ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ ʜᴀʏ ᴀᴍᴏʀ |ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ|

ᘛ 7 ᘚ

✧•───────────•✧

Durante aquella noche el Team de Spreen había regresado con los ánimos por el suelo a su base. Detrás de esta tenían un cementerio propio en donde sepultaban sus propios cadáveres si llegaban a morir o el de sus amigos o enemigos incluso.

El oso no tardo mucho en hacer un hoyo para el cuerpo de su padre del cual solo tomo la mochila con cosas valiosas. Lo sepulto e hizo una cruz con bloques de oro y el nombre del recién fallecido en el medio.

Quackity seguía en brazos de Shadoune triste por lo que había hecho, sollozando por lo bajo, este mismo dejo al patito dentro de la base recostado en su cama, pues la noche no terminaba ahi, aún debían ir a buscar a Rubius.

Una vez que ambos Tryhard salieron de su base corrieron desesperados hasta llegar a donde todo había comenzado, en el camino mataron todo tipo de mobs y una vez en aquella cueva que les dio la bienvenida a ese mundo extremo el Argentino comenzó a gritar a su padre esperando escucharlo.

— Che ¡Rubius! ¿Dónde andás? — El eco retumbo por todo el lugar pero parecía que no había nadie.

Shadoune con antorcha en mano se adentro aun más buscando al oso a ver si daba señales de haber revivido. Fue entonces que con su catalejo miro como Rubius iba corriendo hacia la salida escapando de un Enderman que lo estaba atacando. Saco de su inventario un arco con flechas de fuego, bastaron 3 tiros certeros para acabar con la amenaza.

— Rubius! Estamos aca! — Exclamó el francés desde arriba.

A los pocos minutos el español llego exhausto hasta donde sus compañeros, abrazo a ambos chicos mientras soltaba un suspiro, aunque se le veía el alivio en el rostro.

— ¿Cómo esta mi pato? — Dirigió su palabra al de lentes obscuros mientras recibía su mochila poniéndose esta al igual que su armadura de repuesto.

— Esta hecho mierda, no creo que pueda perdonarse a si mismo nunca — Respondió Spreen mientras empuñaba su espada de diamante, listo para regresar a su base.

¡🌷!

El camino de regreso fue largo, así llegando al amanecer, al entrar no escucharon ningún ruido proveniente del interior, Rubius se adelanto y subió a la habitación de Quackity donde vio como este se encontraba envuelto en sabanas hecho una bolita, se sentó a un lado de este para moverlo con suavidad esperando a que despertara, acaricio su cabeza dándose cuenta que no tenia puesto su gorrito característico.

— Quackity... patito ya despierta... — Hablaba casi en un susurro para no sobresaltar al menor.

— ¿Mm?... ¿Rubius?... ¡Rubius! — Abrió los ojos con sorpresa al mismo tiempo que se abalanzo sobre el español dándole un abrazo, aferrándose a su pecho — Lo siento, lo siento, perdóname. —

Las lagrimas brotaban por la culpa que sentía el mexicano, sin embargo, el español se veía tranquilo mientras abrazaba con fuerza al patito que se desahogaba en su pecho.

— No tengo nada que perdonarte, no seas un lloros y mejor vamos a desayunar algo que estoy a dos muslitos de morir de hambre — Este repartía pequeñas caricias al menor tratando de calmarlo.

Aquella broma hizo que Quackity riera un poco calmándose y poniéndose nuevamente su gorrito tapando ese cabello negro que tenia y limpiando sus lagrimas.

Toda esta escena fue observada por Spreen y Shadoune desde el lumbral de la puerta, el Frances mantenía una sonrisa e incluso se veía como se le iluminaba la mirada al ver a Quackity.

Por su lado el Argentino se mantenía de brazos cruzados, inexpresivo pero internamente planeando la venganza en contra del Team de 8cho.

¡🌼!

Después de que todos desayunaran algo básico se quedaron platicando, comparando sus experiencias con lo que se sentía morir.

Shadoune y Rubius eran quienes ya habían muerto alguna vez en ese mundo, ambos estaban de acuerdo que solo se sentía, como si todo se convirtiera en obscuridad y de la nada aparecían en otro lugar. Era una sensación rara que daba algo de miedo a Quackity el cual se acercaba a Shadoune buscando refugio así consiguiendo que este lo abrazara.

Spreen se mantenía callado, incluso parecía una estatua hasta que fue llamado por su padre.

— Pero que te pasa Tío, ¿Por qué la cara larga? —

— Quiero venganza por lo que esos hijos de puta obligaron hacer a Quackity... tu muerte y nuestra derrota no es algo de poca importancia — La frialdad en sus palabras hizo que todo el ambiente se pusiera tenso.

Ahí fue donde las cosas nuevamente parecían ir enserio, así que el ente francés con la mirada igual de seria, entendiendo la rabia del oso frente a él, hablo de igual forma haciendo una pregunta que sería el principio de aquella venganza.

"Entonces dime Spreen, ¿Qué tienes en mente?"

❜ ⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

❏ Muy buenas criaturitas del señor e regresado con un nuevo cap algo corto pero prometo que la historia avanzará cada vez mejor!.

❏ ¡Si te gusto el cap puedes dejar un comentario o votar!

  - Ale Minamoto