Una Química Perfecta

15.Inesperado.

Salgo en la noche solo en busca de algún café, porque necesito tres litros para olvidarme de todo, aunque eso implicaría dejar de dormir por dos días.

Pero no todo fue calma ese día, cuando vi que Jared llegó a donde yo estaba y se sentó delante de mí, hubiera querido que la tierra me tragara.

—¿Por qué me has estado evitando todos estos días?Es viernes y desde el martes no me hablas, ni siquiera me miras—dice y yo lo miro.

Dejo la cuchara con la que estaba revolviendo el café dentro de la taza y paro de hacerlo.

—¿Por qué me hiciste eso?Llevarme a un puto puente que yo lo describiría como maravilloso, solo por ayudar a tu puto hermano y luego salir en frente de mí trabajo e ir a buscarme, o ¿qué tal si menciono lo que pasó la noche del hospital con Toni?—digo y me paro de donde estaba y salgo fuera del café mientras camino hacia mi casa.

—¡No quería hacer eso!¡Solo me vi en la obligación de hacerlo!¡Tú no sabes por las cosas que yo paso cada vez que debo de llegar a mi casa!¡Es que como cuando estoy contigo la vida me sonríe!—grita y eso hace que yo me detenga.

—¡Y si no te gustaba!¿Por qué me ilusionaste?

—¡Porque siento cosas por ti!—grita.

Y eso hace que me sienta extraña porque nadie jamás me había dicho eso, nadie jamás me había dicho lo que sentía por mi, y se siente tan bien.

—¡Porque también eres hermosa!—dice y se acerca a mí—¿Podemos hablar en un lugar más tranquilo?

—¡Vete a la mierda Jared Payne!—suelto y le saco el dedo de en medio.

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Y otra vez era el mejor chisme de la escuela junto con Jared Payne, el chico que le hizo el favor a su hermano de enamorar a una persona que no pertenece a su mismo nivel de clase, y la tonta acabo enamorándose de Jared.

Todos me miraban en el pasillo y lo sentía tan asqueroso que me daban ganas de irme encima de unos cuantos para arrancarle las pocas greñas que le quedaban, Toni y Carlos tratan de protegerme y le sacan el dedo de en medio a cada persona que veían mirándome así de mal.

Me dirijo hacia la cafetería de la escuela con Toni, Carlos dijo que debía hacer otras cosas, saco los libros de literatura y me pongo a leer unos textos que nos había dejado la profesora para hacer la tarea, porque cuando llegara a casa sé que solo voy a dormir.

Y entonces llega Liam y su grupo de amigos populares, y más detrás llega Dina la cual me mira y asiente queriendo decir: "hiciste buen trabajo"

Y le agradecía mucho lo que había hecho por mí.

No se cuánto tiempo pasó pero ya me había tomado tres tazas de café y ellos todavía seguían ahí, hasta que escuché como sonaba el timbre y ellos prácticamente corrieron hacia fuera, de seguro ahora tenían clases de fútbol.

—Yo debo de ir a la biblioteca para buscar unos libros y terminar con mi tarea, debes de ir a clases de fútbol, ya mañana iré a buscar mis cosas—digo y Toni asiente.

—Cuídate mucho, y recuerda que cosas como esas jamás se perdonan—dice.

Asiento porque en parte tenía razón, si aceptaba nuevamente a Jared me haría algo igual que eso, o peor.

Camino hacia la biblioteca y entro para buscar el libro que tanto necesito para concluir con mi tarea.

Me siento en una de las sillas y la bibliotecaria me pasa el libro que le pedí, al cabo de unos minutos de estar leyendo el libro la puerta de la biblioteca se abre y para mí suerte mis ojos marrones se encuentran con los marrones de Jared los que algún día me hicieran creer que yo valía algo.

No entró solo, entró con una chica, la que había visto con él besándose en una de las fiestas a la que fui , él me miró pero luego la chica le habló y le prestó toda su atención a ella, salieron al balcón de la biblioteca y comenzaron a hablar tranquilamente, y siento algo dentro de mí que se puede dominar como: RABIA.

Porque jamás lo iba a denominar como celos, o bueno, jamás admitiría que iban a ser celos.

Mi vida era mucho mejor antes meterme en la cabeza enamorar a Liam, porque si me hubiera empeñado mejor en seguir estudiando y pintado de seguro ya tendría en mente mi persona favorita, porque antes todo era mucho mejor, era mucho más acercada a mi madre y siempre nos decíamos las cosas, nos teníamos confianza, pero después de Jared todo ha sido caos,  he permitido que me quitara lo más especial que tiene un ser humano en su vida, la tranquilidad y la paz.

Jamás voy a aparecerme en gimnasia porque sé que él estará por ahí, aunque estoy inscrita en ella, como clase extracurricular.

¿Pero qué estoy pensando?, no dejaré que un niñato me quite mi rutina diaria, no lo dejaré jamás.

Pero, es que es muy difícil hacer eso después de lo que pasó.

Aprieto las hojas del libros casi a punto de arrancarlas pero las suelto, cierro el libro y me paro para entregárselo a la bibliotecaria, pero cuando estoy a punto de irme llega un chico, se pone a mi lado y me pega en una nalga.

—¡¿Pero qué carajos de pasa?!—le exclamé.

—Tía es que te estaba mirando desde allá y tienes un trasero muy...

Eso fue lo único que debió hacer para que un puño le pegará en su nariz y se la dejara rota, de hecho, fue el puño de Jared.

—¡Jamás te vuelvas a dirigir así a una chica!¡Hijo de puta!—Jared le exclamó al chico.

—Jar...

—¡Jamás en tú puta vida!—le seguía exclamando sin prestarme atención.

Yo no quería que me prestara atención, solamente no quería ir directo hacia la dirección.

—¡Ustedes tres a la dirección!—fue lo último que dijo la bibliotecaria

Suspiré tranquila, porque me merecía esto, o más bien, Jared se merecía esto.

Jared me miró antes de irnos camino a la dirección.