Amor Inquebrantable (2)

Capítulo 35

Skyleen

Fue horrible esperar casi tres horas para finalmente llegar a casa. Creo que es la primera vez que pongo a prueba mi paciencia y en definitiva he confirmado que soy la persona más impaciente del planeta, más aún cuando tengo algo muy importante por hacer.
En todo el vuelo no pude estarme quieta, movía la pierna derecha como si se tratase de un tic nervioso y ni que decir del esmalte de mis uñas, lo destrocé todo con mis dientes.
Para cuando llegamos al hospital, tenía miedo de ver a Robert por cual fuera su expresión o lo que nos diría sobre el estado de Killian. Jamás había sentido un dolor tan punzante en el estómago como ahora, mucho menos un miedo tan controlador. Por primera vez me sentía como una completa inútil, no hay nada que pudiera hacer, todo estaba en manos de los doctores y de las fuerzas de Killian para salir de esto.

- Hola, buscamos información sobre Killian Knight- me apresuro a la recepción y hablo con la chica detrás del escritorio.

- Sonia- mi atención se desvió hacia a Robert, quien llevaba una camisa de vestir azul claro completamente manchada de sangre, al igual que sus manos.

Dios mío, estoy a punto de desmayarme por imaginar lo peor.

- Mi amor- dijo mi madre antes de correr a su lado.

Robert se soltó a llorar en cuando envolvió el cuerpo de mi madre entre sus brazos, su cabeza se hundió en el hueco de su cuello y dejó que las lágrimas se derramaran sobre su rostro sin importarle que su imagen de hombre poderoso se desvaneciera.

- ¿Qué paso? ¿Dónde está Killian?- me apresuro a decir.

- Lo están operando en terapia intensiva- responde Robert antes de limpiarse la nariz con su antebrazo.

- ¡¿Qué diablos pasó?!- exigí saber.

- No lo sé, estaba bajando las escaleras cuando escuché un disparo- explica con un nudo en la garganta. -Cuando corrí hacia la salida y abrí la puerta me encontré con Killian.

Esto no tiene lógica. ¿Por qué alguien entraría a la casa sin ser visto para matar a Killian? ¿Qué motivos tiene? ¿Quién es?

- Elijah está hablando con la policía mientras que yo he estado al pendiente de cualquier noticia que puedan darme sobre mi hijo- sollozó.

- Estará bien, mi amor, Killian es un chico fuerte.

- Sonia, no quiero perder a otro hijo.

- No lo harás- dice, abrazándolo con más fuerza. -Ven, vamos a sentarnos.

No puedo ni imaginarme por lo que Robert pasó con la pérdida de su esposa y su hijo más pequeño. A pesar de los errores que cometió en el pasado, ellos fueron su familia y no dudo del amor que les tuvo.
Perder a alguien que amas suena devastador, desde un amigo, pareja o familiar. La mayoría de las personas viven una etapa de duelo desgarradora, donde lo usual es llorar desconsoladamente, torturarte a ti mismo al repetirte una y otra vez que no volverás a verlo, tratas de buscar una respuesta a la pregunta "¿Por qué a mí?" intentando encontrar una clase de consuelo al dolor que no desaparece. Piensas que no podrás seguir adelante, que cada día es más gris que el anterior, no soportas ver a alguien feliz porque lo primero que se te viene a la mente es que mientras tú sufres otros viven sin conocer la pena.
Quisiera decir que entiendo por lo que está pasando Robert, pero la realidad es que la única muerte en mi vida ha sido mi padre y mas que entristecerme sentí un gran alivio por deshacerme del miedo constante que representaba su mera existencia.
Él se encargó de destruir todos mis recuerdos buenos al torturarme con los sonidos de los golpes, al ver por las noches el rostro desfigurado de mi madre y las marcas en mi cuerpo, al verlo desquitar su furia con las cosas de nuestra casa o cuando gritaba tan alto que pensaba que mis oídos sangrarían, y lo más importante, se aseguró de dejarme una marca permanente para no olvidarme de él jamás, aquellas pesadillas que me hacen revivir cada noche el infierno del que trato de olvidarme.
Esta es la primera vez que me encuentro en una posición donde la persona detrás de las puertas del quirófano me importa y el sentimiento de angustia me está matando con cada minuto qué pasa. No sé si está fuera de peligro o si las cosas se han complicado tanto que Killian está debatiéndose entre la vida y la muerte.
Siento que me voy a volver loca.