❀De tal palo...☆

37

—Por cierto, Jeongin, me entere por un pajarillo que se llevaron a vivir al –novio de tu hija con ustedes.

—Déjame adivinar el pajarito se llama Gaeul.

—Sí.

—¿Por qué la curiosidad?

—Es que mi hija quiere que su novia viva con nosotros mientras los padres de ella están de viaje, pero me surgió una duda.

—Dila rápida.

—¿Cómo los controlan cuando les llega el celo?

—Por el amor de... no pensamos en eso. —Tomo su celular y le marco a su hija.

—¿Qué paso papá?

—¿Cuándo cae tu celo?

—No que eso es privado, espera lo dices por Jeonghan.

—Sí, así mismo.

—No deberías preocuparte por eso, mira ya me llego y...

—¿Cómo que ya?

—Pero Jeonghan se fue me dijo que cuando llegara uno de ustedes dos le llamaran y él regresaría; lo único que he hecho fue saquear su habitación para hacer mi nido.

—Te oyes muy tranquila.

—Me tome unos supresores y ahora no estoy en mis cinco sentidos.

—Bueno, llegare más tarde, pero si te sientes mal me avisas.

—Si papi.

—¿Sabes dónde fue Jeonghan?

—Tal vez con Sakura o Seokmin, no, espera Seokmin trabaja hoy lo más probable fue con Sakura.

—Me parece perfecto, duerme un rato mi niña, te quiero.

—Y yo a ti papi. —Colgó.

—Creo que eso responde a tu pregunta Hyunjin.

—Pero ya me disté una idea.

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—Mmm... Ya escuchaste mi amor tendrás que irte con Sakura, hay que avisarle.

—Está bien. Terminamos antes de que llegaran tus padres, quiero mis puntos extras. —Se besaron.

—Qué bonito, tendré que saquear tu habitación como le dije a mi papi que hice.

—Tu descansa como te dijo, yo te traire mis cosas.

—Aquí espero.

Jeonghan se vistió rápidamente para traerle la mayor parte de su ropa a Danielle y más tarde fingir frente a sus suegros que nada paso, mientras sacaba su ropa cayó al suelo su viejo celular. Había cambiado de teléfono por sugerencia de Heeseung.

Lo guardo en su pantalón y dejo en la cama de su novia su ropa y la volvía a besar antes de irse.

—Te veré más tarde princesa.

—Ve con cuidado.

—Te amo.

—Yo también te amo.

Ya lejos de la casa encendió el celular le llagaron varias notificaciones de golpe y todas eran de Wonyoung; llamadas perdidas y mensajes cada vez más amenazantes e incluso amenazas de muerte hacia él. Eso no le causo nada a Jeonghan no le ha dicho nada nuevo de lo que le haya dicho ya.

Soltó un gran suspiro y aventó el celular en medio de la calle y vio como varios autos le pasaban por encima.

—Te veré en el infierno Tuan Wonyoung. —Tomo su otro teléfono —. Jieuntenemos un problema