ɴᴀᴜsᴇᴀs • 034

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

Los meses pasaron.

Alrededor de cinco meses, en los cuales jack ivanov no dio señales de vida, dejando a la pareja un poco extrañados, era raro, pero decidieron solo seguir con sus vidas, esperando no volver a saber de aquel hombre.

La rubia siguió adelante con su trabajo y con su vida, deseando que eso haya sido el fin de todo.

Y con todo esto, un nuevo caso había llegado a la isla.

La joven williams se agacho junto a max, que se encontraba observando el cuerpo de la posible victima, pero en el momento que max le abrio la boca para verificar que tuviera los dientes, todo dentro de ella se revolvio y disimuladamente cubrio su boca con la mano, cerrando sus ojos.

—¿Te encuentras bien?—Le pregunto max, observando como la agente aguantaba las posibles nauseas. Se le hizo extraño, pero no dijo nada.

—Dame un momento, max.—Musito levantándose algo almareada aun, con cuidado se alejo de la escena para respirar aire fresco.

—Ten, te hará bien.

A los minutos aparecio max nuevamente con una bebida de frutilla, muy fría.

—Gracias, max.

—¿Puedo ser inoportuno? Es que necesito preguntar.

Ella río, lo conocia tan a la perfección ya.—No, max, no estoy embarazada.

Él asintio ligeramente a pesar de no creerle, ya que había notado que la rubia estaba un poco distinta desde hace unas semanas, pero prefiero mantenerse callado y ambos siguieron hablando del caso, mientras ella se recuperaba.

—Miren lo que encontramos.—Se acerco dani, con un brazo en la mano, moviendolo.—Esto significa que nos falta un cuerpo más.—Le hablo a max, quien asintió.

La ojiverde le entrego torpemente su bebida a max, alejandose lo más rápido que pudo de ellos. No veía baños cerca, por lo que tuvo que hacerlo en el primer tacho de basura que se cruzo.

Vomito su desayuno y almuerzo.

Nunca se había sentido de esa forma mientras veía un cuerpo, siempre fue muy fuerte con los olores y cosas asquerosas.

—¿Qué paso?—Se acerco dani, ya sin ninguna extremidad ajena. Apoyo su mano en la espalda de su hermana, dandole caricias mientras ella intentaba recomponerse.

—Me calló mal la comida.

Supuso mientras regulaba su respiración. Dani, asintió ligeramente sin dejar de acariciar su espalda en lo que steve se acercaba.

—¿Estas bien?—La abrazo cuando estuvo frente a ella, dejandola esconderse en su pecho. Parecia cansada.

—Llevala a casa, yo me encargo.

Steve asintió guiandola hasta su auto a paso lento. La joven williams se encontraba más palida de lo normal y sus labios habian perdido el color rosado habitual que tenian. Eso lo preocupo.

—¿Quieres ir al medico?

Ella negó.—No, no es necesario.

—¿Segura? Tal vez te intoxicaste.

—Estoy bien, tranquilo.

La miro de reojo mientras manejaba con dirección a la casa. Ella se acurruco en el asiento, cerrando sus ojos. Muchos pensamientos llegaron a su mente mientras manejaba, y eso lo puso nervioso.

La posibilidad de un bebé llego a su mente. La miro una vez más y un escalofrio recorrio su cuerpo de solo pensarlo.

No estaba listo para eso.

El trabajo, los entrenamientos y lo de su padre.. Eran demasiadas cosas como para sumarse la responsabilidad de un bebé.

—No quieres un bebe, ¿Verdad?

La voz cansada de la rubia, lo tomo por sorpresa. Ella lo estaba mirando muy atentamente, observando cada uno de sus movimientos y lenguaje corporal.

—No es eso..

—Y entonces, ¿Qué es?

No tenía respuesta. Estaciono el auto frente a la casa y la miro, viendo como ella esperaba una respuesta.

—Llegamos.. ¿Quieres que me quede contigo?

Suspiro.—No, gracias.. Estare bien, ve a terminar el caso.

—Llamame si necesitas algo!—Le dijo cuando ella bajo del auto.

—Si, claro..








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¿Mini steve? Jajaj

Les aviso que ya tienen otra historia de steve en mi perfil

Pronto una de spencer

Pronto una de spencer

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Lᴏᴠᴇ ᴍᴇ ˢᵗᵉᵛᵉ ᴹᶜᵍᵃʳʳᵉᵗᵗ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora