Capítulo 53

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Skyleen

Esto tenía que ser una maldita pesadilla.

-      ¿Qué mierda hace él aquí?- reclama Killian.

-     Hola, hermanito, también me alegro de verte- contestó Elijah con una sonrisa llena de satisfacción. -Skyleen. Cada día te ves más hermosa.

-     ¡No te atrevas a dirigirle la palabra, imbécil!

-     ¡Muy bien, ya fue suficiente!- exclama Robert. -No permitiré que mis dos hijos arruinen este viaje.

Ojalá existiera una manera sensata de explicarle a nuestros padres lo que Elijah ha hecho y lo que planea seguir haciendo con ayuda de cierto mafioso italiano.
La última vez que estuvimos los tres juntos fue un desastre, me habían secuestrada con su ayuda, Killian tuvo un enfrentamiento con él y prácticamente nos amenazó de por vida. Siendo honesta, no sé cómo lograremos sobrevivir estas semanas bajo el mismo techo sin que Killian pierda el control, o cuánto podré soportar estar en presencia de Elijah sin que tenga la necesidad de salir corriendo. Tengo el presentimiento de que su irrupción en esta casa tiene un propósito, y no es precisamente dar gracias en nuestra cena. 

-     Entremos a la casa y pongámonos cómodos- sugiere mi madre. -Haré la cena.

Robert se puso a su lado y la rodeó de la cintura con su brazo izquierdo.

-     Espero que sean lo suficientemente adultos para comportarse estos días porque no quiero...

-     ¿Qué? Admitir que tú eres el culpable de todo esto- echa en cara Killian. -No trates de ser un buen padre, fueron tus decisiones las que nos cambiaron y crearon a los monstruos que tienes enfrente. No esperes que me sienta cómodo en esta familia de mierda.

Killian nos dio la espalda y caminó hasta el pórtico con pasos firmes, pasó a un lado de Elijah dándole un fuerte empujón en el hombro con su cuerpo y entró a la casa.
Todavía no paso ni una noche en Alaska y ya ansío irme de aquí.

-     Qué feo carácter tiene- dijo Elijah.

No pude evitar poner los ojos en blanco y seguir a Killian dentro de la casa. Mi paciencia tiene un límite y no puedo seguir soportando ni un minuto más a este idiota.
Al ver el interior de la mansión, me quedé boquiabierta, absolutamente todo era de madera y los muebles eran tan hermosos y elegantes, aunque he de admitir que mi parte favorita fue la sala, esto debido a los acogedores sofás de terciopelo blanco que estaban delante de una enorme chimenea de piedra. En definitiva podía imaginar pasarme todos los días acurrucada en uno de los sofás mientras dibujaba en mi cuaderno de bocetos, con un chocolate caliente en mano y el abrasador fuego de la chimenea haciéndome entrar aún más en calor. Al menos así podría evitar tener desagradables encuentros con el mayor de los hermanos Knight.
Aproveché los pocos minutos a solas y de inmediato subo las escaleras en forma de medio espiral, las cuales me llevaron al piso donde se encontraban cinco habitaciones, dos estaban de lado derecho y tres del lado izquierdo. Si bien conozco a Killian, sé que eligió una de las habitaciones del lado derecho con el propósito de tenerme en la otra. Quizás no podamos estar a solas o tengamos que mantener la distancia, pero si existe la mínima posibilidad de tener un pequeño encuentro por las noches, estoy dispuesta a seguirlo. Así que sin pensarlo dos veces, llevé mis cosas a la habitación desocupada del lado derecho.
Tomé un momento para apreciar lo que había a mi alrededor. Una enorme cama, que tenía delante un amplio ventanal, el cual guiaba a un balcón para tener un mejor acceso a la naturaleza. También había una pequeña sala, con dos sillones marrones, los cuales estaban delante de una acogedora chimenea. Fuera de eso, la habitación tenía lo común, un cuarto de baño, con tina en lugar de regadera, un armario espacioso y un gran tocador.
Decidí pasar el resto del día en mi habitación, no quería seguir lidiando con más problemas por hoy, así que me dispuse a desempacar y acomodar mis cosas antes de tomar un baño caliente en la tina. Después, cambié mi vestuario por un cómodo pijama y me senté en uno de los sillones para matar el tiempo dibujando. Sé que en estos momentos Killian no querrá hablar con nadie, mi voz de la experiencia no deja de recordarme lo que pasaría si cometo la tontería de entrar a su habitación. Ya lo hemos pasado varias veces y siempre termina desquitándose conmigo, logrando mandar a la mierda todo lo bueno que pasamos, así que esta vez lo dejaré solo.

Amor Inquebrantable (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora