↬ Especial - Parte 4

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—Tengo hambre

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—Tengo hambre.

La voz del pequeño de ojos verdes rompió el silenció incómodo que había entre los adultos en ese momento. Los dos lo miraron, pero Nessa no sabía que decirle.

Jack, suspiro.

—Ve a la cocina, ahí hay comida. Yo tengo que hablar con tu madre en privado.—Murmuro seriamente señalando la cocina. Nick, asintió sin decir nada y se dirigió a la cocina, esperando encontrar algo que pudiera ayudarlo a sacar a su madre de ahí adentro.

—Cualquier cosa, me avisas, cariño. Estoy en la habitación contigua.—Aviso nessa al verlo adentrarse a la cocina de la casa.

Mcgarrett se había encargado de criar niños inteligentes y astutos, preparados para cualquier situación a pesar de que siempre los dejo ser niños, tener miedos y inocencia, en el fondo sabía que sus pequeños podían con situaciones que otros niños tal vez no podrían manejar a su corta edad.

Nick entro a la cocina y observo todo a su alrededor. Noto el teléfono fijo de la cocina y rápidamente se acercó, tomándolo para poder marcar el número de su padre el cual se sabía de memoria. Espero que alguien lo atienda mientras observaba la puerta de la cocina para no ser descubierto.

—¿Hola?—Escucho la voz de su padre del otro lado de la línea y sintió su corazón acelerarse por el miedo a ser descubierto por aquel hombre.

—Hola, papá..—Murmuro con la voz temblorosa aferrándose con fuerza al teléfono.

—¿Nick? ¿Estas bien?

—Papá ven, por favor.. te necesitamos, estamos bien, pero ese hombre esta loco.—Suplicó con miedo. Deseaba poder volver a su casa con su hermana pequeña.

—Estoy encaminó, enano.

Suspiro con alivió.

—Tengo que cortar.—Murmuro cuando escucho ruido cerca de la cocina.—Te amo, papá.

—Te amo, Nick.

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Mientras el pequeño se encontraba en la cocina "comiendo" para los adultos. Jack se encargo de llevarla hasta la habitación contigua. La rubia sintió sus piernas temblar cuando entró a aquella habitación viendo las paredes cubiertas de fotos de muchos momentos de su vida en los últimos años. Él lo había visto todo.

No tenía palabras.

—Podría darte todo, pero tú prefieres a ese soldado de pacotilla.—Murmuro con molestia.—Se todo de ti, seríamos la pareja perfecta. Nadie nunca te va a amar como yo, Darling.

—No se trata de eso, Jack.. tienes que entender que eso no va a suceder, tengo una familia.—Intento nuevamente hacerlo entender.

—Nosotros pudimos formar una familia y tú decidiste acabar con eso, Vanessa. No digas tonterías.—Le recordó acercándose a ella hasta dejarla acorralada contra la pared.—Solo intento hacer las cosas bien, no quiero hacerte daño. Me contuve demasiados años, Ness.

—Jack.. cálmate.

—¿Qué me calme? No tienes una idea de todo lo que se me pasa por la mente y que por amor no hago, Nessa. No sabes lo que siento, lo que te necesito.—Musito agarrandola del cuello, acercándose de forma peligrosa a su rostro.

—¿Qué quieres?—Pregunto apoyando su mano sobre la de él, intentando hacer que afloje su agarre.

—A ti, mi amor. Solo te necesito a ti para ser feliz.—Murmuro mirándola fijamente a los ojos. Se lo veía más fuera de sí que hace unos años y eso parecía ser aún peor, porque lo volvía más peligroso, más inestable.

Asintió.—Esta bien.. ¿Puedes dejar que Nick se vaya? Por favor. Solo eso.. y me quedaré contigo, pero déjalo volver con su padre.—Suplicó en un susurró casi inaudible.

—¿Debería? ¿O tendría que hacer lo mismo que hiciste con mi hijo?—Pregunto apretando más fuertemente su agarre, dejándola sin aire.

—N-no.. p-por favor.—Suplicó sintiendo como comenzaba a quedarse sin aire por el agarre en su cuello. Las primeras lágrimas cayeron.

Él aflojo el agarre, dejándola respirar nuevamente.

—Esta bien. Lo dejaremos aquí y le hablaras a Mcgarrett para que lo venga a buscar cuando estemos lejos, donde nadie te escuche.—Murmuro seriamente abrazándola nuevamente del cuello para sacarla de la habitación encontrándose con el pequeño en la sala de estar.

La soltó.

—Mami se irá, pero en muy poquito tiempo papá podrá venir a buscarte, ¿Si? Solo tienes que quedarte aquí dentro y esperarlo.—Murmuro intentando no llorar enfrente del pequeño. Se acercó dándole un fuerte abrazo, sintiendo su perfume.—Te amo, Nick Mcgarrett. Eres mi niño especial, gracias por hacerme mamá. Te amo mucho.

Él la miro con sus ojitos verdes llenos de lágrimas y eso la destruyó. Le acarició el rostro, regalandole una última sonrisa con las pocas fuerzas que le quedaban a ella.

—Te amo, mami.

Jack la agarro bruscamente del brazo alejandola del pequeño. No quería seguir perdiendo el tiempo en ese lugar, pero en el momento que la abrazo nuevamente del cuello se escucho como varios autos frenaron fuera de aquella cabaña.

Le apoyo una navaja en el cuello antes de salir de la casa, encontrándose con el equipo de Hawaii-Five 0. Steve quiso matarlo en ese momento.

—Dile el trato, mi amor.

Ella trago duró, viendo a Mcgarrett.

—Me iré con él.—Explicó.—Puedes llevarte a Nick, él está adentro de la casa y está bien. Ponlo a salvó y dile a Emma que la amo con mi vida entera, Steve. ¿Si?—Murmuro conteniendo las lágrimas.

—No iras a ningún lado.—Le aseguro seriamente sin sacar su mirada de aquel hombre. Estaba seguro de que eso acabaría allí.

—No hagas esto peor, Steve.—Pidió apoyando la navaja con un poco más de fuerza en el cuello de la rubia.—No sabes de lo que soy capaz. Me canse de esperar. Si no es mía, no va a ser de nadie.

—Kono, saca a nick de la casa y llevártelo.—Ordenó, Mcgarrett. Ignorando lo dicho por Jack o perdería la poca paciencia que tenía.

—Steve, por favor..—Suplicó ella. No quería que nadie saliera herido.

—No dejaré que te haga daño, Ness.





Lᴏᴠᴇ ᴍᴇ ˢᵗᵉᵛᵉ ᴹᶜᵍᵃʳʳᵉᵗᵗ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora