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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
La rubia salio hasta afuera con una sonrisa para recibir a su sobrina. Una gran sonrisa se dibujo en su rostro cuando grace bajo del auto y corrio hasta sus brazos, la alzo, dando una pequeña vuelta por la emoción de versé despues de días.
Se giro encontrandose con su hermano mayor. Dani, la miro con una ligera sonrisa sin mostrar los dientes.
—Pasare a buscarla en la tarde, así podre llevarla con rachel.—Le aviso, y su mirada se corrio a la persona detrás de las chicas. Mcgarrett estaba apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados. El comandante levanto la mano en forma de saludo, pero danno lo ignoro.
La ojiverde noto eso, y no podía evitar pensar que era su culpa. Esperaba que lo solucionaran pronto.
—Nos vemos después, danno.—Ambas lo saludaron moviendo su mano, y el contrario hizo lo mismo.
—Adiós, las amo.—Les lazo un beso antes de irse en su auto.
Grace, se bajo de los brazos desu tia para correr hacia la casa con steve, que la dejo pasar con una sonrisa. La habian estado esperando para desayunar juntos.
—¿Por qué estas con el tio steve?—Le pregunto con su vocesita encantadora, cuando se sento en la mesa.
—Ire por la miel, contestale mcgarrett.—Sonrio recibiendo una mirada de ayuda del contrario, lo había dejado solo y no sabia que hacer.
—Bueno.. Nosotros..
—¿Estan saliendo?—Lo miro sonrientemente, steve asintio.—¿Me daran primitos? Quiero primitos, asi podre jugar con ellos.
—Wow, eres igual a tu padre.—Murmuro la rubia, tomando asiento frente a la pequeña grace.—Por ahora no, cariño, tal vez en un futuro.
—¿Por qué, no? Te gustan los niños.
—Me gustan, pero ambos tenemos mucho trabajo como para tener una responsabilidad tan grande.—Le intento explicar mientras desayunaban.
—Oh..
El teléfono móvil de la ojiverde sonó desde la cocina, ganandose la atencion de los tres. Ella se disculpo, antes de levantarse e ir hasta la cocina para atender dicha llamada.
Número desconocido.
Atendió la llamada, con una sensación extraña en su estomago. Espero, pero no escuchaba nada desde la otra linea, solo silencio.
Hasta que hablaron y sus piernas temblaron, y su corazón se acelero.
—Darling..
—Jack..
Juraba que lo sintió sonreir.
No podía creer que toda esa mierda estaba volviendo a suceder, no de nuevo.
Queria salir corriendo.
—Tenía entendido que no te gustaba la playa, darling.
La puerta de la cocina se abrio dejando ver al comandante, ella le sonrió intentanto fingir que todo estaba bien, pero todo dentro de ella era un caos.
—Oh.. El nuevo heroe, tú sabes que ninguno será como yo.
Corto la llamada, guardando su teléfono móvil. Intentando pensar en que nada de eso habia sucedido, no le daría importancia, no esa vez.
