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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ
—Es una niña, dejala ir.
Pidió con la impotencia de no poder hacer nada por cuidar a su sobrina, quería llorar pero no podía mostrarle eso a grace. Las dos tenian que ser fuertes en ese momento hasta que dani las encuentre.
Todo había sucedido muy rápido como para entender la situación, no tuvo tiempo de hacer nada.
—Cierra la boca, no me hagas ser malo de nuevo.—Musitó con tranquilidad mirando las heridas en el rostro de la joven, que estaba atada en una silla en medio de una construcción abandonada.
Grace estaba asustada dentro del auto de aquel hombre que ninguna de las dos conocía.
—Tranquila pequeña, danno ira a buscarte ¿Si? Todo estara bien grace.—Grito antes que el auto comenzara a alejarse, dejandola atrás.
Se sentia inútil, ¿Como no había sido capaz de protegerla?
Miro a su alrededor, estaba en el medio de la nada, ¿Como iban a encontrarla? Tampoco podía librarse de las ataduras, al moverse con la intención de soltarse, las mismas le cortaban/quemaban la piel.
Solo rogaba porque su hermano encontrara a grace antes que ese hombre pudiera hacerle daño o no podría perdonarse nunca si algo le pasaba a la niña.
La luz del día comenzaba a irse lentamente y el lugar era cada vez más escalofriante, comenzaba a ponerse nerviosa. Ya habían pasado unas cuantas horas.
Escucho ruidos; gente caminando y autos llegando al lugar.
—Nessa!—Escucho la voz de steve a lo lejos, la de kono también.—¿Me escuchas?
—Aquí, estoy aquí mcgarret
Ellos se acercaron corriendo hasta donde ella estaba. Steve se arrodillo a su lado, cortando las sogas, para poder liberarla al fin.
—Grace, ¿ella esta bien?—Fue lo primero que dijo cuando pudo levantarse de esa silla. Se encontraba alterada, nerviosa y asustada, no dejaba de llorar.
—Hey hey, tranquila.
Steve, se acerco a ella para poder abrazarla y que de esa forma, se calmara un poco antes de llevarla con su familia. La rubia se escondió en su pecho.
—Grace esta bien, ¿Bien? No le paso nada malo, no tienes que estar asustada porque no paso nada.—Murmuro con suma tranquilidad.
—Quiero verla, por favor.
—Bien, tranquila, iremos a verlos.
El morocho la guió hasta su camioneta, para poder irse de ese lugar.
—Lo siento, debí cuidarla mejor.—Se disculpo.
—Nada de esto fue tu culpa, nessa. No te culpes.
—Debi cuidarla mejor, steve. ¿Y si le pasaba algo? ¿Qué le iba a decir a dani? ¿a rachel? ¿Qué hubiera pasado?—Seguía nerviosa.—Tuve que darme cuenta que algo andaba mal, es mi trabajo.
—No sucedió, nessa. No te martirices por algo que no paso, cariño.—La miro de reojo esperando poder hacerla entrar en razón, porque tampoco era muy bueno con ese tipo de charlas.
Ella asintió, cerrando sus ojos por un momento en busca de un poco de tranquilidad. Grace era un punto débil muy grande para dani y para ella, y como dolia cuando ponian en peligro a alguien que quieres tanto.
—Llegamos, nessa.
Abrió los ojos, encontrándose con danno fuera de la casa de rachel. Bajo del auto sin pensarlo, para correr a los brazos de su hermano.
—Lo siento, danno.
—Tranquila, todo esta bien.—Le aseguro abrazándola con fuerza, también estaba muy preocupado por ella. Le alegraba tanto que no lo hubieran hecho daño.
—¿Puedo verla? También quiero disculparme con rachel.
—Ve, rachel esta adentro y grace esta durmiendo, fue un día largo.
—Estaba muy preocupada por grace, se siente muy culpable.—Se acerco mcgarret.
Dani, lo miro.—Si, lo se. Nada de esto es su culpa, pero le costara entenderlo, ¿Puedo pedirte un favor?
—Dime.
—¿Puedes llevarla a casa?
—Si, por supuesto, no te preocupes.
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S
u mirada seguía cada uno de los movimientos de mcgarret. Se encontraban en su departamento y steve, había insistido con curarle las pequeñas heridas que tenía en el rostro.
Él se acerco, sentándose delante de ella para comenzar a desinfectar las heridas con un algodón y un poco de alcohol.
—Auch!—Le pego en la mano.—Ten cuidado, por favor.
—Lo siento, lo tendré.
Siguió apoyando levemente el algodón por las heridas viendo las muecas de la rubia, eran muy chistosas.
—Y entonces, ¿Tienes pareja?—Pregunto manteniendo sus ojos cerrados.
—Mm es complicado, ¿Por qué?
Lo penso.—Curiosidad. ¿No has visto como te mira lori? Deberías aclararle que tienes a alguien, creo yo.
—¿Lori? ¿Hablas en serio?
—Por supuesto, es super obvio.
—Estas loca, williams.
—Veremos quien tiene razón al final del día, steve.—Murmuro con diversión.
—Bien, ¿Quieres apostar? Porque estoy muy seguro que lori no me mira con otras intenciones.
