ᴊᴀᴄᴋ ɪᴠᴀɴᴏᴠ • 027

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

—¿Quién es jack ivanov?

La pregunta de mcgarret la tomo por sorpresa, por que la vez que hablaron sobre su pasado, no menciono el nombre de aquel hombre. Se acomodo mejor en su asiento, invitandolo a sentarse, pero este no quiso hacerlo.

—¿Por qué preguntas?—Le consulto, haciendo que el contrario se fruste un poco más. Se le notaba en el comportamiento de su cuerpo y la expresion en su rostro, no estaba nada feliz.

—Contestame.

—Jack es un lider de la mafia rusa. Me toco trabajar de encubierto durante meses, siendo su persona más cercana, su mujer. Para así poder reunir las pruebas suficientes para meterlo en prisión, por trafico de personas y ventas de armas nucleares, entre otras cosas.. Es de quien te conte la vez pasada, ¿Por qué?

—¿Su mujer o su esposa?

El ojiazul dejo caer un certificado de casamiento frente a la rubia, esta lo agarro viendo su firma en el mismo. ¿Como había llegado eso a las manos de steve?

—Eso fue después de mi trabajo como personal encubierto, mucho tiempo después cuando jack escapo de prisión.—Le contesto, sin perder la seriedad. No entendia el enojo del contrario.—Cuando fui secuestrada, fui obligada a firmar ese papel.. Él sabia de danno y grace, no tuve opción en ese momento.

—¿Y hubo divorcio?

—No, steve. Él jamas me firmaria el divorció y la uac, no pudo hacer nada para anularlo, según todos fue consentido. Nadie me obligo a firmar eso.—Le aclaro, viendo el enojo de mcgarrett. Estaba nervioso, inquieto.

—¿Tienes algo más que decirme? Lo que sea, nessa.

Ella negó—No, no creo.

—He estado recibiendo llamadas las ultimas dos semanas, desde que paso lo de danno y que todos se enteraron de nosotros dos.. No se si sea él, pero no deja de decirme cosas de ustedes.—Le conto en un suspiro pesado, sentándose.—Y el certificado estaba en mi oficina, en la casa.. Revise las camaras y no habia nada.

—¿Qué te dijo?

—Hablo de un hijo. ¿Qué tienes para decirme de eso? No pareces una mujer que dejaria a su hijo en rusia.—Le comento, haciendo que ella sonria ligeramente.

—Me estas preguntando como mi pareja que quiere saber la verdad o me estas interrogando mcgarrett, porque suena a interrogatorio y no me gustan.—Murmuro seriamente, haciendo que la expresion en el rostro del contrario cambie. Se relajo un poco.

—Solo quiero saber la verdad de los hechos. Ya lo escuche a él, ahora te quiero escuchar a ti.—Le dijo de forma tranquila.

—No existio un hijo, nunca. No se de que esta hablando.—Le contesto de forma firme, pero aun dolia ese tema.—¿Necesitas algo más? Tengo trabajo que hacer.

—¿No vas a decirme la verdad?

—Lo estoy haciendo, steve. ¿Qué más quieres? No tengo porque contarte mis cosas privadas, no es de tu interes lo que yo haya hecho.—Comenzaba a poner a la defensiva.

—Si, lo es.. Eres mi chica, quiero saber que pasa por tu mente y que significo todo eso para ti.. Se que no es facil hablar de esas cosas, pero él me lo dijo bonita.. Ahora solo quiero oirlo de ti.

—¿Te dijo que aborte? Eso quieres oir. Si, claro que lo hice y no me arrepiento, mcgarrett. No iba a tener un hijo de ese hijo de puta..—Contesto con fastidio, se odiaba por haber hecho eso. Sus ojos se pusieron rojos.—No iba a hacerlo, no cuando no fue mi decisión buscarlo. Ahora vete de mi oficina, por favor.

—Nessa..

—Que te vayas, steve.

Las primeras lagrimas cayeron cuando el comandante abandono la oficina, se cubrio el rostro con sus manos y su mente se inundó de recuerdos de ese día. Aun le dolia pensar en eso, aun se odiaba por haber tomado esa decisión y aun tenia dudas sobre si habia sido la decisión correcta.

Sintio el olor a la clinica, las palabras de la medica hicieron eco en su cabeza, tan fuertemente que sintió que le dolia y todo se volvió negro.

—Nessa.. Nessa..

Escucho la voz de kono de forma lejana, la joven asiatica le corrio el pelo del rostro y poco a poco pudo enforcarse en el rostro de ella.

—¿Kono?

—¿Qué sucedio? Tienes sangre en la ceja, nessa.

—No lo se.. Me duele la cabeza.—Murmuro en un tono bajo, apoyando su mano en esa zona. Suposo que al ponerse todo negro, golpeo su cabeza con escritorio.

—Le dire a mcgarrett que te lleve a casa.

—No, no tranquila.. Tengo mi auto.

—No puedes manejar así, nessa.

—Llaveme tú, entonces.

—Si, claro.





Lᴏᴠᴇ ᴍᴇ ˢᵗᵉᵛᵉ ᴹᶜᵍᵃʳʳᵉᵗᵗ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora