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De forma inexplicable o más bien "Mágica" muchos habitantes traídos de distintos universos habrían llegado a este mundo.

Un mundo extremo dónde los participantes cuentan con 3 vidas, si estás se agotan, morirán de manera definitiva.

A cada uno se le otorgó un pequeño aparato parecido a un teléfono, dónde solo podrían comunicarse por mensaje de texto para compartir coordenadas o en su defecto ser informados de la muerte de algún participante.

La mayoria se divido en equipos ante la incertidumbre y los peligros de este nuevo universo.

Por su parte nuestro simpático pelinegro solo había estado recolectando materiales, pasando por montañas, bosques o prados, encontrándose con personas como Juan Guarnizo junto a Ari o Mayichi.

Los cuales amablemente le ofrecieron comida y cosas para seguir con su viaje.

Mayichi durante una temporada fue como una madre para Missa pues cuido de él y lo ayudo en todo lo que podía, le enseño a sembrar y ser autosuficiente, siempre con amor y dando buenos consejos.

Fue hasta que el chico decidió independizarse que dejó a su "Madre" sola y comenzó su aventura por el mismo.

Aunque al joven le habrían ofrecido entrar en varios equipos, prefiere estar solo por el momento, pues sentia que al ser algo torpe como para pelear con otros equipos o mobs solo seria un estorbo.

Asi que evitaba las peleas y cada atardecer construia una casa provicional para pasar la noche y seguir con su travesia.

¡🌼!

Durante alguno de sus muchos dias explorando encontro un pequeño lobo mal herido, parecia haber sido atacado por un animal mas grande y haber sido abandonado por su manada.

El pelinegro se vio a si mismo como ese lobo, no tenia a nadie y podia morir en cualquier momento y a nadie le importaria.

Pero realmente quería abrirse paso por si mismo y demostrarse que no era ningún inútil.

Así durante unos días cuido de su ahora nueva mascota, haciendo que estuviera solo, sin contacto con los demás.

La montaña en donde se encontraba tenia muy mala señal, así que no se entero de nada en las ultimas semanas, aquel lugar parecía perfecto para establecerse pues nadie molestaba, tenia recursos y agua para iniciar un cultivo.

Así que se animo a quedarse ahi. El material mas cercano que tenia era madera de los muchos arboles que taló, aplanó el terreno y en un día había terminado una casa muy pequeña, apenas con 3 hornos, 1 cofre y su cama de color blanco pues ni siquiera tenia tinte para pintarla de otro color.

El atardecer traia consigo una gran tormenta pues un aire frio vino desde el norte revolviendo los cabellos del chico, asi que encendio una antorcha y metio a su mascota a su nuevo hogar.

Antes de dormir ceno un poco de carne de vaca y agua, su rostro mostraba una sonrisa pues a pesar de estar solo se sentia feliz de lo que habia logrado por su cuenta, despues del agotador dia se quito la mascara de calavera que siempre tenia puesta.

Fuera escucho como los rayos de la tormenta caen cerca de su hogar y las gotas de lluvia chocaban contra el techo.

Debido a no tener arena cerca, no pudo hacer cristal para sus ventanas así que solo imaginaba como se verían las cosas afuera, mas aparte agradecía estar en un lugar seco y seguro.

Sus ojos cafes brillaban con sutileza por la luz de la antorcha. Finalmente se recosto en su cama para evitar escuchar a los molestos mobs.

Cerro sus ojos listo para dormir cuando de la nada escucho como algo o alguien toco su puerta con insistencia.

Su mascota se levanto de un salto y comenzó a gruñir, el chico se coloco nuevamente su mascara y con una espada de hierro ya desgastada se acerco con cautela a la puerta que previamente había cerrado con seguro.

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❏ Muy buenas criaturitas del señor, aqui estoy de nuevo trayendoles una historia Misspreen.

❏ Agradezco mucho su apoyo!.

❏ Si te gusta la historia no olvides votar o dejar algun comentario!

- Ale Minamoto!

ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ ʜᴀʏ ᴀᴍᴏʀ |ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora