28.Visita.

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Cuatro cajas de pañuelos, mucho helado y películas tristes para mejorar la situación en la que estaba, mamá no aguantaba verme así, por lo tanto, cada vez que me veía ir a por una caja de pañuelos me decía algo para no llorar, pero eso resultaba en vano.

Le eché a perder el aniversario a Toni, porque llegué ebria por la noche a su casa y ni siquiera me acordé de que era su aniversario, pero ellos al día siguiente me perdonaron, y se alegraron de que no le habíamos regalado el bebé, y eso me hizo llorar mucho más.

En pocos días será mi graduación y también me pasaré todo el verano en mi cama, porque no pienso enviar ningún dibujo a ninguna escuela de arte.

Pensado en eso enciendo mi laptop y veo el correo que hay.

Tienes 24 horas para mandar un dibujo, solo 24. ¡Esperemos que ya esté su dibujo en manos!¡Quizás sea el elegido para el próximo curso!¿Quién sabe?

Ese era el correo de la escuela de arte.

Mierda.

Ya no quería ir, me quedaría ayudando a mi madre todo el verano, y trabajando en el café, y también comiendo, ni siquiera iría a la playa.

Escucho mi móvil sonar.

Por lo visto es un mensaje.

Liam:Malas noticias, mi hermano no puede caminar, pero los doctores dicen que con meses de rehabilitación podrá hacerlo.

Yo:¡Váyanse a la mierda!

Comienzo a gritar como una loca desesperada, ¿por qué me decía eso a mí?

No puedo evitar sentir un sentimiento de culpabilidad en mi, porque no le frené cuando se iba de la cena.

Toni no tarda en llegar a mi habitación.

Si, porque ellos creían que yo era capaz de hacer cualquier cosa cuando estaba absolutamente frustrada, o, absolutamente triste, como tirarme del balcón.

Y por lo visto, mi madre no estaba para llegar y protegerme.

—Es de madrugada y ya vas a gritar—dice, con los ojos de par en par.

—Sinceramente, me da lo mismo despertar a los vecinos, ¿qué hacías despierto a esta hora?—pregunto.

—Estaba comiendo helado, tú madre ya se ha ido a trabajar y debemos de levantarnos para ir a la escuela—anuncia.

—La escuela de arte me ha mandado un mensaje, debo de mandar el dibujo en 24 horas, algo que no voy a hacer, y Liam me ha mandado otro diciendo que su hermano está en rehabilitación—digo.

—¡¿Qué?!¿Liam te ha mandado un mensaje?—exclama—Pero es no es lo que importa, ¡¿Por qué no vas a mandar ese dibujo?!

—Porque no quiero, estudiaré algo aquí como, no lo sé, me quedaré de camarera para siempre, ¿te gusta la idea?

—No puedes estar todo el tiempo así de triste por un hombre, también tendremos el baile de graduación y quieres pasar tus últimos días así de fea.

—¿Estoy fea?

Toni asiente.

Me levanto de la cama y voy directo hacia el espejo para verme, y es cierto, tengo ojeras y mis ojos están hinchados.

—Ahora a la escuela que ese culo no se va a vestir solo—dice, alegre.

Mientras me da una palmada en la nalga.

—¡Auch!—exclamo frunciendo el ceño.

Me preparo lo más rápido posible al igual que Toni y luego bajamos a desayunar helado.

Una Química PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora