ᴜɴᴀ ᴘᴇsᴀᴅɪʟʟᴀ • 005

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

Comenzó a removerse entre sus sabanas intentando despertar, parecía algo imposible de lograr. El sudor frío bajaba por su frente, lágrimas bajaban por sus mejillas y comenzó a patalear luchando contra la pesadilla que no la dejaba despertar.

En el instante que abrió los ojos, un grito escapo de su boca raspandole la garganta. La puerta del cuarto fue abierta de forma brusca por dani —se encontraba armado— cuando noto que no había peligro, se acerco a ella para poder abrazarla.

—Tranquila, todo esta bien.—Murmuro con suavidad mientras acariciaba el cabello de su pequeña hermana en busca de cesar su llanto.—Danno esta aquí, nadie puede hacerte daño.—Le recordó.

—Tengo miedo.—Admitió con la voz temblorosa, aferrándose un poco más a su hermano en busca de protección.

Dani, no recordaba que su hermana haya pasado por una situación traumática para haber tenido ese tipo de reaccion, parecía que había visto a su peor pesadilla por el estado de intranquilidad en en el que estaba en ese momento.

—No te vayas.. —Suplicó.

—No iré a ningún lado, pequeña. Puedes volver a dormir, danno te cuida, ¿bien? Todo esta bien.—Susurro acostandola con cuidado en su pecho. Dejo un beso en su cabello y él también intento volver a dormir con ella.

Al pasar de la horas, dani pudo volver a dormir, pero ella no logro conciliar el sueño nuevamente. Espero que su hermano se durmiera, para levantarse y salir al balcón del departamento.

—Emily, no tienes idea de lo realista que se sintió eso. Fue horrible.—Musito ahora estando un poco más tranquila, sabia que en hawaii estaba a salvo.

—Cariño, no va a ser fácil sacarlo de tu mente.. Tal vez no sea posible, pero debes saber que no puede hacerte daño, eso nunca sucederá de nuevo.—Le recordó con tranquilidad.

Asintió ligeramente aunque emily no podía verla, miro la playa desde su balcón y entendió que nada malo iba a pasarle, todo estaría bien desde ahora.

—Gracias por atenderme. Lamento las molestias, emily.—Murmuro con cansancio, necesitaba poder dormir con normalidad nuevamente.

El pasar noches enteras sin poder dormir, se había convertido en algo habitual en su rutina diaria. No era algo saludable, ni la ayudaba con su trabajo pero no podía dormir estando sola, que dani se estuviera quedando en la casa la ayudaba bastante con su insomnio.

—Cuando quieras. Sabes que siempre estoy despierta, puedes llamarme cuando lo necesites cariño.—Le recordó y aunque no la veía, sabia que ella estaba sonriendo del otro lado de la linea.

—Que descanses, te quiero.

—Te quiero, williams.

Sintió que la puerta del balcón fue abierta, miro por sobre su hombro y sonrió al ver a su hermano. Dani, se sentó a su lado, apoyando su cabeza en su hombro.

Estaba amaneciendo.
Eran vistas realmente hermosas.

—¿Quieres que hablemos? También podemos quedarnos en silencio o podría prepararte un café.—Murmuro con ciertos nervios, quería saber que había pasado pero no quería presionarla para que le contara que sucedió.

—Un café estaría bien.

—Si, por supuesto.

—¿Como estas con lo que sucedió con rachel, dani?—Lo siguió hasta la pequeña cocina del departamento, él estaba pensando en una respuesta correcta.—Con la mudanza, el trabajo, no tuve tiempo de preguntar.

—Estoy bien, supongo. Si no funciono una vez, por qué funcionaria ahora? Era de esperarse.—Comento mientras preparaba el café.

—Ya llegara la chica indicada.

—Mmh, tampoco estoy buscando a alguien.. Así estoy bien.

—Puedo ayudarte a conseguir una cita. Hay chicas muy hermosas en las playas de hawaii.—Murmuro con diversión.

—¿Quieres tomar clases de surf conmigo y kono?

—¿Qué?

—Grace quiere aprender, lo hago por ella nomas.

—Si, estaría genial.

Lᴏᴠᴇ ᴍᴇ ˢᵗᵉᵛᵉ ᴹᶜᵍᵃʳʳᵉᵗᵗ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora