Stay with me (completa)

⛸Capítulo 9⛸

Confesión y acercamiento

Kenzie

Maldito, Aedus.

Sin duda, lo odio más que antes. ¡Hizo que el restaurante cerrara! Está loco, joder. Ya no tengo ánimos de nada, solo quiero irme a mi casa y ver a mi hijo que debe de estar durmiendo. Las clases habían sido una pesadilla, Lauren casi no me habló y la verdad no me importó, ella tiene razón al fin de cuentas. Soy tan tonta. Ensayé mucho con Jacob y los pies me duelen, mis padres están de viajes a suiza y ya los extraño. Aunque ya estoy acostumbrada a no tenerlos.

Cole quiso que fuéramos a otro lugar, pero ya no tenía ganas. Es una mierda ver que Aedus sea el causante de mi estado de ánimo, ¿cómo pudo? ¿Por qué carajos hizo ello? ¿Por qué no solo puede hacer que no existió cómo siempre lo ha echo?

Esto apesta.

No sabía que tenía un restaurante, tengo que buscarlo en redes. Me asombré, pensé que solo era boxeador...

Y corredor de carreras ilegales.

Ah, también eso.

—Lo siento —sacudí la cabeza y miro a Cole que va manejando, se ve arrepentido. Forcé una sonrisa.

—No, no tienes por qué sentirlo. Yo soy la que debería pedirte disculpas, es que..., ya no tengo hambre — miento y él me miró.

—Sabes, no pasa nada, no necesito llevarte a un lugar para pedírtelo —fruncí el ceño.

Cole dobló una esquina y estacionó como en un callejón, lo miré, horrorizada. Nos pueden robar en cualquier momento, Dios. ¿Qué le pasa a él también?

Él se giró hacía mi y me dió una sonrisa tierna.

—¿Qué pasa? — inquiero con el corazón bombeando. Él suspiró.

—Kenzie, llevo enamorado de ti desde los quince años —me quedé en estado de shock. No pensé que Cole me iba a confesar sus sentimientos. Tomó una bocana de aire —, ya no puedo seguir ocultándolo porque esto me está matando. Quiero besarte, quiero llegar de la mano contigo al campus, quiero salir contigo como una pareja.

Me dió un vuelco en el estómago y me tensé de pies a cabezas, ¿en serio? ¿Él gusta de mi? Digamos que lo sospechaba un poquito, pero no decía nada porque no quería incomodarlo. El momento que tanto esperé, esta pasando y no sé que cómo reaccionar.

—Eh...

—Lo siento — carraspeó—, sé que es algo muy precipitado pero...

—Cole —él me miró, nervioso. Es tan tierno. Le di una pequeña sonrisa—, yo desde hace meses he querido decirte que me gustas —se asombró —. Quería decírtelo el día que tus padres organizaron la fiesta, pero...

Llegó Aedus.

—¿En serio? — preguntó sin creérselo. Asentí.

—Si, me gustas —confesé.

Esto es lo que siempre he estado esperando, quiero a Cole, y quiero estar con él.

Aedus se puede ir al diablo.

—¿Quieres ser mi novia, linda? —se me atravesó un nudo en la garganta.

Me quedé unos segundo en silencio, tratando de tener mis sentimientos claro y no confundirme más.

Tomé una bocana de aire y asentí. A él se le iluminó la mirada, sonreí.

—Si, si quiero ser tú novia, perdedor —sonrió feliz. Se quitó el cinturón de seguridad y se acercó a mi, me quedé quieta cuando me besó.