23.Solos nosotros.

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Ya toda la escuela sabía que Dina era la persona que estaba detrás de la cuenta de chismes, por lo tanto el equipo de la dirección opto por expulsarla, nadie la quería allí, había hecho sufrir a muchas de las personas que estaban allí.

Pero todavía seguía liandosé con Liam, y sé que muy pero muy dentro sentiría odio por mi, de por vida.

En cambio, yo estaba muy feliz, de vuelta a mi trabajo, y con dos choferes que estaban a mi disposición siempre para mí, este día le tocó al chófer mayor y más musculosos que tenía: Jared.

Con Jared no estaba enfadada, porque a fin de cuentas él no me había dicho nada, y a fin de cuentas yo estaba enamorada de él, solamente me pidió disculpas por lo que había pasado y yo las acepté, también Toni me hizo ver que había hecho una gran tormenta dentro de un vaso de agua.

Por algo alguien me dice tormentosa en inglés.

Eran apenas las 5:16pm ya mi turno había terminado y por lo tanto, volvió a desviarse de camino, y espero que no me llevase de nuevo a la casa de sus padres, porque voy a morir.

—Falta una semana para tu cumpleaños—dijo.

—Solo una semana, para cumplir dieciocho años—dije.

—Le he pedido a tu jefa esta semana libre para ti, y a qué no me adivinas qué, a dicho que sí—gritó e hizo eco en todo el auto.

Me llevó hasta un lugar que se veía llenos de chatarra y estaba muy descuidado, pero Jared me tapo los ojos por detrás y sonreí.

—Camina un poco, y te dejaré abrir los ojos—dice y dejo que me guíe.

Cuando por fin paramos se me hizo extraño porque sentía un olor a pintura reciente.

—Abre los ojos, Stormi—dice.

Abrí los ojos.

No podía creer lo que estaba viendo ante mis ojos, una camioneta hippie pintada, y casi enterrada en la tierra porque no tenía neumáticos, pero estaba bien, me intenté subir a su techo con la ayuda de Jared, porque sé que él me trajo aquí para ver el atardecer.

Cuando por fin el sol se va a poner lo veo, es un atardecer hermoso, y me encanta la forma en la que el sol se va ocultando poco a poco, y eso hace que la idea de querer más el sol que la luna me convenza por completo.

—¿Te gusta?—pregunta Jared.

—Me encanta, amo los atardeceres, pero sabes qué amo más.

—¿Qué?

—A ti.

Esas palabras me salieron así de espontáneas, libres y sin alguna vergüenza, porque sinceramente me estaba haciendo un poco más cercana a Jared y la idea me estaba gustando, fueron después de unos segundos que sus labios se encontraron con los míos y lo amé, porque eso es lo que más amo, encontrar sus labios con los míos.

Luego me apoyé en su regazo y él me abrazó, así nos pasamos el resto de la tarde.

Juntos.

Martes.(En la tarde después de la escuela)

Jared me dijo que saliera de mi habitación porque me tenía una gran sorpresa, que a pesar de que le gustaba andar más en coche haría un esfuerzo por andar en bici conmigo.

Salí fuera de casa y dije a mamá que haría cosas como estudiar con Toni, cuando en realidad iba a ir dando pedales hasta la costa.

Me entregó en mis manos una bici de color rosa perfecta, y me monté encima de ella, aunque hacia ya mucho tiempo que no andaba en una de ellas la podía manejar perfectamente.

Una Química PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora