ᘛ 4 ᘚ

802 88 16
                                    

✧•───────────•✧

El joven amante de las calaveras estaba por acabar de preparar su pastel, solo debía ponerlo en el horno que ya había pre calentado. 

Sus manos suaves tomaron la charola lista para meterla cuando de repente 8cho entro a la cocina notando que el joven tenia dificultad para meter la charola en el horno, rápidamente se acerco y tomo la charola con facilidad haciendo el trabajo de MIssa.

Este agradeció por la ayuda, pero 8cho parecía tener cierta intriga por el joven porque lo miraba con curiosidad y detenimiento haciendo que el pelinegro se sintiera incomodo e incluso nervioso.

Aquel pastel tardaría unos 30 minutos en estar listo así que Missa iría a su habitación de mientras para evitar la mirada del mayor, aunque cuando estaba a punto de salir fue acorralado por 8cho que se acerco a su rostro quitando su mascara con facilidad para mirar nuevamente esos ojos marrones.

— ¿Pasa algo 8cho? — Se animo a preguntar tratando de quitar la tensión del aire.

— ¿Te han dicho que tienes unos ojos muy lindos? — La voz intimidante del español junto a la cercanía hizo sonrojar al chico.

Después de aquello 8cho no perdió tiempo y beso a Missa con fuerza como si lo estuviera obligando a seguirle el ritmo. En cambio aquel joven puro e inocente no entendía el porque de la acción pero lo que si sabia es que no disfrutaba de aquel beso, solo sentía como su respiración se escapaba y su lengua era atacada por el contrario.

Sin esperarlo había dado su primer beso, no estaba feliz por ello; Pero era alguien tan obediente y de buen corazón que no se animo a reclamar. Solo dejo que el mayor terminara, lo que no sabia aquel muchacho es que dejarlo hacer eso era permitirle hacer demás abusos en su contra.

¡🌼!

Aquel mismo día mas temprano Spreen había ido a las coordenadas en donde se suponia estaba el dichoso "Chico pastel" como Quackity le había puesto y solo hacia todo eso por capricho de su padre. Una vez que subió la montaña pudo ver como una casa había sido consumida por el fuego dejando solo las cenizas.

Supuso que habría sido un accidente pero algo no cuadraba, en medio de las cenizas estaba un pedazo del suéter de Rubius, sin duda esa era la antigua casa del chico misterioso que había salvado a su padre.

Spreen miro las huellas que había cerca y las siguió hasta perder el rastro en un campo abierto, guardo la ubicación y regreso a su base junto a su Team.

¡🌻!

Una vez que llego a la base Rubius ya estaba fuera de su habitación pero inmediatamente miro de regreso a su hijo corrió a encerrarse nuevamente, aunque fue detenido a medio camino por el mismo Spreen cuando hablo en voz alta llamando la atención de todos.

— La casa de Missa esta destruida, tal vez alguien le hizo algo —

Aquello hizo que el Team se acercara y comenzaran hacer un recuento de lo sucedido, fue ahi donde Shadoune miro con seriedad a Rubius.

— Ayer te fuiste de la cueva, ¿Por qué lo hiciste? Porque acabaste mal herido y en casa de un extraño... ¿A quien mataste para que ahora tomaran venganza de quien te ayudo?. —

Las preguntas dejaron congelado al español que miro a Spreen y Quackity. Suspiro pesado antes de comenzar a hablar.

— Fui un imbécil... En la cueva encontré a 8cho y Jokki y los rete a un pvp. Aceptaron y comenzamos a pelear. Es obvio que me me estaban por ganar pero no quería perder otra vida de forma estúpida, así que mejor escape y acabe en casa del chico — Suspiro pesado. — Ahora ellos me buscaran para matarme, pero no pensé que le harían algo al muchacho.

Sus palabras estaban llenas de culpa, se dejo entrever la molestia de Shadoune pues a pesar de no conocer al chico se le hacia injusto que el pagara por las tonterías de su compañero, pues el único delito de Missa era ser bueno con los demás.

Spreen se acerco a su padre jalándole una oreja como regaño a lo cual Rubius solo se quejo.

— Ahora mismo vamos con esos hijos de puta y arreglamos el quilombo que acabás de hacer. —

Esas fueron las palabras que hicieron que todos se pusieran en marcha, tomaron su mejor armamento y municiones, ya era de noche y debían llegar rápido a donde suponían que estaba la base de 8cho.

Paso al rededor de 1 hora pues la lluvia acida hizo que se retrasaran debido a que no podían avanzar sin quemarse. 

Aunque solo Rubius conocía en persona al chico, los demás miembros tenían una buena imagen del joven pues el español había hablado muy bien de el. Así que aun sin conocerlo ya querían saber que había pasado con él o sin tan solo estaba bien.

Era bien sabido entre todos que el Team de 8cho y el Team de Spreen tenían problemas pues al ser los dos mas fuertes siempre competían o querían matarse entre ellos. Así haciéndose enemigos declarados.

¡🌻!

Mientras tanto regresando con nuestro pelinegro amante de las calaveras, aun estaba con 8cho que seguía besándolo como si no se cansara a comparación de Missa que sus mejillas ya dolían por la fuerza con que lo besaba. Cuando finalmente el español se aparto para tomar aire , el menor se quito de su agarre, buscando irse, eran tan solo besos pero se sentía abrumado.

— ¿Qué pasa mi pequeño Missa? ¿Estas cansado? — Pregunto con burla mientras lo tomo por la cintura para pegarlo nuevamente a el.

— D-dejame ir a descansar, tengo sueño — Pidió el pelinegro entre suplicas pues no quería volver a tener una ronda asi.

Missa era como un niño pequeño, dormía temprano, jugaba con su mascota y a veces dibujaba en una pequeña libreta que tenia. Sin embargo 8cho quería interrumpir aquella inocencia así teniéndolo como un pequeño y lindo juguete que no se podía defender. Aquel juguete que soportaría sus "Juegos" sin reclamar.

Aquellas intenciones en el mayor hicieron que se relamiera los labios y mirara con deseo al menor que comenzó a quererse soltar, pataleando y gritando por ayuda. Pues entendía que cualquier cosa que tuviera en mente lo lastimaría de una u otra forma.

El único que estaba en la base aparte de ellos era Jokki al cual le importaba un carajo lo que le pasara al menor. Así ignorando sus gritos de ayuda pues imaginaba que su colega ya se estaría divirtiendo con el pelinegro.

El mayor comenzó a besar y dejar marcas en el cuello del menor haciendo que soltara leves jadeos por el dolor provocado en su suave piel. Este mismo en un impulso dio una bofetada con fuerza casi nula en el rostro de su agresor, el cual por el enojo le devolvió el golpe en la mejilla con fuerza enrojeciendo esta.

— Pude haber sido gentil contigo, pero veo que te gusta jugar rudo — Exclamó mientras tomaba con fuerza al muchacho desgarrando un poco de su ropa.

8cho abría seguido de no ser porque fuera de su base escucho la voz gruesa con acento argentino llamar su nombre.

— ¡8cho hijo de puta!, ¿¡Donde estas!? —

❜ ⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜

❏ Muy buenas criaturitas del señor, !Espero les haya agradado este capitulo!

❏ No olviden dejar un voto o algún comentario.

- Ale MInamoto!

ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ ʜᴀʏ ᴀᴍᴏʀ |ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora