17.Cambio.

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Mamá me aconsejó que lo mejor que podía hacer ahora era salir de fiesta, y conocer a nuevos chicos para poder olvidarme de Jared y todo lo que me hizo, pero creo que no lo podría olvidar después de todo eso.

Sería mejor que yo me estuviera tranquila en casa.

Pero no, mi madre llamó a Toni y él dijo que vendría.

El timbre de la puerta se escuchó hasta mi habitación y supuse que era él.

—¡¿Eres el famoso Carlos?!—escuché gritar a mi madre.

¿Carlos en mi casa?

Jamás pensé que eso se haría posible.

Al parecer después de que mi madre los mantuviera raptados con ella por diez minutos subieron a mi habitación y yo decidí hacerme la dormida mientras Toni venía hasta mí.

—Dejala que duerma, debe de estar muy agotada de llorar—dice Carlos.

—No está dormida, verás—dice Toni.

Abro los ojos de par en par y me siento en la cama.

—Ves como no estaba despierta—dice Toni mirando a Carlos.

—Tienes un talento único—dice Carlos guiñándole el ojo.

Toni sonríe, porque para él ese es el cumplido más hermoso que puede haber en el mundo.

—Tu madre nos ha dicho que nos has salido de la cama en todo el día, son las seis de la tarde—menciona Toni como si aquello fuera lo peor del mundo—¡No se puede estar así por un hombre!—exclama.

—Tú aveces estás así por un hombre—digo, y luego señalo a Carlos.

—Es cierto—dice Carlos, luego de asentir.

—Estamos hablado de tu vida amorosa, no de la mía.

— Además no es la primera vez que me paso el día completo en la cama, la primera vez fue cuando vi la menstruación y mi madre gritó y yo luego—explico.

Recuerdo ese día como si fuera hoy.

Ambos me extienden la mano, y yo con un poco de miedo se las doy, y claro, cómo no veía venirlo, ellos me jalaron y prácticamente me sentaron a la fuerza delante de mí cómoda, donde tenía todas las cosas de maquillaje, que se iban a pasar de tiempo porque las uso solamente para una ocasión especial.

Carlos comenzó a maquillarme.

¡Ay no!

Ya sé que esto va a ser un poco difícil, y nadie, ni siquiera yo, podrá levantarme de este asiento.

||

—¡Has quedado maravillosa, Mencía!—grita Toni y se lleva una mano a la boca.

Mi madre no tarda mucho en llegar a la habitación y cogerme de la mano para darme una vuelta.

—¿Eres Mencía?—pregunta.

—No, soy su gemela, tonta—respondo y pongo los ojos en blanco.

De hecho si había quedado de alguna manera bonita, Carlos había logrado tapar con maquillaje mis ojeras, y cubrió toda mi cara con base, y el resto prácticamente fue darme color en todo el rostro.

O al menos yo lo describiría así.

Según ellos nos íbamos de fiesta, a un lugar que está al aire libre, para hacerme olvidar de todos mis problemas, en realidad yo creo que es más por Jared y no por todos mis problemas.

Jared.

Ya volvió a mi mente.

¿Por qué debí de enamorarme de un chico que sabía que no era bueno para mí?

¡Jared!¡Fuera de mi mente!¡Ya!

Toni sacó un conjunto de mi clóset, unos pantalones de color azul claro y uno blusa de igual color, con unas botas negras, y mi cabello iba suelto con una diadema en el.

Genial.

Parecía una princesa sacada de Disney.

—¡A la mierda Jared Payne!—grita Carlos, emocionado.

—¡A la mierda!—grita mi madre.

—¡A la mierda!—grita Toni y saca el dedo de en medio.

Cojo fuerzas para gritar lo mismo, y aunque se me hace un poco difícil, lo hago.

—¡¡¡A la mierda!!!—grito, muy alto.

—Hora de irnos—dice Toni y me coge de la mano.

||

Cuando llegamos a la fiesta el ambiente ya estaba andando, todos bebían y bailaban, y es justo como lo dijo Toni, la fiesta es al frente de una casa de un chico de nuestro grupo, no podíamos entrar en su casa porque sus padres le matarían.

Pero como era una mansión, el jardín y la terraza eran muy grandes.

—Toma, suelta todo eso que llevas dentro—menciona Toni, pasándome un pequeño vaso de cristal con whisky.

—La última vez que dejé salir todo, vomité el alma—le informo.

Él toma un vaso y se lo bebe de un trago, por tanto, yo también hago lo mismo.

Y así sucede alrededor de media hora, bebiendo pequeños vasos de bebidas alcohólicas.

Hasta que mi móvil vibra dentro de mí bolsa y lo saco, torpemente.

Escuela_Reina_del_Chisme ha realizado una nueva publicación.

Abro mi Instagram y la veo.

De nuevo, nuestro querido Liam y Dina dejan a todos en claro que están saliendo.

Una foto de Liam y Dina besándose que fue tomada casi justo ahora, porque yo salgo detrás de espalda, y se puede ver mi pequeño y aplastado trasero.

Lo tengo.

Solo debo de ir a donde estaba la persona que tomó lo foto y descubrir si estaba ahí todavía.

Me tardo en encontrar el lugar, al parecer la persona que tomó lo foto estaba recostada a la mesa de bebidas y cigarrillos.

Mis ojos localizan a Miren.

¡La perra de Miren!

Me dirijo a ella con toda la furia que debe de haber dentro de alguien ahora mismo.

—¡Tú!—la jalo del brazo haciendo que me mire.

—¡Hey!—dice, tocándose el hombro.

—¡Eres la chica de la cuenta de chismes, y tengo pruebas!—grito.

Grité tan alto, que la música paró.

Todos nos miraron y algunos se quedaron con la boca abierta.

—¿Eh?¡¿Pero estás de mente?!—grita y suelta el vaso de plástico que traía en las manos.

—¡Que tengo muchas evidencias, como por ejemplo, el día que fuiste a la escuela y entraste por el campo de fútbol!—exclamé.

—¡¿Qué?!—arrugó su nariz—¡Ese día me fui a ver con mi novio, y por cierto es Kylan!—le gritó a todos y no a mí.

Esta conversación se había salido de control.

Kylan es un moreno, que está súper bueno y además es lindo, pero no todos piensan como yo, algunos piensan que es feo por su color de piel, pero eso no define a las personas.

—Vale, vale—digo, luego de que me enseñara fotos de Kylan y ella en su móvil—Mis más sinceras disculpas por acusarte de esa manera.

Toni y Carlos vienen hasta mí y me arrastran con ellos, y así es como terminó la noche, justo ahora estoy en la parte de atrás del coche de Toni tratando de ponerme el cinturón porque no veo cómo hacerlo.

—¿Cómo se hace esto?¿Puedes alumbrar con tu móvil?—les pregunté, mientras salían balbuceos de mi boca.

—Espera un segundo—dijo Toni.

Espere un segundo, y luego logré con la ayuda de Carlos abrochar el cinturón.

Una Química PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora