ᴄᴇʟᴏs • 011

3.6K 290 1
                                    

Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

Una sonrisa curvo sus labios, mientras escuchaba las palabras del agente frente a ella. Realmente cage le parecia encantador y muy simpático. Llevaba hablando alrededor de diez minutos con el contrario y en ningún momento había dejado de sonreír.

Él llego con flores y una propuesta.
Una muy linda.

—Entonces agente, ¿Cual es su propuesta? Me muero por saber que lo trajo hasta aquí.—Le sonrió de forma coqueta, no iba a mentir.

—Antes permitame decir que tiene una sonrisa muy linda, señorita. Sera muy afortunado quien pueda verla todos los días.—Sonrió.

La rubia se río ligeramente intentando cubrir lo nerviosa que se sentía por dicho comentario, le daba mucha vergüenza los halagos y nunca sabia que decir.

—Agente cage, por favor..—Murmuro con las mejillas sonrojadas y antes que pudiera decir algo, steve estaba dentro de su oficina.—Oh, steve... ¿Qué paso? ¿Ocurrio algo?—Le pregunto por la repentina interrupción.

—¿Necesitas algo?—Se dirigió a cage. Entre ambos se sentía una gran tensión.—Si se trata de trabajo tienes que hablar conmigo y sino es de trabajo, no tienes que estar aquí.—Le aclaro.

—Mcgarrett, por favor.—Se levanto la joven williams con cierta molestia, él estaba ignorándola.—Lo siento agente cage.. ¿Podemos hablarlo después? No quiero meterlo en problemas.—Se dirigió al pelinegro.

Lo miro a steve y luego a ella:

—Si, te escribo.—Le sonrió ligeramente siendo amable y ella le devolvió la sonrisa.

—Gracias por las flores. Me encantaron.—Murmuro antes que el agente se fuera dejándola a solas con steve.

—Habiamos quedado en que era un imbécil.—Le recordó. Girándose para poder mirarla.

—Tal vez no es tan imbécil.—Musito en un tono más bajo mientras acomodaba las nuevas flores junto a las anteriores.

—¿Qué quería?—Interrogó.

—Steve, lo que yo haga en mi vida privada, no tiene que ser de tu interés. Lo lamento.—Lo miro con seriedad. No estaba para esas escenitas sin sentido.

—¿Te invito a salir?—Siguió insistiendo.

—Si, iremos juntos a la cena que dará el gobernador.—Soltó con fastidio, aunque no era verdad.—¿Por qué? ¿Te interesa?

—Si, no puedes ir con ese imbécil.

—Pues nadie más me ha invitado y que aburrido ir sola.—Le sonrió solo para molestarlo un poco más.

—Nessa, dime que es una estúpida broma.

Ella negó.—¿Por qué seria broma?

Se acerco a donde estaba él parado, quedando frente a frente. Se relamio los labios y sonrio.

—Llevame tú.—Le propuso con malicia y él miro hacia el techo con seriedad mientras negaba, le estaba colmando la paciencia.—Ya que no quieres que vaya con el imbécil de asuntos internos.

—Nessa.. —Susurro su nombre entre dientes. Ya no tenia paciencia para seguir hablando con ella.

—¡Oh, cierto! Ya invitaste a tu chica de la marina ¿No? Que lástima, cariño.—Se río ligeramente viendo la expresión en el rostro del comandante.

—¿Iras con él? ¿En serio?

—Steve, ve a hacerle estas escenitas a tu chica. Yo soy libre de hacer lo que quiera.. Eres mi jefe, no mi pareja o una mierda así.—Le aclaro.

—Pensaba que salias con hombres que estuvieran a tu altura.

—¿Sabes que otro tipo de hombre no esta a mi altura?—Le pregunto y él la miro, esperando la respuesta.—Los que tienen novia, así no me molestes mcgarrett. ¿Si? Cage almenos no tiene novia.

—No es mi novia.

Ella negó con una ligera sonrisa, antes de salir de su oficina sin darle una respuesta. Ahora debía hacer que cage la lleve a esa cena.

Eso iba a estar fácil.

No comprendía que le pasaba a steve con ella, teniendo esa actitud. En verdad se estaba comportando de una forma un poco estúpida.

Lᴏᴠᴇ ᴍᴇ ˢᵗᵉᵛᵉ ᴹᶜᵍᵃʳʳᵉᵗᵗ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora