Introducción

3.2K 149 48
                                    


INTRODUCCIÓN

Hoy era la vuelta a clases después de las vacaciones de invierno.

¿Tenía ganas de volver? No.
¿Pero era obligado a volver? Sí.

Todo esto para conseguir debutar al Fc Barcelona, el equipo de mis sueños desde los cuatro años. Bueno desde los cuatro años no, desde que abrí los ojos por primera vez.

El médico al verme dijo: "Este chico va a ser culé"

Seguro. No hay pruebas, pero tampoco dudas.

Pero ahora no era hora para pensar en eso, bueno, ¿Qué preferiría pensar en esto antes quemadrugar? Pues sí.

Que fue lo que hice, madrugar. Lamentablemente, madrugar.

Empezó a sonar el maldito despertador. Con los ojos cerrados y con el cuerpo boca abajo intenté apagarlo, pero terminé tirándolo al suelo. El sonido del golpe hizo que espabilase—por suerte no se había roto—. Me froté los ojos y miré a mi alrededor, genial, era lunes.

La puerta se abrió de inmediato y vi la figura de mi hermana Aurora. Su cuerpo se tiró en la cama y apretó el mío desde las sábanas fuertemente.

—¡Vamos, despierta!—Dijo ella agitándome.

—¿No ves que lo estoy?—Me froté los ojos mientras ella se apartaba con el ceño fruncido.

—Te levantas hasta de mala leche en tu primer día de clase.

—Pues más razón para levantarme así. Las clases me amargan la vida—Me levanté de la cama y empecé a sacar la ropa del armario para meterla en la maleta. Claro, yo estaba haciendo la maleta en el último momento. Aunque no iba a tardar mucho, ya que soy de las personas que tienen poca ropa.

—Pues si no quieres ser futbolista de primera, no vayas.

—Es que... ¿de qué me sirven las matemáticas para el fútbol?—Bufé mientras seguía metiendo ropa como loco.

—Pues no sé... ¿supongo para calcular desde donde vas a tirar la pelota en la portería?

Me giré hacía ella y le puse la peor cara que podía poner.

—Yo es que lo tiro con las piernas, o con el corazón como tú lo quieras llamar. No con el cerebro.

—Vamos, que todavía estás en la mejor etapa de tu vida. Disfrútala.

—Por ser majo iba a decirte igualmente , pero recuerdo que estás en la universidad.

—Bueno, pero me gusta. Y hablando de universidad, va siendo hora de que me vaya...

—Suerte en todo—Suspiro mientras metía unos zapatos en la maleta.

—¡Igualmente!—Se acercó a mí y me dio un beso en la cabeza—Lo siento, pero vas a tener que aguantar a papá y a mamá en las despedidas.

—Suelen ser muy pesados.

—Lo sé, suerte.

Aurora en estos momentos estaba pasando por mi habitación como si mi ropa en el suelo fuese lava, ya que la tenía tirada por todos lados. Pero no es porque estaba haciendo la maleta y por eso la tenía así, no, no, no. Es que siempre la tengo así, toda tirada por los suelos. Así es mi tipo de vida.

Aurora iba a cerrar la puerta hasta que vi que asomaba su cara, mirándome con una sonrisita.

—¿Qué quieres? ¿Se te olvida algo?—Miré de reojo mientras seguía metiendo cosas en la maleta.

—Ah sí,  haz la cama antes de irte. ¡Qué no se te olvide!

—¡Qué no, joder! ¡Para que la voy a hacer si igualmente se va a deshacer de nuevo!

Hasta que recordé que no iba a pisar mi habitación hasta las vacaciones de verano. Aún así, no la iba a hacer, para que mentir.

***
QUE GANAS DE SEGUIR ESCRIBIENDO SOBRE LA PERSPECTIVA DE GAVI!!!!!

Espero que os haya gustado esta idea.
Por lo menos a mi me encanta, sin duda no creo que deje de escribir sobre Yellow Hearts.

Darle ⭐️ porfaa!!!

Sofía 🌙

𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora