𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | Pablo Gavi

Capítulo 16

Ya habían pasado dos semanas. Hoy—por suerte— Pablo no tenía entrenamiento. Ayer nos quedamos viendo la primera película de la saga de Harry Potter, íbamos a hacer maratón de pelis pero nos quedamos dormidos en un sueño profundo. Echaba de menos dormir junto a Pablo, él estaba acostada en mi pecho mientras me abrazaba de la cintura. Yo le estaba acariciando el pelo para que se levante.

—Pablo.

—¿Mmm?

—Vamos, levántate—Murmuré

Intenté separarme de él pero me abrazó más fuerte, sin poder moverme. Este chico quería seguir durmiendo, pero ya habíamos dormido más de las ocho horas que teníamos que dormir.

—Bueno, sigue durmiendo. Yo iré a desayunar.

Bufó mientras tenía su cara en mi pecho.

Se separó de mí mientras yo me ponía las zapatillas de estar por casa, él se volvió a tapar y no se lo pensó, y siguió durmiendo.

Me hice una coleta un poco decente y me puse una bata para bajar a por el desayuno. Bajé al buffet del hotel y me encontré a los tres mosqueteros: Ansu, Marco y Ferran.

—Que cara de muerta me llevas—Dijo Ferran mientras yo rodeaba los ojos.

—Gracias, Ferran. Yo también te quiero.

—¡De nada!—Sonrió y volvió a seguir poniéndose comida en su plato.

—Sofía—Marco me tocó el hombro y yo me giré hacía él—¿Tú de que lado eres?

—¿Eh?

—De los que ponen primero la leche o primero los cereales—Dijo Ansu explicándomelo.

—Cereales primero, de toda la vida.

—¿Qué?—Ferran negó con la cabeza—De toda la vida la leche primero.

—Que te calles Ferran, admite que no siempre tienes la razón. Van primero los cereales que la lache, pesado—Yo asentí mientras Ferran suspiraba.

—¿Primero los cereales? Después se te pone la leche marrón por los cereales.

—¿Y? Si pones antes la leche, hay más leche que cereales. Y por algo es "Cereales con leche". No, "Leche con cereales"—Dijo Ansu haciendo las comillas con los dedos.

—Que no, subnormales. Que si pones los cereales primero, los cereales están como piedras o muy aguados.

—¿¿Pues mejor??—Dijo Marco obvio.

—Pues no.

—Pues sí.

—Que no.

—Que sí.

—Mira tío. Cállate mejor.

Mientras los tres seguían peleándose. Yo me alejé de ellos disimuladamente.

—Adiós—Dije formando una sonrisa en mi cara, mientras me alejaba dando pasos hacía atrás.

Ellos se giraron un segundo al verme, y volvieron a su discusión.

Para el desayuno, puse en una bandeja una torre de tortitas con sirope de chocolate. Dos zumos de naranja y un poco de fruta, aunque no sé porqué puse la fruta, ya que no me la voy a comer. Pero todo para que se vea más bonito el plato.

Subí a la habitación y Pablo seguía acostado en la cama. Se despertó al escuchar la puerta, sentándose en la cama.

—Ya estás despierto—Dije sonriendo mientras apoyaba la bandeja en la cama.