Capítulo 18

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Capítulo 18

Narra Dareck

Con mis sentidos activos a cualquier movimiento en falso nos movemos por el pasillo para salir del corredor de los baños. Ya que es nuestro único camino para poder llegar a la salida. Estamos bajo ataque, por lo que debemos ser sumamente precavidos. Mi única misión es mantener con vida a mi princesa de fuego. Lo único bueno de todo mi entrenamiento es que antes de entrar a un lugar debes de conocer todas las posibles salidas, cosa que también los enemigos deben de haber estudiado. Aunque solo espero que no hayan cubierto todos los lugares.

Mientras avanzamos con sigilo, vemos como Duncan llega hasta nosotros.

—¿Estas bien, princesa? —Intenta acercarse a ella, pero se lo impido.

—Estamos bien—Le recalco—Tenemos que movernos muy rápido y con cuidado.

—Por supuesto, yo iré delante para mostrar el camino. El enemigo penetro por el área izquierda, por lo que debemos ir a la derecha. Para sacar de este lugar a la princesa.

—Muy bien. ¿Ya se ha identificado quienes están dando el golpe?

—Por lo que han investigado este golpe lo están propiciando los lobos. Aunque algo es extraño en su proceder. —murmura, mientras continuamos el camino que va tomando.

—Cuando salgamos de aquí averiguaremos todo sobre ello. Por el momento, vamos a continuar en nuestro propósito.

Todo es un caos por donde quiera que pasamos, el club es enorme. Sin embargo, hay muchos humanos que gritan desesperado y con gran pavor; son los únicos inocentes en todo esto. Solo contamos con algunos minutos hasta que los lobos puedan localizarnos, es por esto por lo que con premura continuamos. Sostengo la mano de Adriá para no perderla por el cumulo de personas que corren en estampida. Hemos tenido que esquivarlas en nuestro recorrido. Otro estruendo se escucha y se vuelve a sacudir con gran ímpetu el club, es tan fuerte que cuando estábamos cerca de bajar las escaleras colapsó, y el sonido de las masas de cuerpo al caer al vacío me hubiesen provocado nauseas si no estuviera acostumbrado a escuchar estos sonidos.

—¡Oh, diosa Luz! —grita horrorizada Adriá, cuando nos detenemos a pocos centímetros del siniestro.

Solo podemos distinguir el polvo elevándose y dificultando nuestra retirada, lo bueno es que al tener genes de lobos puedo ver sin dificultad y podré movernos sin contratiempos.

—Sigue mis pasosle informo a Duncan, mientras hago que Adriá suba a mi espalda. Aunque en un principio se negó, pero nuestro objetivo es salir de este lugar.

Como ya no se puede utilizar las escaleras, deberemos bajar con destrezas sobre la pared. Nos acercamos a la pared donde hay diferentes tamaños de tablones que están colocados como escalones, con la única utilidad de decoración. Sin embargo, esta noche la utilizaremos como nuestra vía de escape.

Comienzo por moverme sobre cada tablón, mientras Adriá se sujeta a mi para no caerse. Antes de llegar abajo, veo el panorama que es tan desolador. Una multitud de cuerpos inertes decorando el piso, la sangre desbordándose como un caudal y gorgoteos de personas exhalando su ultimo respiro implorando a alguna divinidad por su vida.

Ni siquiera me detengo en ellos, mi único objetivo claro es sacar con vida a Adriá de este lugar. Claramente es lo que voy a hacer.

Aun con Adriá a mis espaldas, escaneo el lugar para determinar cuál será nuestra salida. Aunque se que tendremos que abrirnos paso hasta afuera. Duncan me señala una pared que está a unos doscientos metros desde nuestra posición.

—Esa es nuestra salida. Es una puerta secreta que conecta con la parte trasera del local, y podremos llegar al auto para poner a salvo a la princesa. —Me comunica, mientras nos movemos hacia ese lugar.

En mi entorno no puedes confiar en nadie, ni siquiera en tu sombra, pero en esta ocasión no conozco cada tramo del lugar y tendré que dejarme guiar por este sujeto que espero que este en verdad comprometido con salvar la vida de mi princesa de fuego.

