⛸Capítulo 61⛸

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Dejar atrás pesadillas
dolorosas

Kenzie

Mi mamá sigue sin querer dejar de ser mi manager, he contratado un abogado, no puedo permitir que Gema se salga con la suya.

Estos días han sido estresantes para mi, me la he pasado haciendo muchos trabajos de Oxford, lo bueno es que ya me darán las vacaciones de invierno. Lo necesito. He estado también en la pista, es mi vida después de todo. Adoro patinar y jamás dejaré de hacerlo.

Cada día mejoro más, me estoy echando una crema para que se me quiten las marcas de las quemaduras que me hicieron. Admito que me duele un poco vérmelas, pero luego me mentalizo que soy fuerte y, que nada podrá vencerme.

Ahora estoy bajando de mi Ferrari, las otras camionetas con los escoltas me esperan fuera de la mansión Morgan.

Tomé una bocana de aire.

Hoy he decidido hablar bien con mi madre, ya no quiero que siga siendo mi manager y no descasaré hasta conseguirlo.

Entré a la casa, Nana fue la primera en recibirme.

—¡Mi niña! —le sonreí y dejé que me abrazara, al separarnos la miré.

—¿Y Caleb? —inquirí.

Suspiró.

—Con Thyme, ayer golpeó a unos de sus compañeros hasta partirle la nariz —parpadeé varias veces.

—¿Qué? —fue lo único que salió de mi boca.

Nana se cruzó de brazos.

—Cada día se vuelve más rebelde, Kenzie. Le habla horrible a tus padres, hace lo que se le da la gana. No sé qué le pasa, he tratado de hablar con él, pero solo me dice que está bien —comentó.

Me sorprende todo lo que me dice, Caleb ha cambiado mucho estas semanas. A veces ni me habla, se mantiene más serio de lo normal. He querido hablar con él, pero siempre que vengo está en la casa de su mejor amigo.

—Ese niño tendrá que escucharme —dije entonces, Nana asintió.

—Tu madre no está —fruncí el ceño —, acaba de salir al spa, me dijo que no piensa volver hasta en la noche.

Maldición.

—Yo necesitaba hablar con ella —murmuré de mala gana.

—Lo sé, mi niña. ¿Quieres tomar un café? —asentí.

Duramos dos horas hablando de todo, me reía con sus ocurrencias. Es muy cómodo hablar con Nana, es la mejor. Después fui a visitar a Sarahí un rato, Lauren no me quiso atender en celular. Me la pasé en casa de la morena una hora y media, luego atendí unas cosas de varios fundaciones a las que apoyo.

Un rato después, he llegado al penthouse. Saludé a Wendy que está leyendo una revista en la sala principal, decidí subir rumbo a la habitación, creo que Aedus ha llegado.

Cuando entro al pasillo, escucho su ronca voz.

—¿Crees qué Mack me ama? —me detuve en seco.

—Miau —maulló Ángel con ternura.

—Pero no me lo ha dicho, sé que tengo que ser paciente, pero a veces me da algo en el pecho cuando le digo que la amo y no me corresponde —suspiró.

—Miaaaauuu —Ángel estuvo de acuerdo con él.

—En serio siento que te gusto, gato gay.

—¡Miaaaaauuuu!

Stay with me (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora