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Una sonrisa curvo mis labios cuando lo vi entrar a la casa. Deje de acomodar las cosas en la sala, para poner mi atencion completa en dani, que se acerco a saludarme con una gran sonrisa. Él habia dicho que quería verme, que pasaria despues del trabajo y así fue.
Me agarro de la mano, haciéndome sentar junto a él. Apoyo una caja de color rosa sobre mis piernas y me miro con una sonrisa.
—¿Qué ocurre?—Le pregunte con confusión. Dani, no era de hacer regalos.
—Abrelo.
—Estas actuando raro.—Confese antes de abrir la caja, encontrandome con prendas de bebé dentro de ella. Lo mire sorprendida.
—Eran de grace.—Dijo en un tono nervioso y con los ojos brillosos. Algo dentro de mi me hizo sentir que era una niña de nuevo.—Hable con rachel.. Y es un regalo de ambos.. Estas fueron las primeras cositas de grace y quise que las tuvieras.
—Dani.. —Susurre viendo su mirada llena de emocion y nervios. Me acerque abrazandolo, dejando caer las primeras lagrimas.
—Felicidades, mi niña.—Dejo un beso en mi cabello, mientras me acariciaba la espalda.—Seras la mejor mamá del mundo, me llenas de orgullo.—Murmuro haciéndome llorar aun más contra su pecho.
—Gracias, danno.—Sonreí mirándolo, quitandole algunas lagrimas del rostro.—No sabes lo mucho que significa esto para mi, te amo. Gracias, en serio.
—Wow. Ya no eres una niña.. Ya no eres mi niña.—Murmuro acariciando mi rostro.
—Dani.. Siempre sere tu niña, en el fondo.. Sabes..—Sonreí entre las lágrimas.
—Lo se..
Me volvio a abrazar y se lo agradeci mentalmente, lo necesitaba tanto en ese momento. Verlo tan emocionado por mi, me hizo sentir feliz y segura de todo.
—Dime que él no fue un idiota.
—Solo un poco, pero todo esta bien. Ya no pienso que sea tan idiota, sabes.. No todos pueden ser tan calidos como tú y spencer.—Musite con una pequeña sonrisa.
—Eso es algo.. —Murmuro y saco una de las pequeñas prendas que había dentro de la caja. Era un pequeño enterito de color blanco, con un pequeño osito en una de las esquinas del pecho.
—Es todo tan pequeño..—Murmure viendo todas las pequeñas prendas que había ahí adentro.
—Aun no sabíamos que era una niña cuando compramos estas cosas.—Me confeso con una sonrisa—Estabamos tan emocionados que no pudimos esperar.
Si tan solo steve estuviera tan emocionado, tan feliz como me sentia yo.
—Gracias por esto, dani.
—Gracias a ti, por hacerme aun más feliz con esto.
Le sonreí.—¿Te conto rachel?
—Lo supuse y ella solo confirmo mis sospechas.
—¿Como?
—Las nauseas. Esa bebida de frutilla que querias a todas horas, cuando tu solo bebes café.. Y aunque no lo creas, te cambio hasta la mirada.. Luces como una mamá, estas hermosa, más de lo normal.—Admitió con una sonrisa.
—Mañana tengo mi primera visita con el doctor, ¿Quieres acompañarme? No quiero estar sola.—Le consulte con timidez.
—¿Y steve?
—Bueno.. Él, iba a hablar con alguien.. No me dijo mucho, supongo que algo sobre su padre.—Conteste.—No creo que cancele eso.
—Él ira contigo o le voy a patear el trasero.—Aseguro.—Son una pareja que se esta por convertir en padres, él tiene que estar ahí para ti y para su hijo.
—Dani.. No quiero problemas, lo estamos resolviendo.
—Te prometo que no estaras sola en esa consulta, él ira.
