Narra Adria
Luego del beso que compartimos en el estacionamiento la estúpida sonrisa no se le quitaba a Dareck. Sin detenernos en ningún lugar fuimos directo a la casa donde comencé a buscar el vestido que utilizaría para la fiesta, solo a Patty se le ocurren estas ideas de último minuto y además la que puede convencerme a estas cosas. Si cuando accedí a ir a Las Vegas termine casada no quiero imaginarme que podría suceder hoy.
Como es costumbre el tiempo se acorta cuando tienes que asistir a algún lugar y hoy no fue la excepción. De modo que en este momento me encuentro de camino al club con un minivestido dorado que Patty me regalo hace unos meses, además de unos tacos negros y mi labial rojo mate favorito, necesitaba hacer algo diferente que llevara la conversación hacia ese territorio y no hacia Duncan.
Como parte del protocolo aparcaron detrás del Club, donde nos darían acceso y nos llevarían al área VIP que apartó mi amiga. Cada uno de los guardias tomaron un lado para franquear, mientras Duncan daba el visto bueno. Sin embargo, tenia que esperar que Dareck saliera y luego que comprobara que todo estaba bien y abría la puerta para que pudiera salir.
Esta noche no estoy para que estos dos demuestre quien es el alfa aquí.
—Adelante, avancemos. —Como siempre Duncan quiere marcar su autoridad, recordando que él es el líder en estos momentos.
—Por supuesto que vamos a avanzar. —Claro, no podía faltar Dareck con su petulancia tratando de que se entere que él tiene la última palabra. Ya decía que parecen dos lobos disputándose una manada.
Exasperada de esta actitud infantil agarre el brazo de Dareck justo antes de comenzar a dirigirme a la puerta que abrieron solo para nosotros. Esto de estar tan cerca de mi esposo se esta tornando una costumbre. Quien suelta una carcajada y me mira con esa diversión juguetona que brilla en sus ojos marrones.
—Buenas noches, Bienvenidos a Darkness—Nos recibe una dama que esta vestida con un crop top dorada y una falda minúscula que no dejaba nada a la imaginación. Su cabello negro caía en hondas rizadas. —Por favor, síganme. Los llevare hasta su reserva. —Sus palabras muy profesional y educada, pero su mirada coqueta se paseaba de Duncan hacia Dareck.
Como quiero quitarle esa sonrisita a la muy estúpida, como podía estar mirando de esa forma a mi esp... Maldición, Adriá, hacia donde se están dirigiendo tus pensamientos.
Nos da la espalda indicándonos para seguirla por un camino estrecho, y luego inclinarse un poco para abrir una puerta, recibiéndonos la música a todo volumen y la vibra del lugar. Trato de concentrarme en caminar y no en mirar furtivamente a Dareck, quien tiene una cara de diversión plasma en su rostro. Tal vez le está gustando esa mujercita. El feo monstruo de los celos esta haciendo de las suyas en mi cabeza.
—Maldita sea, este lugar está a reventar—grita Duncan para que lo escuchemos. —Debemos estar atentos a cualquier movimiento.
La pelinegra responde como si fuera parte de la comitiva.
—La sección VIP no esta tan ocupada, ya que fue reservada por la cumpleañera.
Duncan, asiente con la cabeza mientras se comunica de alguna manera con una mirada con sus compañeros. Mientras suspiro pensando que solo estoy aquí por Patty.
Observo todo el interior del club el cual es oscuro, con luces que se siente que se mueven al ritmo de la música que reverbera el espacio. Hay una enorme barra donde varias personas se amontonan por su bebida, mientras otras esperan que los meseros lo atiendan. Sin embargo, otro grupo de personas están bailando, otros hablando y algunos están coqueteando. Mientras otro par que son más atrevidos están devorándose el uno a otro sin importarle quienes los rodean.
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El legado
Fantasy- ¡Te amo Adriá! Dame una oportunidad de ser más que tu amigo. ¡El dilema de mi vida! Tan solo hace unos días deseaba escuchar esta proposición, cuando era libre para tomar la decisión afirmativa que quería darle, pero ya es tarde. ¿Por qué ahora qu...