Una Química Perfecta

22.Nos enamoramos.

Llegó la gran noche.

Los tips y consejos que me pasó Carlos me sirvieron demasiado para hacerme un buen maquillaje y vestirme bien.

Mi maquillaje es de un dorado bien claro, y el vestido que llevo puesto es color violeta.

Todos me dijeron que me quedaba estupendo, por lo tanto, voy con la frente en alto a esa empresa.

—Voy a trabajar, nos vemos en cuanto regresemos ambas, usa protección—dice mi madre pasando por la puerta de mi habitación.

—¡Mamá!—grito.

Siempre hago lo mismo.

—¡Adiós!—exclama y luego lo que se siente es la puerta cerrandosé.

Me quedo sola, mientras me arreglo el cabello y me pongo mis zapatos, que también son unas botas, tengo una obsesión con ellas, y mi cabello va en la mayoría de las partes sueltas y me hice un pequeño moño en el centro.

Escuchó una bocina sonar delante de mí casa.

Miro por mi ventana, y veo que es el auto de Jared.

Cojo mi bolsa, para echar por lo menos mi móvil y salgo de casa, dejando la llave debajo de la alfombra para cuando llegará mamá.

Llego a el auto de Jared y me siento en el asiento de copiloto, Jared me besa la mejilla y sin decir nada arranca camino a la empresa.

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Las cosas aquí están muy cambiadas, cuando era más pequeña pasaba por aquí delante y las paredes estaban pintadas de azul claro, ahora son completamente de cristal transparente, se puede ver todo lo que hay dentro.

—La fiesta es en el último piso, desde donde se puede observar toda ciudad—dice Jared mientras que dos hombres nos dan unas tarjetas que debemos de ponerlas en nuestro cuello.

—Genial, me agrada la idea—digo.

Entramos a la empresa y como es en el último piso debemos de subir en el ascensor.

Pasamos alrededor de dos minutos dentro del ascensor, pues claramente, es el último piso, y tengo entendido que son quince pisos.

Cuando llegamos allí habían unas personas tocando guitarras, tambores y demás instrumentos musicales, los padres de Jared estaban a un costado, mientras que un señor de los del bufete, supongo, con una bandeja en sus manos brindándoles champagne.

—¿Estás lista?—pregunta Jared y luego toma mi mano—Estás hermosa, de seguro les caerás muy bien.

—Eso creo—me limito a decir.

Caminamos lento hasta donde están ellos.

—Padres, ella es mi novia, Mencía... Mencía ellos son mis padres—nos presenta.

—Es un placer Mencía—dicen ellos al unísono, sonrientes.

—Igualmente, señores Payne—digo.

—Espera,¿eres la chica que contraté para la limpieza de la mansión hace alrededor de tres o dos semanas?—pregunta la señora Payne.

—Si, soy yo—digo y bajo la mirada.

Escuchó una risa burlona por parte de Liam.

No tocaron el tema más, y supongo que eso estuvo bien para mí porque me sentí muy incómoda cuando lo mencionaron.

Jared fue a saludar a uno de los socios de la empresa con sus padres y ya me dirigí a la mesa donde habían bastante dulces, y bebidas.