Luego, de unos minutos de pasar por nuestra vía de escape sin encontrar ninguna amenaza potencial ante nosotros, llegamos hacia el auto donde encontramos a dos de los nuestros apostados cerca del mismo, cuidando el perímetro.

Una vez que llegamos, Adriá se baja de mi espalda. —Vas a hacer lo siguiente, te subirás al auto y ellos te llevaran al territorio...

—¿Qué? —me interrumpe— No, no puedo irme sin mi amiga y ¿ustedes se quedaran? —suelta abruptamente las palabras.

—Volveremos a dentro y resolveremos este asunto, ¿no escuchas el caos ahí adentro? —le cuestiono—Además, tenemos que entrar por ella y por los demás. También debemos eliminar esos lobos antes de que causen mas destrozos.

—Adriá, nuestro deber es proteger tu vida. Déjanos hacer nuestro trabajo y mientras más rápido se haga, más rápido volveremos al territorio. —Argumenta, Duncan.

—Esta bien, pero por favor traigan con bien a Paty. —Asiento a su petición. Se queda unos minutos mirándome fijamente, asiente y antes de subir al auto se lanza a abrazarme y sin mas contratiempos se marcha con los dos ejecutores.

Suspiro aliviado cuando veo el auto perderse en la oscuridad. Sabiendo que es momento que todo mi potencial salga a la luz, todo sea por cumplir con la promesa a Adriá.

Duncan y yo, nos movemos como una misma sombra y volvemos a atravesar la puerta secreta. Una vez adentro, aun se siente el caos y personas intentando escapar, algunas sin éxito.

—Vamos a dividirnos para poder encontrar a Paty. —Menciona Duncan.

—Esta bien, iré a la izquierda. —le comunico, puesto que es donde escucho al jefe de esta operación dando órdenes a sus hombres.

Nos separamos y es cuando empieza lo divertido de este momento. Un lobo aparece gruñendo, se lanza a atacarme, sin embargo, no estoy en juegos tontos para perder mi tiempo. Por lo que, con un golpe seco lo envío a volar y por la fuerza ejercida conecta con la pared estruendosamente quedando inerte en el instante.

Estos lobos no saben con quien se metieron. Susurro, mientras voy exterminando cada lobo que se acerca. Hasta que llegó a donde esta el jefe de la emboscada, sorprendiéndome al saber de quien se trata.

—¿Ustedes son los responsables de este caos?

—Por supuesto, Máquina. Solo queremos que recuerdes con quien estas, esta demostración solo fue una probadita de lo que haremos si intentas aliarte con el rey demonio. —Menciona, Leonel.

—Sabia que algo raro había con este ataque de los lobos.

—Lo utilizamos como un señuelo, ahora regresaré a mi territorio y muy pronto recibirás noticias mías.

—Espera...

—No, Dareck. Esto no funciona así, me iré y luego hablaremos. Además, tenemos en nuestro poder a la mejor amiga de la princesa. Veremos cuánto vale ella, será un potencial activo para nosotros. Aunque la que queríamos era a la princesa, ni modo, no se pudo.

Tuve que controlar mis deseos de matarlo, ya que seria una sentencia para Paty. Además, de que me pondría como objetivo y mi familia sufriría las consecuencias.

—Que divertido fue verte matar esos lobos. —fue lo último que dijo y salió carcajeándose del lugar.

Debo hacer algo para recuperar a Paty sin que mi plan se vaya al garete. Presiento que esta noche será eterna cuando escucho a Duncan cerca llamándome. Se que no escucho lo que se platicó, ni tampoco vio a Leonel, sin embargo, tendremos que notificar al rey.

NOTA IMPORTANTE

He tenido tiempos complicados que no me han permitido continuar la historia, pero quiero dar las gracias a aquellos que aun permaneces y pedirles perdón por la demora. Espero poder cumplir, hasta he estado pensando eliminar la historia y solo volver a resubirla cuando este completa e iniciar con otra trama.

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