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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
La joven williams se sento junto a spencer, entregándole una taza de café, él le sonrío ligeramente. Ambos se encontraban sentados en el balcon de la sala de estar, apreciando la vista que tenían de la playa.
Guardaron silencio durante unos minutos. Siempre había apreciado la compañia de spencer por esa razón, no habia necesidad de hablar con él, para sentir su compañia y eso era lindo, se sentia comoda estando a su lado, solo viendo la playa.
—¿Te puedo preguntar algo?—Dijo él, rompiendo el silencio. Ella lo miro, asintiendo ligeramente, antes de tomar un poco de su café.—¿Seras sincera?
—Por supuesto.
—No es tu novio, ¿Verdad?—Le pregunto, haciendo que la contraria se ahogara con el café, ligeramente. Lo miro con sorpresa, cuando dejo de tocer.
—Spencie..
Él penso un momento antes de hablarle nuevamente:
—Siento que nos conocemos demasiado, nessie. Aparte de la obviedad de tu lenguaje corporal estando cerca de él, del hecho que en tu casa no haya ningún indicio de que un hombre que no sea tu hermano se haya quedado aquí.. No parece que sea algo real.—Le explico, de forma suave, no la estaba regañando.
—Aveces olvido lo inteligente que eres y que nunca te he podido mentir, pero spencie.. Él me gusta, me gusta demasiado..—Admitió en un suspiro cansado.
—Lo se, se nota en tu mirada. ¿Qué te detiene? Estas soltera nessie, puedes intentarlo.—La alento, haciéndola sonreir.
—No puedo spens... No quiero volver a llorar por un hombre, y steve, parece el tipo de hombre que te haria llorar, no quiero eso.
El contrarió permitió que la rubia lo abrazara, acurrucandose en su pecho, como siempre hizo. Era la única que podía hacer eso con spencer. Ella siempre fue tan cariñosa y él lo termino aceptando, sintiendose cómodo con su cercania.
—Tienes que volver a confiar, nessie. Es solo cuestión de tiempo, no puedes vivir pensando que todo el mundo te hará daño, porque no es así.—Le murmuro con tranquilidad.
—Lo se..
—No le diré a los demás.—Le dijo y ella sonrío. Lo había extrañado tanto durante este tiempo, ya no tenía con quien hablar de libros, ni con quien tomar café.
—Gracias, spencie.
Se quedaron ahí, en el sofá que tenía en el balcón hasta que amanecio. Los dos hablaron de todo lo que no habian podido los últimos meses; libros, peliculas,crimenes. Absolutamente todo.
En la mañana se desperto morgan, cuando ella estaba preparando el desayuno.
—Buenos días.. —Se apoyo en la barra de desayuno, mirando a la joven dentro de la cocina. Ella se giro, sonriendole.
—Hola, ¿Qué tal?
—Genial, Tú, ¿como estas?—Le pregunto con una sonrisa ligera. ¿Por qué seguía poniendose nerviosa con él? Se odiaba por eso.—¿No le molesta a tu chico que estemos aquí?
Ella negó.—No, él sabe lo mucho que los extraño a todos y lo emocionada que estaba porque vinieran.
—Oh, que bueno, preciosa. No queria incomodarlo, ni nada así.
—No tienes que preocuparte.
—Preciosa, ¿Él no te ha vuelto a llamar? ¿O si?—Le pregunto, tomandola por sorpresa. Ella suspiro negando.
—No, no lo ha echo.
—¿Me prometes que me diras? Quiero saber si él intenta volver a buscarte, ¿Bien?—Le dijo aquello con mucha seriedad.
—¿Quien te va a buscar?
—Mcgarrett.
Los dos, lo miraron con sorpresa. Ninguno lo esperaba, pero steve tenía la mania de entrar sin permiso.
—¿De qué esta hablando, williams?
—Ven, salgamos..—Le agarro la mano, guiandolo afuera del apartamento. No queria hablar con él de eso, no estaba lista.