo que hablo.

—No papi, no sé de lo que hablas.

—Dámelas o llamo a la grúa por un Lamborghini abandonado en el estacionamiento del edificio. —Jieun saco las llaves de su escondite y se las dio a su papá.

—No es justo, me lo regalaron, no lo iba a usar hasta que tuviera mi permiso.

—No sabes mentir, luego hablaremos de esto.

—¿A dónde vas?

—A regresárselo a Seokmin y que él lo regrese a la agencia.

—¿Por qué a él?

—Porque él te lo regalo, arréglate para salir, no tardo.

—Si papi.

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La puerta tocada en la casa de Taehyun era abierta por Seokmin y ver a Sunoo sonrió ampliamente.

—Suegro, ¿qué lo trae por aquí?

—Toma esto como primera y última advertencia —Le dio las llaves —, estoy a nada de decirle a tu padre, pero no quiero que termine nuestra amistad por su hijo.

—Lo entiendo señor, no lo volveré hacer.

—No sé cómo tienes tanto dinero para darle tantos regalos, espero que no sean de malas acciones porque si son así no volverás a ver a mi hija, ¿entendido?

—Sí y prometo que ese dinero no viene de esas formas he trabajado mucho y mis padres me han ayudado.

—Claro, fingiré demencia solo esta vez, te veré en la fiesta.

—Si lo veré ahí. —Sonrió mientras cerraba la puerta —. Por dios.

—Te lo dije. —Sakura estaba tras la puerta.

—Cállate.

—Debiste ser discreto, te dije que no deberías darle regalos tan costosos.

—Lo que pasa es que estas celosa.