Capítulo 9

24 2 3
                                    

Narra Dareck

Me encontraba en un taller de mecánica, siguiendo las directrices de Don, quien había alquilado un local ya que solo estaríamos hasta que fuéramos localizados. Como siempre mi vida es manejada a su antojo. Fuimos notificados que dentro de poco dos ejecutores del territorio del rey demonio vendrían en mi búsqueda, por lo que mi deber es dar batalla sin demostrar todo mi poder, ya que Don quiere que sepan que tengo fuerzas, pero no la suficiente que los lleve a pensar que podría destruirlos.

Presiento que esta jugada no le va a salir como los hermanos del mal pretenden. Aunque deseo eso, en el fondo no me conviene porque los que sufrirán la consecuencia serán mis seres queridos.

—Máquina, vamos a descansar un momento. —menciona Dillon, quien se esta haciendo pasar por mi hermano.

—Si quieres puedes adelantarte, tengo que terminar algo aquí.

—Como gustes, yo...—detuvo sus pasos cuando la presencia de dos desconocidos se hizo evidente. Inmediatamente, supe de quienes se trataban. Ya la hora había llegado. —¿Quiénes son ustedes? —Les preguntó, Dillon. A pesar de que no se habían mostrado, pero sabíamos que estaban en algún lugar del taller.

Estábamos alerta a cualquier movimiento, sin embargo, no sé en que momento uno de los ejecutores estuvo frente a mí. Sin perder tiempo reaccione elevando mi puño a su rostro, el cual no se lo esperaba, por lo que pude desequilibrarlo y aproveche para darle una patada que lo hizo volar hasta la pared. Mientras tanto, escuche a Dillon defenderse del otro. El hombre se puso en pie de un salto, se limpio la sangre de su boca mientras me observaba, y podría jurar que a través de su mirada pude percibir lo mucho que deseaba eliminarme en estos momentos. Me sonreí, puesto que puede hacer su fila e intentarlo.

No puedo negar que es ágil y veloz, pero no es algo que no puedo superar. Sin embargo, debo contenerme. Por lo que permití que algunos de sus golpes colisionaran con mi cuerpo, aunque también me divertiría con él. Estaba tan entretenido que no esperé que el que estaba combatiendo con Dillon, llegara por detrás y me pegara en la cabeza aturdiéndome. Caí en el suelo, mientras me sostenía la cabeza, observando que mi compañero estaba esposado.

—¿Te ibas a dejar ganar de un chiquillo, Zac? —se carcajea.

—Cállate, Joa. Mejor apurémonos que el rey demonio está esperando por nosotros.

Es lo ultimo que escucho antes de que mi vista se torné borrosa, y el dolor me obligue a cerrar mis ojos.

Narra Adria

Me levanto temprano para intentar hablar con mi padre, quien desde ayer no me dirige la palabra. Escucho que tocan la puerta de mi habitación, aunque se que es mi madre quien quiere hablar conmigo.

—Pasa mami—exclamo. Inmediatamente entra corro a abrazarla, mi madre me escuchó, además me hizo darme cuenta que mi padre esta enojado porque no le conté lo sucedido, ya que cualquier padre preferiría enterarse de lo que hacen sus hijos de su propios labios.

Sé que el me perdonara, pero no tengo idea como vaya a actuar cuando sepa como me case con este sujeto. Puesto que, si ni siquiera me dirige la palabra tan solo con enterarse que me casé, no quiero saber cuando sepa todo el trasfondo.

Mi mami me hizo darme cuenta de que pude evitar todo esto, si hubiese confiado en ellos. Sin embargo, tenia miedo que se decepcionaran de mí. Aunque ahora es peor.

—Mi niña, todo va a estar bien. Anoche hablé con tu padre, y la verdad es que será un poco difícil que se le pase el enojo. Ya que el pensaba que te habías casado con Duncan, pero ahora que sabe que fue con un completo extraño esta furioso.

—¿Ya le contaron eso también? —cuestiono indignada, ya que esta persona esta demasiado enterada. Aunque siempre han estado pendiente de cada paso que damos, para estar cuestionando nuestro accionar.

—Mi amor, debes de contarle todo a tu padre desde tu perspectiva.

—Eso quiero hacer, pero no quiere hablar conmigo. Me está ignorando desde ayer.

Tranquila, vamos a ir a su despacho y haremos que te escuche.

Nos dirigimos hacia el despacho de mi padre, mientras no podía dejar de pensar en cual seria la mejor manera de contarle todo. Aunque sabía que ya nada de eso importa porque ya sabia lo importante, algo dentro de mí me decía que él no se quedaría de brazos cruzados por esa razón quiero pedirle que deje este asunto en mis manos.

Mi madre toca la puerta e inmediatamente la abre sin esperar respuesta, permitiéndome entrar.

—Si vienen hablar sobre el asunto les aconsejo que dejen el tema por la paz.

—Yei, deja tu actitud y préstale atención a las palabras de tu hija. Así como escuchaste a Zackar, ya viene siendo hora de que escuches su versión. —Siempre he admirado a mi madre, ya que ha demostrado tener un carácter fuerte.

—Ella tuvo su tiempo, pero...

—Ningún, pero. La vamos a escuchar. —sentencio, a lo que mi padre tuvo que aceptar— Te escuchamos mi amor.

Una vez sentada frente a mis padres, comencé a relatar ese caótico viaje. Mencionando que no recuerdo haberme casado, más que despertar y encontrarme con ese certificado de matrimonio. Pude notar la paciencia con la cual mi padre estaba tomando mis palabras, esto solo me confirma que ya él tiene un plan en marcha.

—Princesa—susurra con cariño, luego que haya terminado de contarle los detalles sobre lo que sucedió—entiendo tu miedo a decepcionarnos, pero en esta ocasión me duele que no hayas confiado en nosotros. Te habríamos ayudado para que esta situación no llegara hasta este extremo, puesto que ya el pueblo sabe sobre tu matrimonio y están murmurando que porque no hemos realizado una celebración. Bien sabes como heredera que esto no seria bien visto, por lo que debemos dar con el paradero de él y aunque no nos guste, presentarlo como tu legitimo esposo.

—Pero padre...

—Sé lo que me vas a decir. Que no lo amas, y que te hubiese gustado casarte con Duncan—me sorprendo porque mi padre sepa que me gusta mi amigo—Pero ese también seria un error, porque no lo veo como un aliado en tu reinado. Aunque ahora mismo tampoco sabemos si este desconocido te aportaría más que él.

—En eso estoy de acuerdo con tu padre—comenta mi madre—Hay algo en Duncan que no me gusta para t. En otro punto, está el vínculo entre tu y ese desconocido. No sabemos si es tu Némesis, pero están unidos más allá de un papel.

—Lo sé. Pero ¿No podría romper el vínculo? —miro expectante a mi padre.

—Lamentablemente no. El vínculo es para siempre, hasta que la muerte los separe. De modo, que la única forma para romper ese lazo es que uno de los dos muera. —al escuchar esto ultimo me dio un estremecimiento en todo el cuerpo, puesto que me había unido a una persona que estaríamos juntos hasta que uno de los dos dejara de respirar.

Nota: Buenas tardes, casi noche.

Quiero saber quienes estan leyendo la historia, ya que he estado meditando eliminarla. Puesto que pienso que ya no les interesa el rumbo de la misma.

El legadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora